Se disparan las agresiones en el CHOP, con 49 en el primer semestre del año

En el mismo período de 2023 fueron 30, un 63% menos | El Hospital Provincial de Pontevedra acoge una jornada con la Policía Nacional a instancias del sindicato de enfermería SATSE

El interlocutor policial para Pontevedra y O Salnés, Manuel Barreira, se dirige a los profesionales.

El interlocutor policial para Pontevedra y O Salnés, Manuel Barreira, se dirige a los profesionales. / GUSTAVO SANTOS

Pontevedra

El incidente violento que un paciente del centro de salud Virgen Peregrina de Pontevedra protagonizó el pasado mes de septiembre, cuando agredió al personal sanitario y rompió una puerta de cristal, fue la gota que colmó el vaso y que llevó al sindicato de enfermería SATSE a solicitar a la gerencia del área sanitaria unas jornadas instructivas sobre la actuación ante la violencia física y verbal en el entorno laboral. Ayer tuvo lugar en el Hospital Provincial la primera de ellas, con éxito en la cifras de inscritos (un total de 90) y el próximo martes, 29 de octubre, se celebrará la segunda (que ya roza los 70 asistentes confirmados, y subiendo).

Solamente en el primer semestre de este año, se produjeron en el distrito sanitario de Pontevedra 49 agresiones a profesiones, un número que no deja de aumentar, ya que en el mismo período de tiempo del pasado 2023 habían sido 30, es decir, que se han incrementado más de un 63%.

El inspector jefe e interlocutor policial territorial para el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, Manuel Barreira Cardoso, acompañado de otros efectivos del cuerpo de la Policía Nacional, explicaron ayer a los trabajadores diversas técnicas y herramientas de comunicación para la prevención de conductas violentas en el ámbito sanitario o su gestión en caso de que tengan lugar.

«Ya llevábamos un tiempo con este tema a vueltas. A raíz de la agresión muy gorda en mayo a un enfermero en Vigo, que se cayó al suelo e incluso lo patearon, comenzamos el contacto con el Interlocutor Policial Sanitario en esa área sanitaria. Cuando tuvo lugar el caso del Virgen Peregrina, que fue muy seria también , ya que el agresor empujó a uno de nuestros compañeros y se rompió la puerta, ya nos planteamos que las agresiones sanitarias, que siempre las ha habido, se han incrementado y están siendo físicas», explica a FARO Emma Rodríguez, secretaria provincial del sindicato de enfermería SATSE en Pontevedra.

Y es que la violencia de tipo verbal hacia los trabajadores de la sanidad pública, «por desgracia, ya le hemos hecho cotidiana, porque es algo que no ocurre solo en nuestro sector, sino en muchos». «Nosotros teníamos cierta tolerancia con las agresiones verbales porque como estamos trabajando con un tipo de paciente delicado, vemos muchos casos desesperados de personas desesperadas. Al final, ya no lo considerábamos como una agresión porque eres consciente de que no hay una finalidad de faltar al respeto, sino que se siente desbordado», aclara.

Es esa actuación de «psicólogos de los pacientes» que no se enseña en las facultades de profesiones sanitarias pero que se acaba aprendiendo con la experiencia en el día a día. «No nos forma nadie, pero te forma la profesión y el haberte llevado más de un disgusto», asegura Emma Rodríguez.

Se cruza la línea en el momento en que «se utilizan insultos, vejaciones y el trato es totalmente denigrante».

«Es todo un poco de reflejo de cómo está ahora la sociedad. La pandemia nos dejó marcados. Ya sospechábamos que íbamos a pasar de los aplausos a las tortas, de ser los héroes a villanos», se lamenta esta enfermera.

Pone como ejemplo la paciencia de los usuarios para ser atendidos por sus médicos de cabecera: «Mientras que antes valoraban que se parase con sus pacientes, ahora ya se quejan si echa veinte minutos con los enfermos».

Refuerzo de la seguridad

Los datos que SATSE maneja sobre casos de agresiones en el distrito sanitario de Pontevedra, facilitados por la propia gerencia del complejo hospitalario, aumentaron un 63% desde el año pasado. «Entre Atención Primaria y Hospitalaria, llevamos 49 agresiones en el primer semestre del año, frente a las 30 del año pasado. Tanto es así que la dirección del hospital se ha visto obligada a reforzar la seguridad en puntos calientes, como el centro de salud Virgen Peregrina de Pontevedra o los PAC (punto de atención continuada), como el de A Parda», informa Emma Rodríguez. «No es un orgullo decir que de los nueve PAC que hay en toda Pontevedra y O Salnés se hayan puesto cámaras en ocho de ellos».

«Esto se está yendo de las manos, por eso contactamos con la Policía Nacional , sobre todo porque a mí nadie me ha enseñado cómo manejar a un paciente agresivo. A mí me han enseñado Biología, Farmacología, Nutrición... pero no el lenguaje corporal para evitar una agresión», manifiesta la secretaria provincial de SATSE.

Las claves en cada caso

En la primera de las jornadas celebrada ayer en el Hospital Provincial, la Policía les dio las claves a tener en cuenta cuando vaya a tener lugar una agresión.

Es fundamental tener una vía de escape, tener distribuido el mobiliario de modo que no se pueda producir un arrinconamiento, que si se ve que el paciente o el acompañante «se está calentando» llamar inmediatamente al personal de seguridad o a un compañero. «Nunca se debe hacer frente al agresor ni contenerlo; en todo caso se debe llamar a la Policía cuanto antes», es el resumen de lo que se nos ha explicado.

El problema afecta a tantos trabajadores de la sanidad pública que en dos días el aforo, de 90 personas, estaba lleno. Para la próxima sesión de la semana que viene, ya están cubiertas casi el 80% de plazas.

La importancia de denunciar

Dado que el problema en este sector se ha detectado hace años, la propia dirección del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés decidió iniciar un registro de incidentes, a través de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales.

Esas 49 registradas son muchas más, ya que no todos los profesionales sanitarios denuncian, tal es la costumbre de haber asumido la violencia como algo normal.

«Lo que sí sabemos es que a nivel España hubo 14.700 agresiones el año pasado. De ellas, 2.335 fueron físicas. La mayoría de estas se producen con personal de enfermería, por ser las que están a pie de cama del paciente. El problema es que de esas 14.700 solo se denunciaron ante la Policía Nacional 315. De ahí la importancia de estas jornadas, para que los trabajadores se conciencien de que hay que denunciar», concluye Emma Rodríguez.

¿Qué hacer ante una grabación no consentida?

Entre otras cuestiones, en la jornada estuvo una persona experta en ciberseguridad, para saber qué hacer con las grabaciones.

«Ahora de repente nos graba todo el mundo. Yo tengo que saber hasta qué punto puedes grabarme o no. Así hemos sabido que un individuo no puede difundir lo que graba en una consulta», explica Emma Rodríguez, secretaria provincial de SATSE en Pontevedra.

Así, se informó a los profesionales sanitarios que si detectan que se está produciendo una grabación, que deben llamar a la Policía Nacional para que se persona en el centro sanitario e identifique a ese usuario, «porque en el momento en que ese vídeo acabe en redes o se difunda, al estar esa persona identificada sí se puede aplicar una sanción administrativa».

«Hemos tenido que llegar a este punto, a que tenga que venir un experto en ciberseguridad», se lamenta la portavoz del sindicato de enfermería.

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