«La defensa es el último recurso, el objetivo es una vía de escape»
La UNED de Pontevedra ofrecerá desde el próximo 13 de enero un curso de defensa personal femenina, impartido por el instructor nacional Pablo Lorenzo Rivas. El objetivo es aplicar estrategias rápidas, sencillas y contundentes.

Pablo Lorenzo Rivas, en un ejercicio en el gimnasio en el que ofrece clases de defensa personal. / Gustavo Santos
La UNED ofrecerá entre el 13 de enero y el 12 de mayo el curso de 15 horas «Defensa personal femenina», impartido por Pablo Lorenzo Rivas, instructor nacional de defensa personal y policial e instructor nacional de krav maga, un sistema de lucha y defensa personal adaptado a la vida real.
¿Cómo surgió la oportunidad de impartir este curso a través de la UNED?
Al estar suscrito al boletín de noticias de la UNED Pontevedra a través del correo electrónico, todos los días me llega información sobre los cursos que se van a realizar en dicho centro; de ahí salió la idea de presentar un curso de defensa personal a la directiva del centro.
¿En qué se diferencia la defensa personal dirigida a mujeres? ¿Cuáles son sus claves?
Todo entrenamiento tiene que adaptarse pensando en que el agresor siempre va a ser más fuerte que ellas, por lo que hay aplicar estrategias y soluciones lógicas, rápidas, sencillas y contundentes. El evitar situaciones de estrés o peligro también sería una solución posible. También sería importante, a partir de cierto nivel, que las mujeres entrenen en grupos mixtos por la razón expuesta antes. Tienen que ver que sus técnicas funcionen contra hombres y aumente la confianza en sí mismas.
Para poder ponerla en práctica, ¿es necesario contar con un mínimo de condición física? ¿y la fuerza física?
Eso se adquiere poco a poco con la práctica. Las clases están pensadas para mujeres de cualquier condición física... pero con el entrenamiento, el cuerpo se va fortaleciendo y se va adquiriendo resistencia cardiovascular.
¿Cómo se estructuran las 15 horas del curso?
Es un curso muy básico de muy escasas horas. La idea es una toma de contacto con la actividad, y poder hacer más cursos en el futuro. Se estructurará en técnicas defensivas, técnicas de golpeo y salida de situaciones comprometidas. Aunque para mí es más importante que se queden con conceptos sobre lo que se debe hacer y lo que no, y adquieran seguridad. En un curso no aprendemos a defendernos, pero sí es una toma de contacto importante para enfocarnos e iniciarnos en la autodefensa.
¿Qué tipo de deportes/artes marciales permiten esta defensa personal femenina, además del krav maga?
Prácticamente todos los sistemas de combate y artes marciales tienen su parte de defensa personal. Lo importante no es el sistema que se practique, sino cómo practicamos la defensa personal. Es importante, poco a poco, realizar entrenamientos lo más reales posible y aprender a gestionar conflictos bajo estrés.
¿Qué partes del cuerpo son más importantes a la hora de llevar a cabo esta defensa personal? (¿brazos, piernas?...)
¡Todo el cuerpo! Lo más importante es aprender a desplazarnos, y adquirir cierta coordinación entre brazos y piernas. Evidentemente hay personas a las que se le va a dar mejor lanzar patadas y a otras puñetazos... pues habrá que buscar un equilibrio en sus técnicas.
¿Estas técnicas son estrictamente defensivas o también pueden ser preventivas?
Lo más importante es la prevención y adaptar o preparar el cuerpo por si acaso... aprender a estar en alerta en ciertas situaciones o escenarios y aprender a minimizar riesgos. La defensa física siempre debe ser nuestro último recurso, y con el objetivo de buscar una vía de escape y ponernos a salvo.
¿Qué papel tiene la rapidez a la hora de defenderse?
Es importante la velocidad en nuestros movimientos, pero aún es más importante la velocidad en la toma de decisiones, la velocidad de reacción. También me gustaría incidir en que los cursos están muy bien, pero aprender a defenderse tiene que ser un continuo entrenamiento, una formación continua. Ya que hay que trabajar cualidades físicas y mentales y crear una memoria muscular para que los movimientos salgan instintivos.
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