El mejor verano posible, sin barreras

Una veintena de jóvenes con discapacidad visual de toda España disfrutan en Pontevedra de los cursos estivales de la Once

Inglés y deportes acuáticos, las actividades preferidas

El director general de Inclusión Social de la Xunta, Arturo Parrado, con los jóvenes.

El director general de Inclusión Social de la Xunta, Arturo Parrado, con los jóvenes. / GUSTAVO SANTOS

Pontevedra

Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Aragón... jóvenes con discapacidad visual de todas las comunidades autónomas se congregan durante el verano en los cursos que la Once organiza en sus centros. Entre ellos, el de Pontevedra, que suele ser uno de los más solicitados por los chicos y chicas participantes.

Aquí, en el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ciudad, los campistas, de entre 12 y 17 años, llegan para perfeccionar su inglés, aprovechando la ocasión para volver a coincidir con amigos de otras ocasiones. Elementos como la convivencia, el ocio y el aprendizaje afloran en las estadías que la Once organiza durante todo el verano en la Boa Vila, que hoy recibieron la visita del director general de Inclusión Social de la Xunta, Arturo Parrado.

“Llevo cuatro años viniendo. Me lo estoy pasando muy bien. Todo lo que hacemos es muy divertido. Tenemos un profesor muy majo, muy gracioso. Galicia acoge mucho”, reconoce Jakes, que se desplaza desde Hondarribia (Guipúzcoa) para disfrutar durante dos semanas en las Rías Baixas con amigos de toda la geografía española.

“Aprendes y juegas a partes iguales y te lo pasas muy bien. Es mi segundo año y siempre digo que me arrepiento de no haber venido antes. Me queda otra vez más, pero estoy muy contenta. Es un campamento muy acogedor y hay mucha unión”, destaca Ana, residente en Jaén.

En ese sentido, los participantes en el cursillo veraniego de la Once reconocen que esperan durante todo el año a que esta oportunidad llegue, pensando ya en los reencuentros con amigos y amigas de otros veranos.

“Por los grupos de whatsapp que creamos siempre nos escribimos para saber cuándo salen las listas, porque para hacer el examen salen tres o cuatro meses antes. Siempre decimos a ver quién se ha presentado. Porque hay compañeros que los ves año a año. Es muy bonito ver a gente de cada año en la misma quincena. Vivir de nuevo otro campamento diferente pero igual, porque es esa esencia que tiene Pontevedra y el campamento”, añade Ana.

“Es muy bonito porque hay gente con la que solo te reencuentras en este campamento y esa gente te recuerda a ese campamento en concreto”, subraya su amiga Diana.

A mayores de las clases de inglés, todos destacan el calendario de entretenimiento y diversión que se crea en torno a la parte lectiva. “Vamos a la playa, salimos... este sábado hemos hecho remo y el domingo fuimos a Santiago de Compostela por la mañana y a Combarro por la tarde”, recuerda Jakes.

Participantes, monitores y autoridades, en el jardín del CRE. |   // FDV

Participantes, monitores y autoridades, en el jardín del CRE. / FDV

“Incluyen actividades muy cooperativas, de ayudarnos unos a otros. Por las tardes, se hacen juegos aquí. Siempre todo muy adaptado”, concluye Ana.

Los campamentos de inglés que el CRE alberga en Pontevedra son una de las 24 actividades escolares que forman parte del verano formativo de la Once, en las que participan cerca de 730 niños y adolescentes afiliados.

En total, 126 jóvenes participan en los cursos intensivos de inglés, además de una decena de becarios para realizar un cursillo en el extranjero. A ellos, se suman también campus deportivos y actividades para la mejora personal.

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