Después de tres meses sin trabajar, los feriantes continuarán protestando los sábados de feria mientras el Concello de Pontevedra no responda a sus exigencias. Esta mañana, el ente municipal disponibilizó la avenida Buenos Aires para el mercadillo, para que "quien quisiera probar la nueva ubicación, pudiera hacerlo", indicaba la edil Anabel Gulías.
Entre las 7.00 y las 9.00 horas, no sin pequeñas desavenencias con los trabajadores de la plaza de Abastos, el protocolo indicaba que tenían que tenían que montar sus puestos en el lugar convenido, o de lo contrario se reabriría la avenida al tráfico, según les explicó el jefe de la Policía Local, que se desplazó hasta el lugar. Por tanto, en señal de inconformidad, dejaron las estructuras colocadas, ocupando el espacio contratado para cada uno y retirando las furgonetas de ese lado de la mediana: "Con los puestos encima de estas aceras altísimas no es viable montar, ni las furgonetas pueden ir del otro lado de la mediana", indicó Marga González.
A las 11.00 horas iniciaron su manifestación como llevan haciendo todos los sábados. La presidenta de la Asociación Galega de Ambulantes se quejó de que "quien haya marcado esta zona como apta, no sabe nada de mercadillos". "No vamos a trabajar nosotros en estas condiciones para reactivar esta zona del Mercado Municipal", señalaban algunos ambulantes. Ninguna de las opciones ofrecidas por la concejala les sirve: el mercadillo de los sábados, reiteran, no cabe en Buenos Aires.