El enclave fluvial de la Illa das Esculturas sirve este sábado como arena para los más de 1.400 gladiadores que formaron parte de la Gladiator Race, una carrera de obstáculos que ya se ha ganado el sello de aprobación de los deportistas pontevedreses en los últimos años por su mezcla de naturaleza y dificultad en un entorno como el del río Lérez.

Numeroso público presenció los esfuerzos de los atletas. | // R. V.

En esta ocasión, la Gladiator Race, que cuenta con una prueba gemela en Logroño celebrada el pasado mes de mayo, desplegó por la Illa das Esculturas multitud de retos para los corredores, procedentes de 20 provincias diferentes, que tienen que remangarse para superar obstáculos que incluyen zambullirse en el río, subir paredes verticales escarpadas o sortear casi de cuclillas circuitos con ruedas, entre otros impedimentos como fosas y alambradas.

Cientos de participantes se dieron cita en la Illa das Esculturas para sortear los obstáculos. Rafa Vázquez

No obstante, más allá del resultado, el triunfo de la prueba está en disfrutar con amigos, familia o compañeros de equipo de una jornada de superación física y diversión asegurada, como premio al trabajo de preparación realizado durante los últimos meses.

En una de las estaciones tenían que subir por una red. R. V.

En la jornada, la Gladiator Race ofrece a sus competidores dos modalidades: la Gladiator Rocket, de cinco kilómetros de distancia y 25 obstáculos de duración, y la Gladiator Warrior, una cita más de resistencia, con un recorrido compuesto por ocho kilómetros a pie y 35 obstáculos. A su vez, ambas pruebas se desdoblan en la modalidad Élite, destinada a los deportistas interesados en la pura competición, y la prueba general, dedicada a los corredores que acudían a la carrera con sus equipos y amigos.

Además, la Gladiator Race de este año cuenta también con una vertiente solidaria, ya que un euro de cada inscripción irá destinado al Banco de Alimentos de Pontevedra y la asociación Bata.

Uno de los pasos para cruzar el ramal interior del río en la Illa das Esculturas Rafa Vázquez

Este domingo, turno para la carrera de los más pequeños

Además de la Gladiator Race del sábado, que roza en sus cuatro turnos el millar y medio de competidores, la cita pontevedresa celebra este domingo la Gladiator Kids, una prueba adaptada para niños y niñas de entre tres y doce años que pueden acudir a la carrera en la Illa das Esculturas y participar acompañados por un adulto, que deberá superar también los obstáculos. Según los organizadores, el objetivo de esta categoría es que “los más pequeños de la casa puedan disfrutar de un día en familia haciendo deporte”. En esta jornada no competitiva, que además de obstáculos adaptados cuenta con varios elementos lúdicos como colchonetas o castillos hinchables, la carrera se desarrollará este domingo en dos turnos matinales. A partir de las 11.00 horas, toman la salida en las inmediaciones del Lérez los más pequeños y pequeñas –de entre tres y seis años–, que darán paso a las 12.00 horas a los menores de siete a doce años. Los recorridos oscilan entre los 500 metros para los más jóvenes y 800 para los niños y niñas mayores.