"14, 25 o 50 años de cárcel no nos van a devolver a José Luis", lamenta la familia de la víctima del crimen de Mondariz

“Queríamos estar aquí porque estamos apoyando a Luis. Somos nueve hermanos, mi madre por desgracia falleció en el mismo año que él, no aguantó lo que le pasó. Él murió en enero y ella en noviembre del mismo año”, explicó a la salida del juicio, visiblemente emocionada, una de las hermanas de José Luis Faro Fernández, asesinado a puñaladas por Miguel Ángel G.M en enero de 2021 en un hostal de Mondariz, según el mismo acusado ha reconocido durante el proceso que se celebra con jurado popular en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Tras la confesión de los hechos y los diagnósticos psiquiátricos del acusado expuestos por los peritos, el fiscal rebaja la petición de pena de 17 a 14 años de prisión, mientras que la defensa pide que se tengan en cuenta las atenuantes que lograrían esta rebaja en la condena, si finalmente el jurado lo declara culpable.

“Evidentemente, 14, 25, 50 (años de prisión) nos va a parecer poco, porque eso no nos va a devolver a Luis”, lamentó esta portavoz de la familia, tras la vista celebrada este martes en la Audiencia Provincial.

“Teníamos que estar aquí por él, porque Luis no está solo, Luis está con su familia y aunque su mamá no pueda estar, estamos nosotros apoyando y luchando por su justicia, la justicia que se merece”, añadió la hermana del fallecido, para quien el acusado "la va a volver a liar, entonces, sálvese quien pueda, porque yo no creo que esta persona esté apta para estar en la calle".

En esta segunda sesión del juicio declaró la propietaria del hostal en el que se hospedaban víctima y supuesto asesino, una empleada del bazar de Ponteareas donde previamente habría comprado el arma, el agente de Homicidios de la Guardia Civil que instruyó el proceso, así como los psiquiatras y forenses que dictaminaron las pruebas periciales. Dos forenses corroboraron que el acusado padece una esquizofrenia paranoide, con una disminución parcial de las facultades volitivas.

Se le acusa de haber asestado entre 80 y 90 puñaladas a la víctima, vecino en el hostal en el que ambos residían, tras varias riñas motivadas por la convivencia en el alojamiento.