Hace unos días era el ministro de Cultura, Miquel Iceta, el que arropaba al candidato del PSOE, Iván Puentes, en su carrera electoral. En esta recta final de la campaña, el alcaldable socialista se rodea de nuevos miembros del ejecutivo de Pedro Sánchez. Ayer, en el último mitin en la calle, Puentes contó con el apoyo de la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y hoy se cierran estos quince días en busca del voto con otro ministro, el de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que compartirá una tertulia con Puentes en la plaza de la Peregrina.
En un contexto electoral “que es el más incierto de la última década y media y en el que tanto las encuestas como el contacto con los vecinos nos dicen que hay una pulsión de cambio, que no habrá mayorías absolutas y que hay todavía un 20% de indecisos, el único voto útil que pueden ejercer los que desean que Pontevedra tenga futuro es el del Partido Socialista”. Así se pronunciaba ayer el propio Puentes en el mitin en el que estuvo arropado por la ministra, Diana Morant, el secretario de Organización del PSdeG, José Manuel Lage, y la secretaria xeral de la agrupación socialista de Pontevedra, Maica Larriba.
El candidato a alcalde animó “a los muchos pontevedreses que aún están indecisos y con hambre de cambio a confiar en el único partido capaz de abordar las transformaciones que esta ciudad necesita desde la ilusión, el sentido común, la tranquilidad, la solvencia y la seguridad”. “Solo hay dos opciones reales de gobierno: el BNG, para que todo siga igual, o un PSOE más fuerte, liderando el nuevo gobierno municipal, para evolucionar nuestro modelo de ciudad y dar un meneo a Pontevedra”, dijo.
Puentes cree que “este periodo sirvió para desenmascarar las ideas y propuestas, o más bien la ausencia absoluta de ellas, que el resto de partidos tienen para Pontevedra: la campaña del BNG fue una de esas campañas del miedo, centradas en alertar de que que vienen los enemigos, con un lenguaje casi belicista y un señores taciturno e inseguro, y que es el primer síntoma de que un proyecto político está completamente agotado; el de Rafa Domínguez, porque es igual de escaso en ideas, un campaña apocalíptica, que presagia destrucción y demolición en todas partes, sin nadie con quien podamos identificarnos”.
Por su parte, el secretario de la Organización de los socialistas gallegos, José Manuel Lage, llamó a los “votantes progresistas” e indecisos a “no quedarse en casa” y votar por un PSdeG que es “la única fuerza política que garantiza el crecimiento económico, el progreso y las políticas sociales en los municipios donde gobernamos”. Apuntó que “cuando miras una ciudad con un alcalde socialista ves una ciudad limpia, con más espacios para las personas, con mayor bienestar, pero también con más dinamismo económico y capacidad de retención del talento”, por lo que destacó que “las ciudades que avanzan son aquellas en las que el Partido Socialista es protagonista”.
Lage Tuñas elogió al candidato socialista en la ciudad, argumentando que “votar por Iván Puentes en Pontevedra es apostar por abrir una nueva era con políticas progresistas” frente a un PP cuyo modelo de ciudad es el de Ourense, “con un desorden permanente” y se ve forzado para “esconder” a sus candidatos, y también ante un Lores “cansado, sin ilusión ni ideas nuevas” tras más de dos décadas en el poder.
Puentes, a su vez, refrendó que “todos estamos muy orgullosos de una ciudad que se ha transformado con el trabajo y la colaboración constante del PSOE en estos 24 años, y solo Rafa Domínguez reniega de su ciudad, queriendo destruir todo lo que se ha avanzado”.