El espíritu de la Casa Vieja revive en Marcón

Foto de familia de asistentes al reencuentro del viernes en la Casa Cultural de Marcón

Foto de familia de asistentes al reencuentro del viernes en la Casa Cultural de Marcón / Rafa Vázquez

Pontevedra

El 17 de septiembre de 1988, un sábado, tenía lugar la primera de la fiestas de un grupo de vecinos y amigos de Marcón en «la Casa Vieja», una vivienda unifamiliar propiedad de la familia de dos de estos jóvenes, los hermanos Berto y Marcos, que se convertiría en todo un símbolo de varias generaciones de pontevedreses. Comenzaron juntándose chavales de los lugares de A Barcia, A Ermida y A Cardosa, en la parroquia, pero terminó siendo un punto de encuentro conocido también en el centro de la ciudad, de modo que asistir a alguna de aquellas reuniones era garantía de pasárselo bien. Bastaba decirle a un taxista de Pontevedra que se quería ir «la Casa Vieja» para que enfilase rumbo a esta edificación, en la carretera PO-532, que a día de hoy sigue en pie.

Foto de familia de asistentes al reencuentro el viernes en la Casa Cultural de Marcón. |  Rafa Vázquez

Algunos de aquellos jóvenes en la Casa Vieja / Cedida

Muchos de aquellos chavales, que entonces tenían 14, 15, 16 años... se juntaron el pasado viernes en la Casa Cultural de Marcón para recordar viejos tiempos y reencontrarse, en algunos casos después de varios años sin verse. Igual que en esas décadas de los ochenta y los noventa, volvieron a disfrutar de la compañía, pero también tuvieron su momento emotivo para echar de menos a los que ya no están: Mónica, Berto y Víctor (Magariños), los tres fallecidos en los últimos años.

En uno de los «rallyes» a los que acudían. |  Cedida

En uno de los «rallyes» a los que acudían. | Cedida

Puri Justo, José Acuña y Carlos Pesqueira formaron la «comisión organizadora» de este evento, al que asistieron más de 40 personas, muchas de ellas parejas formadas en la propia «Casa Vieja», convirtiéndose en matrimonios con los años.

Construcción de la nueva Casa Vieja. |  Cedida

Construcción de la nueva Casa Vieja. | Cedida

«Carlos me propuso hace tiempo que nos reencontrásemos todos con motivo de que muchos ya cumplían los 50, y nos pusimos a ello», explica Puri Justo, que preparó varias sorpresas especiales para la ocasión. Así, en el centro cultural hubo espacios que les hicieron viajar en el tiempo, como una moto Vespa, un «photocall» con cartelería alusiva a aquella época y hasta un espacio de peluquería de caballeros.

«La Casa Vieja era una casa que no estaba habitada y que nosotros acondicionamos convirtiéndola en un tele club, un punto de reunión. Teníamos dos televisores, uno en la que funcionaba el sonido y otro con solo imagen. Los encendíamos a la vez y quedábamos para ver Son Goku, la serie de anime. Pero también jugábamos al ping-pong, a las cartas, íbamos a rallyes, a San Cibrán, fumamos nuestro primer pitillo...», explica Javier Pazos, uno de esos jóvenes de entonces.

Poco a poco fueron celebrando fiestas en fechas especiales como el San Xoán o cumpleaños, primero con la asistencia solo de los del grupo original y después con invitados, llegando a numerosos jóvenes del centro de Pontevedra.

Madurando juntos

«Fue una época muy bonita que todos recordamos con cariño, porque eran unos años difíciles por el tema drogas en Galicia y nosotros allí nos formamos como personas. Si hubiésemos estado en Pontevedra en esa época, a lo mejor alguno de nosotros ahora no sería lo que es, porque aquello fue una tabla salvavidas para muchos. Hacíamos piña y nadie se hacía daño. Estuvimos allí hasta mediados de los noventa», manifiesta José Acuña.

Como todo llega a su fin, tuvieron que dejar esa vivienda por cuestiones de seguridad, por lo que se pusieron manos a la obra a construir ellos mismos otra en el terreno de la familia de otro de los jóvenes, Alberto. Pero tras varios años en funcionamiento, un incendio provocado puso fin a esta iniciativa rozando el año 2000. Con ella moría «la nueva Casa Vieja», pero no el espíritu con la que fue levantada, que este viernes revivió en la Casa Cultural de Marcón.

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