La Xunta retiró el pasado año más de 1.580 nidos de avispa asiática en toda la comarca

La mayoría se eliminó en el municipio pontevedrés, con 415 | Los apicultores destacan que si todos los vecinos ponen trampas en las parroquias “la incidencia va a ser mucho menor”

José María Domínguez instala una trampa contra velutinas en su terreno. // GUSTAVO SANTOS

José María Domínguez instala una trampa contra velutinas en su terreno. // GUSTAVO SANTOS / Ana López

La lucha contra la avispa asiática continúa con el programa de vigilancia y control, a través del cual se retiran la gran mayoría de nidos en el territorio gallego. La colaboración de la Xunta de Galicia con la Federación Galega de Municipios e Provincias (FEGAMP) permite que en la comarca de Pontevedra todos sus concellos estén adheridos actualmente a plan, siendo el último en incorporarse el de Ponte Caldelas, este 2023.

En lo que respecta al año pasado, la empresa pública Seaga, la encargada de la ejecución de la acciones contra las velutinas, fue requerida para retirar 1.588 nidos en el área de influencia de Pontevedra. El municipio en el que más se eliminaron fue en el capitalino, con 415, seguido de los de Poio (170), Cerdedo-Cotobade (170), Marín (165) y Sanxenxo (155). En Moraña, por su parte, se retiraron 99 nidos, en Barro y en Vilaboa 76 en cada uno, 74 en Caldas de Reis, 61 en Portas, 48 en Cuntis, 40 en A Lama y 39 en Campo Lameiro.

Fuente de la Xunta informan de que el plazo medio para la retirada de los nidos desde que se recibe la alerta en el Teléfono de Atención e Información á Cidadanía 012 es de cinco días hábiles. Puede ser mayo en casos donde los nidos son inalcanzables o difícilmente accesibles y requieren actuaciones complementarias o permisos administrativos o de propietarios.

El plazo medio para la retirada desde que se recibe el aviso es de cinco días

Además, hay otros casos en los que se constata que son nidos inactivos y que ya no tienen actividad de avispa asiática o que no procede actuación en zonas donde no se pueden visualizar de manera directa, pertenecen a otras especies distintas de avispa o ya fueron retirados previamente a la visita por parte del personal del campo.

El trabajo de los voluntarios

Cuando la velutina irrumpió en el entorno natural, el concello de Pontevedra se puso en marcha un grupo de acción para la retirada de velutinas reinas y sus nidos compuesto, en su mayoría, por voluntarios apicultores del municipio. Fueron ellos los que se ocuparon del grueso del trabajo cuando comenzó la lucha contra este insecto invasor, que tanto daño provoca a la población de abejas. Sin embargo, en los últimos años lo lleva básicamente Seaga o, en determinados casos, los Bomberos de Pontevedra, en las situaciones de más difícil acceso.

José María Domínguez, apicultor y portavoz de la Asociación Cultural e Deportiva de Campañó, es uno de esos voluntarios. Explica que en esta época “se están empezando a detectar los primeros nidos primarios”. “La velutina cuando empieza a cobrar fuerza este año será dentro de un mes más o menos, porque viene adelantada por las condiciones climáticas. Hay que esperar al verano para ver cómo es la afectación directa”, añade.

“Si en una parroquia todos los vecinos ponemos trampas, la incidencia va a ser mucho menor, porque cuantas más reinas atrapemos, más capacidad de crear nidos nuevos le restamos”

José María Domínguez

— Apicultor

Recuerda que el período fundamental para atrapar a las avispas asiáticas reinas es desde febrero a mayo. “Si en una parroquia todos los vecinos ponemos trampas, la incidencia va a ser mucho menor, porque cuantas más reinas atrapemos, más capacidad de crear nidos nuevos le restamos”, subraya.

“Por lo de ahora la cosa está tranquila. Los nidos primarios aparecen normalmente sobre un balcón, encima de una puerta... Por A Canicouva, Ponte Sampaio, Campañó... se están sacando nidos, pero el grupo de voluntarios ya casi no tenemos infraestructura. Son nidos con una reina y unas velutinas pequeñas”, apunta.

El proceso natural es que partir de octubre la reina pone huevos para que salgan nuevos ejemplares, entre 150 y 200 por nido, y muere. Esas nuevas reinas buscan un escondite durante el invierno y en primavera empiezan a hacer estos nidos primarios, del tamaño de una pelota de tenis. Por eso es importante poner las trampas en la estación fría a estas reinas. Desde abril a julio van cogiendo fuerza, siendo los peores meses agosto y septiembre.

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