Víctima y acusado de un delito de abuso sexual, supuestamente cometido en agosto de 2021 en Sanxenxo, ofrecieron versiones abiertamente contradictorias, en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Mientras la víctima y sus testigos afirman que el día de los hechos se encontraba en un estado de embriaguez tal que no era capaz de caminar, hablar con coherencia, ni acordarse de todo lo que sucedió, él --un amigo de toda la vida, “éramos como hermanos”, reconocieron víctima y acusado-- sostiene que la acompañó a su casa porque ella se lo pidió y una vez allí "se restregó e insinuó” en su dormitorio, buscando una relación sexual. El acusado también sostiene que detuvo el acto sexual “a los dos minutos, porque ella me dijo: para, para; y yo paré”.

Sin embargo, tanto la mujer, como dos amigas que esa noche la acompañaban antes de que se fuera a casa con el hombre, como la madre de ella (que la vio durante la noche en el baño de la casa), afirman que la chica apenas se podía mantener en pie, ni hablar con coherencia. Entienden, al igual que el fiscal, que él la llevó hasta el dormitorio, sin que ella opusiese resistencia dado que era amigos, y una vez allí se aprovecharía de su estado para abusar de ella.

La víctima explica que al día siguiente tuvo "como flashes" de memoria, en los que recordaba al hombre sobre ella, tras lo que le dijo "para, para"; o en otro momento lo recordaba quitándole la camiseta en la cama.

El acusado aseguró que ella sí podía hablar, caminar por su propio pie, que le pidió que durmiese con ella y que se insinuó antes de la relación sexual. Incluso aseguró que ella misma sacó un preservativo de su mesita de noche para él. "Ella se abrazó a mi y empezó a insinuarse, le pregunté si quería y dijo que sí", afirma el acusado. "Se empezó a insinuar y a restregarse conmigo, de hecho, no me lo esperaba", añadió.

Respecto a un cruce de mensajes de whatsapp entre ambos el día siguiente, el acusado aseguró que en estos mensajes decía que sentía lo que había pasado “por ella, por si se sentía anímicamente mal”, ya que eran amigos, pero sin admitir en ningún caso que lo sucedido en el dormitorio fuese un abuso sexual. "Le pedí perdón por cómo se podía haber sentido pero yo en ningún momento hice nada que ella no quisiese", afirmó el hombre. Por el contrario, la víctima y su madre interpretan que en esos mensajes de arrepentimiento él reconoce los hechos de los que le acusan.

La Fiscalía de Pontevedra solicita seis años de prisión y otros diez de libertad vigilada para este vecino de Sanxenxo, acusado de abuso sexual.

Además, se reclama una prohibición de aproximación a menos de 500 metros a la víctima, a su domicilio, lugar de estudios o cualquier lugar en el que se encuentra la mujer, además de prohibirle la comunicación por cualquier medio durante un periodo de siete años.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 29 de agosto de 2021, cuando el procesado paró su coche en la calle Madrid de Sanxenxo al ver a la chica en estado ebrio y la llevó a su domicilio, donde consumaría los abusos. La Fiscalía también solicita una indemnización a la víctima de 3.000 euros por daños y perjuicios sufridos.