Entrevista | Gervasio Sánchez Reportero y fotógrafo de guerra
«La guerra enseña a desconfiar de los seres humanos»
«Quienes matan en las guerras son personas como nosotros, como usted y como yo, no son sanguinarios, locos, enfermos...» constata Gervasio Sánchez, uno de los grandes reporteros y fotógrafos de conflictos de la historia española y uno de los que lamenta que este país sea una potencia mundial en la venta de armas.
Las “Conversas con arte” que promueve la Diputación de Pontevedra continuarán este lunes en el Pazo Provincial con una charla con Gervasio Sánchez, uno de los grandes referentes del periodismo de guerra y la fotografía española.
¿Recuerda su primer contacto con la fotografía?
Mi primer contacto fue ver a mi padre, que tenía una cámara y nos hacía fotografías cuando éramos pequeños. Las tengo guardadas, pero la verdad es que empecé en la fotografía bastante tarde, con 20 años me compré mi primera cámara, y hay una fotografía de mi familia en la que está mi padre y no estoy yo, lo cual indica que seguramente era yo el fotógrafo, porque era el hermano mayor.
¿Fue un fotógrafo vocacional o más bien llegó a ello por casualidad?
Yo hice Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, y durante los 5 años de Periodismo jamás recibí una clase de fotografía, jamás hice un curso de fotografía.
¿Dónde aprendió?
Todo lo que sé de fotografía lo aprendí, primero, con el dueño de un restaurante de playa en el que yo trabajaba desde los 15 años, que fue el que me llevó a comprarme mi primera cámara y me enseñó lo fundamental, sobre todo la relación entre la velocidad y la apertura del diafragma. Y también me enseñó a encuadrar y enfocar. Las primeras clases me las dio él, y después fue aprendiendo sobre la marcha viendo a otros fotógrafos trabajar, cometiendo muchísimos errores e intentando mejorar.
¿Cómo llegó a ser un reportero de guerra?
Hice Periodismo porque quería viajar. Coleccionaba sellos y soñaba con viajar a los lugares de mis sellos y pensé que el periodismo sería el camino, así que con 15 años ya decía que quería ser periodista para viajar. Durante el bachillerato empecé a leer periódicos, iba al instituto con periódicos debajo del brazo, al principio deportivos y con el paso del tiempo empecé a comprar los de información general y a leer crónicas. Estoy hablando de mediados de los 70, años que coincidieron con la muerte de Franco, el inicio de la transición y había muchos medios que estaban naciendo, era un momento de gran interés por la información. Así empecé, y cuando llegué a la universidad tenía clarísimo que quería hacer periodismo de conflictos.
¿Se ha arrepentido muchos veces?
No, arrepentirme no, me arrepiento a veces de que el periodismo que se debería hacer en nuestro país debería ser mucho más serio, mucho más vinculado al derecho a la información y menos interesado en garantizar los intereses ajenos al periodismo, como son los intereses políticos, los empresariales y los bancarios, esa vinculación de casi todos los medios de comunicación, por no decir todos, con partidos, bancos y empresas. Entonces tu vas a cubrir una guerra, un conflicto armado, en el que ves a la gente morir muchas veces sin saber por qué mueren, ves a compañeros heridos, que se mueren o sufren traumas, y resulta que los directivos de los medios, directivos y gente vinculada a todo lo que es el sistema de un medio, están relacionados con gente foránea al interés informativo. Eso te hace alarmarte y te hace pensar si vale la pena seguir haciendo periodismo.
Y tampoco le anima la respuesta ciudadana
Hay una grandísima pasividad por parte de la ciudadanía. Cubro conflictos armados desde los 80, llevo más de 40 años haciéndolo, y llegas de un conflicto y ves que a tus jefes, compañeros, amigos, familiares ni les interesa. Ves una gran pasividad que es lo que hace que muchas veces los políticos hagan lo que quieran sin tener en cuenta la opinión pública, que en muchos temas es inexistente.
Y los nuevos medios no han venido precisamente a ayudar
No, no, quien diga que los nuevos medios han venido a ayudar está mintiendo. Pero da igual que sea un medio que se considere progresista que otro conservador, otro que solo hace basura, u otro que intenta generar interés por lo que se llama ahora fake news y que siempre fueron mentiras. Pero hay que recordárselo continuamente a los medios: los primeros que ejercieron la mentira en el periodismo no fueron los nuevos medios digitales, sino los periódicos tradicionales, las televisiones y las radios tradicionales. Esta vinculación vergonzosa entre intereses mediáticos, políticos, económicos y bancarios empezó poco después de la transición, a partir de los primeros 80… Hay una cosa que se llama hemeroteca y que refleja muy bien lo que ocurrió: si quieres saber lo que ocurrió en la época de Felipe González o de Aznar con que te vayas a los diarios antagonistas vas a ver lo que sucedió.
Participará en la Bienal de Arte de Pontevedra
Pues sí, me ha invitado a la Bienal de Pontevedra y me hace mucha ilusión poder participar. Estoy muy contento de que me hayan elegido y de que una ciudad apostada en la esquina del estado español pueda hacer una bienal muy importante. Yo amo profundamente las cosas que ocurren lejos de las grandes capitales, muchas veces me importa poco lo que pasa en Madrid o Barcelona y prefiero las cosas de otros lugares. Y creo que la actitud de Pontevedra y el hecho de que haga una bienal es una gran noticia para la fotografía contemporánea, para la ciudad, Galicia y España en su totalidad. La Bienal va a poder atraer a muchísima gente y, dicho irónicamente, no solo para ver las luces de Navidad de Vigo sino otras cosas.
Tanto la Bienal como su intervención en “Conversas con arte” girarán en torno a los conflictos bélicos ¿se aprende algo en la guerra? ¿Enseña algo?
La guerra enseña a desconfiar de los seres humanos. Quienes matan en las guerras son personas como nosotros, como usted y como yo, no son sanguinarios, locos, enfermos, casi el 100% de la gente aseguraría que no violaría, no mataría, no cortaría brazos, y en cambio esas cosas pasan en la guerra. Uno ha llegado a la conclusión de que en la guerra es difícil encontrar a personas que prefieran morir antes que matar, la mayoría de los que yo he conocido mata por no morir, y yo haría lo mismo en esa tesitura. Y después lo más espantoso es que la guerra desde el minuto 1 es un gran negocio: Felipe González vendió armas a Irán e Irak, Zapatero sextuplicó la inversión, Rajoy la dobló… España está en la champions League de la venta de armas, es una vergüenza.
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