El Día de Difuntos, jornada «grande» de las floristerías

Bea Solla es una de las trabajadoras de la Florería Loli Torres. |  Rafa Vázquez

Bea Solla es una de las trabajadoras de la Florería Loli Torres. | Rafa Vázquez

Gala Dacosta

Gala Dacosta

Una vez más, esta semana es la más ajetreada del año para las floristerías: ni San Valentín, ni el Día de la Madre le ganan. Tanto es así que algunas placeras han colgado, a cinco días de Difuntos, carteles de «No aceptamos más encargos». Es el caso de Flores Clara, donde aseguran que no dan abasto, o de la Florería Loli Torres.

En este último puesto del mercado indican que la gente «es de esperar hasta el último momento» y por ese motivo acaban juntándose la mayoría de los encargos florales. Una de las trabajadoras, Bea Solla, cuenta que «muchas veces hay que decir que no, porque no damos con tanta carga de trabajo». Y aunque no sabe decir cuántos arreglos florales se han reservado por ahora, estima que han sido bastantes decenas. De hecho, hay floristerías que cierran varios días para dedicarse enteramente a elaborar los arreglos que les encargaron, y solo abren para entregarlos a sus clientes.

En el caso de la plaza de abastos, suelen cerrar las reservas alrededor del día 25 de noviembre porque, a pesar de que los hay de última hora, «muchos clientes reservaron hace un mes». Aunque siempre se elaboran sobre todo ramos y centros florales, hay una curiosa novedad que se ha ido extendiendo los últimos años: «Como tenemos algunos accesorios, nos piden para hacer sus propios arreglos». De este modo, en algunos puestos empezaron a vender desde esponjas hasta tarrinas para facilitar el «do it yourself» de este segmento de la clientela, generalmente mujeres de más de 50 años.

Y en cuanto al precio de los arreglos elaborados por las propias floristerías, como es habitual, varían en función del tamaño: van desde los 20 euros los más discretos hasta los 80 los más grandes de todos. Por supuesto, «depende de qué flores se lleven. Las rosas, por ejemplo, son de lo más caro», y otras flores como el clavel o la orquídea también tienen altísima demanda.

Por otro lado, los ramilletes de margaritas son otra alternativa que coge fuerza y resulta menos aparatosa en los cementerios. Pero, sin duda, lo que más se pide este año es el crisantemo, la variedad más codiciada por el Día de Difuntos, que muchos puestos llegan a vender incluso sueltos.

En Flores Clara no aceptan más encargos. |  Rafa Vázquez

En Flores Clara no aceptan más encargos. | Rafa Vázquez

El crisantemo es una flor sencilla y poco olorosa, comentan algunas trabajadoras de la plaza, y la mayor parte de los clientes las quieren blancas, aunque los hay que quieren dar «un toque de color». De algún modo, esto también permite que el cementerio se convierta un lugar menos triste por un día.

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