Un total de 453 establecimientos de la comarca de Pontevedra se han adherido a la campaña Bono Activa Comercio de este año de la Xunta de Galicia. Es una cifra que continúa aumentando día a día, ya que, por ejemplo, el miércoles por la tarde había 443 y ayer, solo un día después, ya se registraban diez más.
La gran mayoría son negocios de la ciudad de Pontevedra, que aporta 225, mientras que el resto están repartidos por los municipios de su área de influencia, destacando Marín con 82, Sanxenxo con 60 y Caldas con 37. Solamente hay tres concellos en los que no hay ningún comercio adherido: Vilaboa, Cerdedo-Cotobade y Campo Lameiro.
El programa, que echó a andar el pasado 15 de mayo, cuenta con la participación de 6.473 establecimientos en toda Galicia. De estos, 2.335 son de la provincia de A Coruña, 923 de Lugo, 993 de Ourense y 2222 de Pontevedra.
Como principal novedad de esta edición del Bono Activa Comercio y para optimizar su funcionamiento, no se limitará el número de usuarios que pueden descargarse los bonos —uno por persona—, sino que cuando el importe total de los descuentos realizados alcance los 2,5 millones de euros previstos por la Xunta este año, los bonos descargados ya no se podrán utilizar.
El plazo para utilizarlos, siempre y cuando no se termine ese saldo total conjunto, es hasta el próximo 15 de septiembre. Además, los establecimientos podrán adherirse hasta el 1 de ese mes.
Los bonos (que se pueden descargar en www.bonosactivacomercio.gal) tienen formato digital QR y están disponibles para su utilización en una aplicación móvil con un total de 30 euros de descuento por persona. El importe se irá reduciendo en función del valor de la compra. Así, a las compras iguales o superiores a 20 euros e inferiores a 30 euros le corresponderá un descuento de 5 euros. La rebaja será de 10 euros para las compras iguales o superiores a 30 euros e inferiores a 50 euros. A partir de esta cantidad, el descuento alcanzará los 15 euros.
Satisfacción generalizada
La impresión de los comercios con la campaña es muy positiva en general y, tal y como reconocen de forma generalizada, los resultados se notan “desde el primer día”.
La Joyería Pilar Álvarez del Mercado de Pontevedra, en la calle Sierra, lleva participando en el Bono Activa Comercio desde la primera edición. “Este año se está notando todavía más que otros, porque la gente ya lo conoce más”, asegura su propietaria. Fue su hijo, Daniel Vélez, que a finales de este 2023 se quedará al frente del negocio tras la jubilación de su madre, quien adhirió al negocio a la iniciativa informado por un colectivo profesional del sector.
“Es muy positivo para todos, para nosotros y para los clientes. Siempre les informamos de la posibilidad, porque es un ahorro muy bueno para ellos”, aseguran.
Aunque esta joyería, de tres generaciones, cuenta con una clientela fija de años, con campañas como esta la horquilla de posibles compradores siempre se puede ampliar.
A poca distancia de allí, en la calle César Boente, se encuentra la Floristería Merchi, de Merchi Amado, antes trabajadora y ahora propietaria del negocio. “Esto siempre ayuda al comercio local y, además, incita a que la gente gaste más, porque cinco euros pueden hacer la diferencia, sobre todo en los tiempos que corren”, reconoce.
En su caso, toda ayuda para fomentar las ventas es importante porque los negocios del entorno de la Plaza de Abastos, como el suyo, dependen en gran medida de la actividad que se genera en las instalaciones municipales en horario de mañana, siendo las tardes “muy muertas”.
Ampliar la clientela
La Librería Cao, en la calle Sarmiento, también es una habitual del Bono Activa Comercio. “Siempre participamos porque funciona muy bien. Este año incluso mejor que el año pasado. Desde el primer día”, considera Laura Carrasco Hermida.
“Nos apuntamos a esto, al Bono Cultura de la Xunta, al del Ministerio, a las ferias del libro... Todo esto te abre el abanico de ventas”, celebra.
De igual modo opina Marly Carballal, propietaria de la tienda de moda de mujer Nahuatl, en la calle San Román. “Es la tercera vez que participo y es porque funciona genial, ya que la gente lo que quiere es el descuento inmediato”, indica.
Por su experiencia, con el bono las clientas se animan a comprar más prendas o a artículos más caros. “La gente viene sabiendo ya que participas en la campaña. Muchos son clientes de siempre y otros son nuevos. Ahora, además, desde Semana Santa, ya se nota el efecto del turismo. Por esta calle pasan muchos visitantes”, concluye.