Es la imagen de la jornada. La paratriatleta viguesa Susana Rodríguez Gacio envuelta en un mar de lágrimas por la mala suerta y la "injusticia" que ha padecido este sábado en la cita mundial que se disputaba en Pontevedra. Con cuatro entorchados mundiales a sus espaldas, junto con su guía Sara Loëhr, encabezaba la prueba por las calles de la ciudad cuando una dudosa penalización y el error de una oficial de carrera a la hora de controlar su cumplimiento han privado a la paratriatleta de su quinto título.
Quedó en segundo lugar, por detrás de la italiana Francesca Tarantello, pero este subcampeonato no mitiga su malestar y enfado por lo ocurrido. "Es muy injusto y doloroso que en un Campeonato del Mundo haya personas trabajando como oficiales que ni suqirea se conozcan el reglamento".
La penalización se produjo durante el segmento de bicicleta. En la prueba de parartiatlón compiten hombres y mujeres a la vez, y Susana Rodríguez fue castigada por una supuesta obstaculización a otro participante masculino. Pero lo grave vino después, cuando "vas a cumplir la sanción y la persona que está encargada de eso esté apoyada encima de la mesa y tenga que darle unos golpes a la mesa para que sepa que están ahí, y encima no sepa lo que tiene que hacer. lamentable", según explicaba la propia Rodríguez Gacio instantes después de la prueba.
La penalización era de un minuto, pero ese error trastocó el cumplimiento correcto de la penalización, que se prolongó unos 40 segundos más, lo que privó a la viguesa de un primer puesto para el que había entrenado a destajo después de superar una lesión en un pie.
De este modo, la italiana Francesca Tarantello pudo adelantarla y acabar la prueba con un tiempo de 1:07:19. Susana Rodríguez entró a continuación a 32 segundos, y tercera fue la francesa Annouck Curzilla.
Frustrada por no poder hacer su carrera, todavía más por tratarse de “su casa”, la triatleta Susana Rodríguez Gacio explicó tras finalizar la competición que era la prueba más importante de clasificación para París 2024 y aunque asume la sanción y agradece no haber sido descalificada, quiso mostrar su indignación por un error humano por parte de la encargada del Penalty box.
“Después de tantos años compitiendo es la primera vez que me encuentro con esto. Hay personas trabajando en este campeonato del mundo que ni siquiera se conocen el reglamento. Es muy triste que haya oficiales que no sepan su cometido en las carreras”, sentenció Gacio, subcampeona del mundo a pesar de haber sido penalizada durante la carrera.
Durante la primera vuelta obtuvo, junto a su compañera, una tarjeta amarilla por supuesto bloqueo a la bicicleta de la categoría masculina que pasaba junto a ellas. Considera injusta una penalización por esa supuesta obstrucción a “hombres mucho más fuertes, que van más rápido y que podían habernos adelantado por la izquierda porque no estábamos en el carril izquierdo”, explica.
“Es una frustración que te pase en cualquier lado, pero más aún en casa, que no puedas hacer la carrera para la que has entrenado porque alguien no sabe lo que tiene que hacer. Si nosotros cumplimos nuestras normas, todos los que forman parte de esto deberían saber a qué están”, añadió la viguesa.
La sanción obligó a la viguesa y a su compañera a ir al Penalty box, donde las esperaba una oficial de la Gran Final de las Series Mundiales donde tuvieron que parar un minuto. La encargada de medir el tiempo que estaban allí les hizo “perder el tiempo”, indicó Rodríguez. “No sabía cuál era su cometido y nos dijo que el penalty lo hacíamos en el estadio, cuando yo sé que no es así porque llevo muchos años compitiendo”. Continuaron la carrera habiendo perdido ya unos cuarenta segundos y a partir de ahí “no volví conseguir a hacer la carrera”.
“Es una vergüenza que la Federación Internacional de Triatlón que tanto presume de igualdad nos ponga una sanción por bloquear a unos deportistas que tenían por donde pasar”, declaró la triatleta viguesa. “Vale para aprender y que no nos vuelva a ocurrir. Cuando esto te pasa tan al principio de la carrera es difícil volver a concentrarte”. Una triatleta con discapacidad visual como ella debe ir muy atenta a las indicaciones de su guía, y la penalización provocó una concatenación de problemas.
Por quedarse con una nota positiva, dijo estar “muy agradecida por el apoyo de la gente porque hoy y los días anteriores sentí el cariño de todos, después de tantos años corriendo”.