No hay día de Reyes sin roscón
Las familias de Pontevedra se lanzaron durante los dos últimos días a la compra de este tradicional postre
Los precios este año en las panaderías y pastelerías de la ciudad se movieron entre los 21 y los 24 euros el kilo

La propietaria de la confitería Solla entrega roscas por encargo a sus clientes. / RAFA VÁZQUEZ
Las pastelerías y panaderías pontevedresas fueron un no parar tanto el domingo día 5 como este lunes. Las colas en algunos de los establecimientos eran bien visibles desde la calle y los encargos, en muchos casos, eran la única forma de garantizarse un buen roscón para disfrutar con la familia.
Hay que remontarse a la época romana para conocer el origen de la tradición de este postre que a día de hoy disfrutamos en el Día de Reyes. Parece ser que esta masa horneada en forma de rosco, que a casi todo el mundo gusta, se degustaba en las fiestas dedicadas al dios Saturno, cuando se celebraba la llegada de los días más largos tras el solsticio de invierno. Incluso en el siglo II ya se utilizaba el haba seca para nombrar «rey de reyes» al afortunado que le tocaba.
Muchos siglos han pasado desde entonces, pero la tradición, adaptada a la celebración religiosa relacionada con la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, sigue presente y raro es el hogar en el que una jornada como la de ayer no entra un roscón, o rosca, en casa. Y como los tiempos han cambiado, los hay tradicionales secos, rellenos de crema, nata, trufa... e incluso cubiertos de chocolate. Para todos los gustos.

Una trabajadora de Acuña muestra una rosca a un cliente. / RAFA VÁZQUEZ
Los precios se han movido este año en Pontevedra entre los 21 y los 24 euros el kilo. Los roscones más vendidos son los de un kilo, pero también hay opciones de medio kilo y, para los más golosos, o familias más grandes, los de kilo y medio. En cuanto a los rellenos, los precios suben y van desde los 26 a los 29 euros en función del establecimiento.
En la panadería Xeve son todos unos expertos en el tema de la rosca, «ya que todo el año vendemos la de un cuarto de kilo». Por estas fechas, amplían a tamaños más familiares debido a la demanda.

Una trabajadora de Capri empaqueta una rosca rellena. / RAFA VÁZQUEZ
Por su parte, en la confitería Solla, donde la cola de clientes aguardando para recoger sus pedidos se prolongaba durante varios metros por la calle Michelena, venden, además, una especialidad de rosca «niza», en la que la masa lleva yema y almendra. Su propietaria destaca que «se comenzó a recibir el grueso de los encargos el sábado».
Asimismo, en Capri indican que «el domingo 5 fue el día de más pedidos, porque mucha gente ya lo quería tener hoy (por ayer lunes festivo) en casa para desayunar».
Por lo general, en el interior de los roscones de Reyes se esconde alguna sorpresa, desde la figurita de los Reyes Magos hasta la tradicional haba. También se han recuperado los premios en metálico, como en la panadería Acuña, donde algunos afortunados estos días se encontraron en medio de la masa billetes de 500 euros, 100, 50, 20 ó 5.

Roscones en la panadería Xeve de la calle Peregrina. / RAFA VÁZQUEZ
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