Las obras de la residencia de Campolongo dotarán al centro de dos nuevos salones

Los trabajos avanzan sobre lo previsto en el edificio, de casi cuatro décadas de antigüedad | El traslado de pacientes en el interior concluye con la instalación de las ventanas

Un obrero sale del edificio por la fachada exterior de la residencia pública.

Un obrero sale del edificio por la fachada exterior de la residencia pública. / GUSTAVO SANTOS

Las obras de la residencia pública de la Xunta en Campolongo se desarrollan según lo previsto. «Durante las actuaciones se encontraron pequeñas deficiencias que se están solventando y que no se espera que afecten a los plazos establecidos», tal y como informa la Consellería de Política Social. Los trabajos tienen un plazo de ejecución previsto de 18 meses.

«En un edificio tan viejo como este, de finales de los 80, surgen pequeñas situaciones que hacen que las cosas se fastidien un poco y hay que rehacer y replantear. Nosotros seguimos aquí, a tope, y el esfuerzo más grande lo está realizando el personal, que es el encargado de sacar a las personas de las habitaciones, dejarlas libres, prepararlas...», resume el director, Juan José López Peña.

Las lluvias afectaron a los trabajos, provocando goteras en el interior del edificio, pero el responsable del centro destaca que «la empresa está trabajando y gestionando la obra con nosotros en total armonía y las molestias no son excesivas». «No hay ninguna situación grave».

En estos momentos los trabajos se centran en los nuevos salones que se van a crear en la segunda planta. «Son una prioridad, para empezar a trabajar cuanto antes. Esta planta se rehizo entera y va a buen ritmo. Va a haber uno grande y uno que ya teníamos más pequeño. La terraza abierta se ha cubierto y va a ser una súper sala enorme, que nos hacía mucha falta», explica.

«En el momento en el que podamos empezaremos con la Enfermería, que es la parte más gorda», reconoce. Esto implicará reorganizar toda la primera planta.

Con la culminación ayer mismo de la instalación de nuevas ventanas en todo el edificio se termina el traslado de residentes. «A partir de ahora ya no hay que moverlos más, porque era algo laborioso. El impacto en ellos va a ser mucho menor», celebra el director. Confía en que «en este año las obras se terminarán, un mes arriba y un mes abajo», pero aproximadamente a final del verano. «Todo dependerá de cosas que se van encontrando en un edificio construido hace casi cuarenta años. Hay que reorganizar semana a semana», concluye.

Mejora de la accesibilidad para los dependientes

Las obras de mejora, que la Xunta ha adjudicado a la empresa Ogmios por un importe de 3,6 millones de euros, tienen como objetivo adecuar los espacios existentes, con una reorganización que afectará especialmente a las zonas de Enfermería y comedor

Además, se cubrirá la terraza para que se pueda destinar como zona de usos múltiples, dejando un espacio exterior para el uso de las personas residentes. También se reformará por completo la segunda planta, mejorando su accesibilidad y con la finalidad de destinarla para los usuarios con mayor dependencia.

La actuación propuesta contempla el aumento de las condiciones de aislamiento, para lo cual se mejorará la envolvente térmica del edificio y se actuará sobre las carpinterías exteriores

Asimismo, se sustituirán los ascensores y las dos calderas de gasóleo por otras de biomasa. Tras su finalización el centro estará en condiciones de aumentar el número de residentes de los 100 actuales a 130.

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