Entrevista | David Torres Nutricionista

«Nos falta tanto educación nutricional como motivación»

Legumbre 360º es un taller que promueve la autoestima culinaria, la economía, la dieta mediterránea y la nutrición intuitiva desde edades tempranas. Fue presentado ayer por el nutricionista David Torres en una sesión donde profesionales aprendieron la metodología para replicarla en iniciativas comunitarias

David Torres en la sesión técnica de la Casa Azul. |  Gustavo Santos

David Torres en la sesión técnica de la Casa Azul. | Gustavo Santos

Gala Dacosta

Gala Dacosta

Según la Sociedad Española de Diabetes, 2 de cada mil niños del país están diagnosticados con esta enfermedad. Para el nutricionista del Centro de Salud Virgen Peregrina David Torres, es fundamental la prevención y la motivación, no solo enfocada en los niños, sino también en sus padres.

-¿En qué consiste este taller Legumbre 360º?

-Es una sesión que podría llamarse una «formación para formadores», sobre un taller que venimos diseñando desde el año pasado en el que se tocan muchas cosas, desde la alimentación hasta hacer recetas improvisando. Entremedias, esto también tiene un enfoque social.

-¿Cómo se ha diseñado el taller?

-Está diseñado desde un punto de vista nutricional, es decir, que ha sido calibrado para que haya que cumplir ciertas reglas. La idea es que el plato de legumbres que invente cada persona cubra la mayor parte de las necesidades que tenemos.

-¿Los españoles no tomamos bastantes legumbres?

-No, además se toma demasiada sal, muchos alimentos ultraprocesados y la legumbre que se come suele asociarse a productos cárnicos. Es decir, como acompañamiento.

-¿Es solamente teórico?

-No, hoy (ayer) es una presentación técnica pero tenemos con nosotros al espacio Vía Nai, que va a hacer una demostración con los distintos elementos. Para que sea práctico hace falta tiempo y antes queremos que los profesionales se queden con los objetivos y con las herramientas de forma que luego puedan replicarlos en entidades o colectivos.

-Usted trabaja en el Centro de Salud Virgen Peregrina como nutricionista, ¿qué es lo que ve en su día a día en sus pacientes pontevedreses?

-Veo de todo. Hay enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación, diabetes tipo 2, colesterol, triglicéridos, lipidemias, obesidad, sobrepeso, trastornos de la conducta alimentaria de distintos tipos...

"La falta de motivación es común a todos los estratos sociales"

-En el taller hablan de economía como una de las partes del empoderamiento alimentario, ¿está relacionado el estrato social de la persona con sus problemas de alimentación?

-No. La falta de motivación es común a todos los estratos sociales, y al final falta tanto educación nutricional como, sobre todo, motivación. Esto es porque todo el mundo conoce perfectamente la teoría de la buena alimentación, me dicen: «David, yo me sé la teoría, pero no consigo aplicarla».

-Tomar conciencia y llevar una nutrición adecuada tiene un componente psicológico importante.

-Exactamente. Hay gente que parece que necesita una especie de control o de apoyo por parte de un profesional. Luego, también hay gente que lo que necesita es una educación alimentaria, sí, pero hay muchos que ya la tienen. Cuesta aplicar en el día a día todo lo que uno sabe sobre tener buena salud.

-España es ya el segundo país de la Unión Europea en pacientes diabéticos, solo después de Alemania. En los niños también hay un número elevado de casos, ¿cómo se puede prevenir?

-Trabajar con los padres es esencial. Al final, son los que están dando ejemplo a los niños porque en la infancia, al final las neuronas espejo están adquiriendo esa información.

-Pero los pacientes realmente son los niños, cuya salud está en juego.

-Sí, pero hay niveles. Lo mejor para los niños es que no sean ellos quienes entren en la consulta, en la medida de lo posible, y que se trabaje con ellos en contextos preferiblemente lúdicos y pedagógicos. La clave de la alimentación de los más pequeños es trabajar con los padres. Para eso, lo que tenemos que hacer es ver cuáles son los hábitos de los padres porque son quienes tienen poder para modificar los de sus hijos. Desde ahí, desde el ejemplo, es donde debemos empezar a trabajar.

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