El impacto de las borrascas en la ciudad: el 25% de sus viviendas tiene problemas de humedades

“Nos requieren constantemente por ello”, constatan los administradores de fincas | Estas incidencias afectan a un total de 8.100 pisos y casas de la Boa Vila | Las filtraciones desde las cubiertas y terrazas, las más frecuentes

Obras de reparación en la cubierta de un edificio para corregir filtraciones.

Obras de reparación en la cubierta de un edificio para corregir filtraciones. / Gustavo Santos

Pontevedra

“Nos llaman constantemente por humedades”. “De lejos, las humedades”. “Aquí es algo generalizado: casi todos llaman por las humedades”. Las respuestas de los administradores de fincas se repiten tras un invierno de intensos temporales en los que estas empresas han llegado a tramitar hasta diez partes diarios ligados a estas incidencias.

El problema no es precisamente menor y afecta en estos momentos a más de la cuarta parte del parque inmobiliario de la ciudad, en concreto al 25,70% de los pisos y casas de la Boa Vila, un total de 8.100 viviendas, según los datos que traslada a FARO la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

Por su parte, los administradores coinciden también en que se trata de uno de los problemas más comunes en los edificios, con un arranque que parece “inofensivo”, como desconchados en la pared o marcas en los suelos de madera, pero que pueden derivar en un escenario de angustia para los propietarios, especialmente en estos momentos de lluvias que apenas cesan.

Los escenarios más frecuentes son las humedades por filtración, que en la mayor parte de los casos derivan de deficiencias en la impermeabilización del edificio. “En estas semanas que hemos tenido lluvias constantes el agua se filtra al interior” de las viviendas, explican los profesionales, mientras que si los chaparrones son muy intensos y cae mucha agua en poco tiempo las paredes de todo el inmueble “se ven muy afectadas si no están bien aisladas”.

Las cubiertas, las terrazas que no están debidamente impermeabilizadas, juntas de dilatación y muros en contacto directo con el terreno son los espacios que reportan un mayor número de estas incidencias.

“A veces, la solución es sencilla con unos pocos arreglos pero en otros casos se necesitan obras de más envergadura” para corregirlas, constatan desde Vecinos Administración de Fincas, una de las empresas que recibe a diario llamadas de los propietarios y presidentes de comunidades por estas humedades. “Aquí es algo generalizado puede ser que haya este año un incremento mayor, pero es muy habitual”, señalan sus profesionales.

Los administradores de fincas refieren que estas filtraciones por humedad derivan con frecuencia de que “hay bajantes o canalones obstruidos por hojas, nidos de gaviotas, ramas etc” o también porque hay una rotura puntual en la impermeabilización. Insisten en todo caso en la importancia de resolverlas con prontitud porque “pueden afectar después a cualquier punto del piso”

Los administradores refieren que estas filtraciones por humedad derivan con frecuencia de que “hay bajantes o canalones obstruidos por hojas, nidos de gaviotas, ramas etc” o también porque hay una rotura puntual en la impermeabilización. Insisten en todo caso en la importancia de resolverlas con prontitud porque “pueden afectar después a cualquier punto del piso”.

Este tipo de episodios “se producen en todo tipo de edificios”, no exclusivamente en los más antiguos, especialmente si éstos “tuvieron en los años anteriores un buen mantenimiento”, señalan desde Vecinos Administración de Fincas, cuyos profesionales destacan que la prevención “es clave para evitar estos casos”.

Los mismos escenarios refieren desde Administración Gesla S.L. “Fundamentalmente, nos llaman por humedades, es lo principal”, señalan sus técnicos.

En los casos de las humedades por filtración los administradores suelen encargar una impermeabilización más superficial o comprobar que se necesita la reposición total del tejado, si su estructura ha resultado dañada, lo que obliga a las comunidades de propietarios a un mayor desembolso.

Los propietarios de viviendas también reportan otro tipo de humedades derivadas de las canalizaciones de saneamiento (bajantes). En estos casos las manchas aparecen por filtraciones que pueden deberse tanto a una deficiente ejecución como a obras posteriores. Se identifican porque están localizadas en zonas de paramento horizontal y vertical próximas a sanitarios y otras zonas de agua, como lavaderos, y también en las áreas donde están encastradas estas tuberías, que tendrán que ser rehabilitadas.

Con las humedades por filtración, las segundas más frecuentes son las que se producen por capilaridad. “Estos episodios son más difíciles de arreglar”, trasladan a FARO varios técnicos que realizan este tipo de reparaciones en los edificios de Pontevedra.

Con las humedades por filtración, las segundas más frecuentes son las que se producen por capilaridad. “Estos episodios son más difíciles de arreglar”, trasladan a FARO varios técnicos que realizan este tipo de reparaciones en los edificios de Pontevedra. Señalan que estos daños tienen su origen en la estructura del edificio y se producen en áreas que frecuentemente tienen difícil acceso. “Lo más habitual es que aparezcan en los sótanos o los garajes”, explican

Señalan que estos daños tienen su origen en la estructura del edificio y se producen en áreas que frecuentemente tienen difícil acceso. “Lo más habitual es que aparezcan en los sótanos o los garajes”, explican, en edificios que se levantaron sobre terrenos con gran concentración de agua, como los situados en zonas de frecuentes inundaciones, caso de las calles Padre Gaite, Fernando Olmedo o en áreas del barrio de Campolongo más próximas al cauce del río Gafos.

Las humedades de este tipo “ascienden por las paredes desde el garaje, los sótanos o las bodegas”, señalan las mismas fuentes. Explican que “los propietarios pueden identificarlas porque se sitúan en las zonas bajas del edificio y suelen generarse después de que se haya producido una inundación” como las registradas recientemente en distintos puntos de la Boa Vila.

Los profesionales de la construcción recomiendan “comprobar con regularidad las tejas de la cubierta para descubrir a tiempo si se ha producido alguna rotura o movimiento”, así como revisar anualmente el sótano del edificio para verificar que no hay manchas situadas aproximadamente a 1,5 metros del suelo

Los profesionales de la construcción recomiendan en estos escenarios “comprobar con regularidad las tejas de la cubierta para descubrir a tiempo si se ha producido alguna rotura o movimiento”, así como revisar anualmente el sótano del edificio para verificar que no hay manchas situadas aproximadamente a 1,5 metros del suelo.

Con las humedades por filtración y capilaridad, los especialistas señalan un tercer tipo de estos problemas que suelen presentarse en los edificios y que derivan de la condensación. Refieren que “aparecen en forma de manchas en zonas donde hay una diferencia de temperatura o en pisos con exceso de humedad”. Habitualmente, añaden “son las más fáciles de resolver simplemente con una ventilación periódica de la vivienda”, pero en otros casos se hará necesario “instalar rejillas en las cámaras de las fachadas o sistemas de renovación del aire”.

Pocas quejas ligadas a las mascotas y cada vez más normas internas de uso en los edificios

Si los administradores de fincas señalan unánimemente a las humedades como los episodios que más partes les obligan a tramitar, sitúan a muy larga distancia otros problemas, como la tenencia de mascotas. Pedro Fernández Moya, de Fernández & Marán, indica en este punto que “las humedades con la principal demanda, y también hay por molestias de mascotas, pero muchas menos”.

En estos casos se trata generalmente de propietarios que cuentan con varios animales, “diez o doce”, explica el profesional, que afectan a la convivencia del edificio.

Fernández Moya es uno de los administradores de fincas que señala que en estos momentos “la mayoría de los edificios tienen un régimen interno” de uso de las instalaciones. Es una práctica que aconseja el Colegio de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga). Tras analizar la proliferación de las viviendas turísticas defiende que una normativa en cada comunidad puede ser la solución mas rápida para los problemas derivados de estos pisos.

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