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La parroquia de San José busca mecenas

El pintado del exterior del edificio religioso en Campolongo pone fin a los trabajos de rehabilitación. “Confiamos en la solidaridad de la gente”, afirma el cura párroco

Exterior de la iglesia de San José de Campolongo, recién pintada. Gustavo Santos

Las obras de rehabilitación de la iglesia de San José de Campolongo han llegado a su fin algo más de un año después de su inicio. El edificio luce reluciente después de haber sido pintado estos días y llama la atención de los viandantes.Los trabajos se iniciaron con el fin, especialmente, de hacer frente a la entrada de agua en el interior del templo, lo que afectaba de forma seria a la celebración de las misas. La iglesia necesitaba una reforma importante y ahora que ya está terminada, el cura párroco, Casimiro Fernández, respira aliviado y contento.

Pero como siempre hay un pero, hay que destacar que a la parroquia todavía le queda uno de los pasos más difíciles: liquidar su deuda, tras haber pedido dos préstamos para poder llevar a cabo esta remodelación integral.

“Tuvimos que pedir otro préstamo de 170.000 euros, por lo que nos queda mucho por pagar”, explica Fernández, que afirma que confía “en la solidaridad de la gente”. “La gente se suscribe con las cuotas que pueden pagar”, indica.

En todo caso, celebra que “al menos ahora el resultado esperamos que dure unos cuantos años”, ya que el esfuerzo económico que han realizado tanto la parroquia como los feligreses ha sido muy elevado.

Lo último que se ha hecho ha sido pintar el exterior, pero antes llegó la reparación del tejado. La obra se inició hace más de un año, en julio de 2022, con el desmontaje de la cubierta de uralita y teja, con todos los accesorios y remates para realizar una nueva cobertura con paneles sándwich de chapas de acero y aislamiento térmico en su interior.

los trabajos que se iban a acometer inicialmente terminaron siendo mucho mayores, de ahí que aumentase el presupuesto

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Se renovaron los canalones del techo de la iglesia desde el altar hasta los torreones rematados con sendos campanarios, de tal modo que, con el nuevo diseño se ha garantizado una mayor capacidad de recogida, almacenamiento y evacuación de agua de lluvia.

Y es que con la anterior cubierta presentaba numerosas infiltraciones que generaban desperfectos también en el interior del edificio y afectaban al normal funcionamiento de la iglesia.

Como en toda obra, surgieron los problemas y los trabajos que se iban a acometer inicialmente terminaron siendo mucho mayores, de ahí que aumentase el presupuesto.

“El cambio es evidente. Hasta hemos puesto dos proyectores en el altar mayor”, destaca Casimiro Fernández.

Y es que la parroquia sigue trabajando por modernizarse. Por ejemplo, durante la pandemia del COVID comenzó a celebrar también misas “on line” a través de su página web.

Estos días, precisamente, anunciaban en su página de Facebook ciertos problemas técnicos y recordaban a los feligreses que es el sitio “Parroquia San José Pontevedra” del que tienen que ser seguidores.

Casimiro Fernández indica que la idea surgió de un voluntario de la parroquia al decretarse el confinamiento por el coronavirus y que, en su momento, tuvo bastante aceptación por parte de los asiduos de las celebraciones religiosas en San José.

“Hoy día no sé cifras, pero sí que la gente siempre prefiere venir en persona, claro. Quizá esa opción está más pensada para personas mayores o impedidas que no se pueden acercar al templo”, considera el sacerdote.

Casimiro Fernández ante el columbario. | // JAVIER TENIENTE

El columbario, casi al 50% de su ocupación

La iglesia de San José de Campolongo cuenta con un columbario con 108 plazas, de las que ya están ocupadas 46, informa el párroco Casimiro Fernández, casi el 50%.

Se trata de un servicio que se creó en su momento aprovechando un espacio en el interior del templo, una sala sin uso, en la que ahora se pueden depositar las cenizas de los fallecidos. Lleva en funcionamiento ya más de un año.

Se pueden visitar durante el horario habitual de la iglesia y cada uno de los espacios cuenta con una placa identificativa de los difuntos o la familia a la que corresponden las cenizas. “Son de uso perpetuo”, indica el cura párroco.

Para poder hacer uso de este columbario es necesario solicitarlo en la propia parroquia, en donde se informa de las condiciones económicas. No es necesario ser feligrés de San José de Campolongo.

Hay que tener en cuenta que en este columbario no se pueden depositar flores. “Esto no está suponiendo ningún problema para la gente”, asegura Casimiro Fernández.

En todo caso, en fechas especiales como la de Difuntos o Todos los Santos, la propia parroquia pone un ramo de flores grande en el suelo para todos los nichos de cenizas.


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