Agentes judiciales acudieron a ejecutar una orden de desahucio en el barrio de Monte Porreiro, en la ciudad de Pontevedra, y se encontraron en el interior del piso a varios animales muertos. La Guardia Civil investiga por ello a la última inquilina de la vivienda, una mujer de 39 años, como presunta autora de un delito de maltrato a los animales. Según la denuncia del instituto armado habría dejado morir de hambre y sed a tres gatos y un perro.

Tras la última reforma del código penal respecto a este delito, ya en vigor, la pena por estos hechos puede alcanzar los dos años de prisión.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra tuvo conocimiento de los hechos a través de los funcionarios de Justicia, que habían ejecutado una orden de desahucio de este domicilio por impagos del alquiler. Al acudir a la vivienda se encontraron en el interior una escena macabra, con varios animales muertos.

En la vivienda, los agentes observan en el salón los restos de tres gatos muertos, uno de ellos en estado de momificación y los esqueletos de otros dos felinos.

Detrás de la puerta de la cocina se encuentran otro esqueleto que pudiera corresponder a un perro, al que se pudo identificar con la lectura de su microchip identificativo.

De las investigaciones realizadas y los testimonios de los vecinos se localizó a la última persona que residió en esa vivienda, una mujer de 39 años, que habitó en ese domicilio con su pareja y con dos menores de edad, coincidiendo esta con la persona que consta en el registro como titular del microchip que identificaba el perro hallado muerto. También, mediante las gestiones realizadas con la compañía de transportes de animales, se pudo comprobar que en esa dirección se había entregado el día 18 de mayo de año 2022 el perro que a la postre fue encontrado muerto, figurando este en el albarán de entrega los datos de la mujer investigada como la persona que recoge el animal.

Los vecinos también aseguraron que hacía ya meses que de esa vivienda se desprendían fuertes olores, desde que la pareja de esta mujer había tenido que abandonar la vivienda al serle impuesta una orden de alejamiento de la investigada.

Los agentes retiran el cadáver de un gato. FdV

No es la primera vez que la mujer investigada comete este tipo de hechos, pues le constan otros dos episodios anteriores, en los que la Policía Local de Pontevedra tuvo que intervenir e investigarla por circunstancias análogas.

Los agentes contaron con la colaboración del Centro de Acollida e Protección Animal (CAAN) adscrito a la Diputación Provincial de Pontevedra, a donde se trasladaron los restos de los animales para su estudio y análisis, determinando el profesional veterinario que los animales habían fallecido por inanición y que habían recurrido al canibalismo.

Por estos hechos, el Seprona instruye diligencias policiales por un presunto delito contra los animales, con la novedad de ser las primeras actuaciones en esta materia con la modificación del código penal ya en vigor, el cual aumentó las penas por estos hechos hasta dos años de prisión.

Las diligencias instruidas, se entregaron en el Juzgado de Guardia, remitiendo a su vez copia a la Fiscalía ambos de Pontevedra.

Desde el Seprona se alienta a la ciudadanía a que comunique las conductas que atenten contra los animales de las que tengan conocimiento, para poder articular las medidas necesarias para la protección y bienestar de los animales de compañía.