Los conductores pontevedreses mejoran con el móvil al volante pero empeoran con el cinturón

Las multas por el uso del teléfono mientras se conduce descendieron en la provincia un 22% pero hay más sanciones por los dispositivos de seguridad, especialmente el casco

Un agente de tráfico realiza comprobaciones durante un control de tráfico.

Un agente de tráfico realiza comprobaciones durante un control de tráfico. / Gustavo Santos

El análisis de las sanciones impuestas por la DGT en materia de tráfico el pasado año en la provincia de Pontevedra, además de dejar como dato alarmante el elevado número de alcoholemias positivas (que sitúa a la provincia como la segunda del Estado con más infracciones), permite revelar posibles tendencias y malos hábitos de los conductores que es necesario corregir.

Por ejemplo, los datos de infracciones muestran como se han elevado las multas por no utilizar los dispositivos de seguridad, como el cinturón, los sistemas de retención infantil y, especialmente, el casco; mientras que se mejora en aspectos como el mantenimiento del vehículo o, especialmente, el uso del móvil, algo importante teniendo en cuenta que las distracciones se están convirtiendo en un factor clave en el origen de muchos accidentes de tráfico.

Empezando por este aspecto positivo, cabe resaltar que, precisamente, la reforma de la ley de tráfico que entró en vigor en marzo del pasado año endureció las multas por el uso del dispositivo, doblando el número de puntos detraídos a seis. Además, extendía el comportamiento sancionable no solo a la utilizando del móvil para hablar con él sino el simple hecho de manipularlo con la mano.

En un ejercicio en el que esta reforma estuvo en vigor nueve meses, en la provincia de Pontevedra se redujeron las multas tramitadas por el uso del móvil en un 22,3%, un porcentaje significativo si se tiene en cuenta que se trata de un elevado volumen de sanciones. Se tramitaron en 2022 un total de 2.349, lo que supone 657 menos que en 2021. Aún así, se trata de una cifra elevada teniendo en cuenta que las distracciones están teniendo una elevada incidencia en la siniestralidad, incluida la más grave. También bajó el número de conductores que fueron sancionados por el uso de auriculares, un total de 19 menos, con 243 sanciones.

Por el contrario, la cruz hay que buscarla en hábitos que parecían consolidados y que, aunque la mayoría de los conductores los respetan, registraron el pasado año una tendencia al alza que preocupa. Se trata principalmente del uso de los dispositivos de seguridad. El más común es el cinturón. El año pasado se impusieron en la provincia un total de 3.255 multas a conductores y pasajeros que no hacían uso del mismo, lo que supone un incremento de un 5,7% respecto a 2021, con 178 más. También es llamativo el aumento del casco, con un 43% más de sanciones. Si bien es cierto que aquí el porcentaje es más abultado por la menor cifra de multas que se suelen imponer. Fueron 88 más en un año, con un total de 290 en 2022.

Lo mismo sucede con el uso de los sistemas de retención infantil. Se detecta un aumento de un 27% en las denuncias formuladas, con 22 más que sumaron un total de 101 en toda la provincia. Corregir estos comportamientos es fundamental ya que estos dispositivos de seguridad salvan vidas.

Quitando los otros dos grandes bloque de infracciones como las alcoholemias, ya mencionadas, o los excesos de velocidad (con 153.226 multas en 2022, un 3,6% más); también aumentaron ligeramente conductas inapropiadas como los adelantamientos incorrectos, de los que se sancionaron 237, es decir 13 más que en 2021.

Volviendo a los aspectos en los que se mejora, cabe destacar aquellos relacionados con el mantenimiento en buenas condiciones del vehículo. Bajan las sanciones relativas al mal estado del alumbrado (con un total de 690, 207 menos que el año anterior), el no haber pasado la ITV (con un número elevado de sanciones, 13.136, lo que supone 240 menos que el ejercicio anterior). También caen las denuncias por los neumáticos en mal estado o por no contar con el permiso de circulación.

Por último, cabe mencionar también los positivos por drogas. Aunque Pontevedra sigue siendo una de las provincias del Estado con más incidencia, el número de positivos cayó casi a la mitad, con lo 1.141 conductores multados en 2022, lo que supone un descenso de 2.167 infracciones por este motivo respecto al año 2021.

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