Prisión sin fianza para el presunto homicida de la mujer de Estribela

Se le investiga por un delito de homicidio tras más de dos horas de declaración judicial

La vivienda en la que se produjeron los hechos.

La vivienda en la que se produjeron los hechos. / GUSTAVO SANTOS

La magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra ha acordado la prisión provisional, comunicada y sin fianza, del presunto homicida de la mujer de Estribela que falleció en la madrugada del pasado lunes en una casa "okupada" en este barrio pontevedrés pasó a disposición judicial esta mañana. Está investigado por un delito de homicidio, según iforma el TSXG.

Ya decisión judicial llegó tras más de dos horas de declaración. Alrededor de las 11:40 horas se presentó ante el juez en el juzgado número 1 de instrucción, el que se encontraba de guardia cuando sucedieron los hechos. El varón, de 47 años de edad y de origen portugués, habría matado a la mujer, N.R.F. de 33 años, con un arma blanca, apuñalándola y dándole golpes en la cabeza.

Fue la Policía Local de Marín la que lo detuvo, tras la alarma dada por su pareja, que convivía con ella en la vivienda abandonada, en la calle Cunchidos, y un vecino de la zona que acudió al lugar al escuchar los gritos desesperados pidiendo ayuda. La primera hipótesis es que se trata de un asunto de drogas, ya que tanto la víctima como el presunto homicida son toxicómanos y tenían asuntos delictivos pendientes.

Tal y como ha podido saber FARO por fuentes de la investigación, en sus primeras declaraciones antes de comparecer ante el juez el hombre reconoció que todo se inició por una discusión “que acabó muy mal”. Y tan mal fue que la víctima murió de forma muy violenta tras recibir varias puñaladas y numerosos golpes en la cabeza, “una escabechina”, tal y como aseguraron los vecinos del barrio.

Pese a que se presentaron tanto una ambulancia del 061 como la Policía Local de Marín, que detuvo al presunto homicida, nada se pudo hacer ya por su vida y falleció en el mismo lugar en el que fue atacada.

Tanto la mujer como su pareja eran muy conocidos en el centro de Marín, ya que trabajaban como aparcacoches en el parking gratuito junto a la Escuela Naval Militar. Tal y como aseguran algunos vecinos de la villa, se trasladaban hasta este punto desde Estribela en una bicicleta.