Vorágine de compras para Nochebuena
La víspera de Nochebuena la gente se echó a la calle a la búsqueda del mejor surtido de embutidos, marisco fresco, un buen capón y las ramas verdes más llamativas con las que decorar la casa. Todo para hacer que el menú de esta noche derrita hasta el paladar más exigente y crear el ambiente navideño más espectacular en casa.
Lo de ayer fue una auténtica locura. Si las calles estaban llenas de gente, no menos los comercios, especialmente los dedicados a alimentación. No cabía ni un alfiler en algunas de las más reconocidas tiendas gourmet. Tampoco en las pastelerías de Pontevedra, donde colas interminables salían a la calle. Y en las que la gente, aguardaba con algo de impaciencia por si cuando les llegase su turno no quedaba la tarta que estaban buscando.
Con los precios de algunos productos por las nubes, como los del mar o el cordero, no parecía que fuera un problema a la hora de comprar. Nadie quería dejar escapar la mejor pieza, el producto que hiciera las delicias de los invitados de esta noche. Y, desde el otro lado del mostrador, quienes atendían a la nutrida y continua clientela no daban abasto. «Espera, que ahora no puedo hablar». O «dame un momento que termino de atender a estas personas», era a frase más repetida entre los angustiados tenderos que veían cómo sus comercios no conseguían achicar gente por más que salieran personas.
A pesar de ello, el ambiente era festivo y alegre. Los nervios de tener que abarcar a tantas personas en el servicio no dejaron que se perdiera la sonrisa y las ganas de atender lo mejor posible, de manera general. No era para menos, para muchas de las tiendas del comercio local las ventas generadas estas fechas suponen casi el triple de lo que suelen hacer un mes normal. Así que, ataviados con sus mejores galas, sonrisa en la cara y un surtido bien dispuesto y más variado de lo habitual, iban de un lado para otro haciendo paquetes y envolviendo productos.
Mientras, los clientes no dejaban de preguntar y tocarlo todo. A veces la sensación en algunas tiendas era como estar en una gran juguetería, donde los juguetes son anchoas del Cantábrico de la mejor selección o jamón cinco jotas, y los adultos no podían evitar cogerlo todo, mirarlo todo y hacer cuentas con sus acompañantes a ver si era posible gastar un poco más en algo que solo con mirarlo entraba por los ojos.
Y si eso que se andaba buscando, encima estaba colocado como listo para comer, mejor que mejor. Como en la chocolatería Late Late, donde era difícil controlar las manos para no coger un poco de turrón de avellanas, como haría cualquier niño travieso. «No paramos», decían Estefanía y Nuria. Estaban al pie del cañón mientras todo el mundo preguntaba por curiosidades variadas.
Como los paquetitos especialmente creados pensando en ese cuñado molesto. «Se ruega no tocar los huevos», reza el lema de una cajita donde seis huevos de chocolate negro estaban dispuestos como lo harían unos huevos de gallina en su huevera. «Estas cajas son de las que más se lleva la gente, les hace gracia», decían ellas. Mientras, le daba la risa a una familia a ver una ‘caca’ de chocolate con ojos. «La verdad, no sabía qué mierda regalarte...», pone en su particular cajita. El caso es que la familia se hizo con ella. Y no fueron los únicos porque no solo representa un detalle, es una manera de alegrar a quien se agasaja con un poco de humor. Eso sí, hay que saber a quién le va a hacer gracia, si no, puede ser un error garrafal.
Además de las chocolaterías y las pastelerías, era fácil caminar y ver fruterías llenas. La búsqueda más preciada para ofrecer un postre sabroso después de turrón y polvorones es la piña. «La sirven fresca, recién cortada, sin azúcar ni añadidos», dicen los fruteros. Creen que es porque los dulces de Navidad están hechos a base de almendra y otros frutos secos y resultan muy densos, después de una cena tan copiosa como la de Nochebuena. También porque «no a todo el mundo le gusta el dulce». Así que en estas fechas cada vez son más los que se han aficionado a eso de poner fruta y listo.
Pero más allá de carnicerías y pescaderías abarrotadas y otras tiendas de alimentación, especialmente gourmet y de bebidas, eran las floristerías las otras grandes protagonistas. Influidos por el ambiente en las propias tiendas, muchas de ellas decoradas con primor. Y lo que algunos muestran en sus redes sociales, cada vez son más las personas que disfrutan añadiendo un toque navideño en casa a partir de guirnaldas y centros de mesa hechos con ramas de árboles naturales. Así que, además de flores (las rosas fueron de las más solicitadas, especialmente las amarillas), fue el verde de especies como: pino, magnolio, eucalipto y acebo (con sus llamativas bolitas rojas que tanto evocan a la Navidad), los que volaron. Un esfuerzo, especialmente realizado por las madres y abuelas, para que esta noche sea inolvidable.
«Buscan capón y cordero. Y los mayores llana y jarrete»
En las cenas de Navidad no puede faltar un plato donde la carne sea la protagonista. «Buscan cordero lechal, aunque hay poco y ha subido un poco el precio. Y capón, gallo o pularda. Los clientes más mayores todavía prefieren los guisos y me piden jarrete y llana», cuenta José. Desde el mostrador de su carnicería muestra orgulloso su producto, procedente de granjas de a comarca y otros puntos de Galicia.
«Hay producto fresco y lo habrá para el 31 y Reyes»
La Plaza de Abastos tuvo ayer un rico surtido de pescado y marisco de la Lonja de Vigo. También nécora, camarón, mejillones y centolla. «Fue una venta rara porque es lunes, pero los barcos salieron al mar y tenemos mercancía fresca. Y la tendremos para el 31 y Reyes también», avisa Manoli. «Lo que buscan son cigalas, porque sin ellas no hay Navidad. Y camarón», dice María José mostrándolos vivos y enormes.
«La gente quiere tartas frías en lugar de pasteles»
No hay cena sin postre y en las pastelerías ayer era difícil entrar. Capri fue una de las más concurridas. «Lo que más nos demandan es la tarta de fresas con nata, el milhojas de merengue y sobre todo, en la víspera de Nochebuena el dragón de mazapán con escamas cocidas en almíbar. Buscan tartas frías en lugar de pasteles. Este año la gente se apresuró a comprar y son unas navidades fuertes», explicaba ayer Menchu.
«Lo que más nos piden es embutido, vino y moscovitas»
Con un pasillo lleno, en Juncal no se sabe dónde empieza y dónde acaba la cola. «Las ventas en diciembre son como las que hacemos en tres meses. Lo que más nos piden son embutidos, vino y moscovitas», comenta Roberto Juncal, en el breve momento que queda libre. Como en un gran bazar, la gente busca y rebusca. «¿Es para usted la almendra?». «Busco tomillo». «Esas son las anchoas que quería»... Se podía oír.
«No todos ponen turrón de postre, nos solicitan piña»
Cada vez hay más personas que se animan a ofrecer un postre a base de fruta que aligere las compidas copiosas porpias de Navidad. «Muchísima gente coge piña para el postre. También nos piden cerezas y uva», explica María, dueña del puesto de frutería en el Mercado Municipal. Asegura que en los últimos añós la tendencia está cambiando. «No todo el mundo pone los clásicos turrones o polvorones. Prefieren fruta».
«Se llevan magnolio y acebo para los centros»
Si hay algo que funciona para crear un ambiente navideño es llenar la casa de plantas en verde y rojo. Ayer, las floristería de la ciudad vendían flores y mucho, mucho verde. «Tenemos pino, eucalípto, acebo, magnolio... La gente nos encarga centros para la mesa de Navidad», decía ayer Clara mientras atendía a unas señoras. «También les gusta llevárselo suelto para hacer los centros y guirnaldas ellas solas en casa».
Suscríbete para seguir leyendo
- Asociaciones y estudiosos piden que se impida el derribo del último alfolí
- Los vecinos, con el alcalde de Poio, desalojan la casa ocupada en Combarro
- Un terremoto con epicentro en Barro se siente en media Galicia
- Un seísmo de 3,2 grados con epicentro en Barro se siente en 200 localidades gallegas
- El condenado por el crimen de Jéssica Méndez en Barro pide su absolución: 'Lo más probable es que me quedase dormido
- Lores ofrece a Caballero un 'frente común' por la gratuidad de la AP-9 entre Pontevedra y Vigo
- Absuelto un jefe de un super pontevedrés al no quedar 'acreditado' que acosase sexualmente a una empleada
- El escritor Manel Loureiro y los servicios de Dermatología y Digestivo del CHOP, premios Cidade de Pontevedra