Un Día de la Madre cada vez más ecológico

“Pues flores y dulces; y cuando eran más pequeños algún dibujo que hacían en el cole, mis hijos son muy convencionales”, señala Marga Olite en la entrada a una perfumería en la calle Oliva, a donde acude para comprar un regalo para su propia madre. “Todavía no sé que regalarle, pero seguramente será un perfume”, explica esta madrileña residente desde hace unos meses en Pontevedra y que apunta a los regalos más socorridos en la Boa Vila ante el próximo Día de la Madre.

Es de hecho una de las grandes jornadas del año en las floristerías, como la que atiende Ana en la plaza de España. En la floristería Jardín lo que más piden estas fechas son “ramos variados, generalmente con mucho color”, y lo hace una clientela igualmente diversa. “Son de todas las edades” y, cada vez más, hacen los encargos con anticipación, mientras que los de última hora “vienen directamente” a la tienda, ubicada en la plaza de España, para hacerse con un ramo.

“El Día de la Madre no es como el de los Enamorados, en donde todo son rosas rojas”, explican desde Floristería Bambú, en la calle Andrés Muruais, “ahora nos piden plantas, flores, inclusos arreglos en seco, las peticiones son muy variadas”.

La demanda se acrecentará, como todos los años, a partir de hoy, y “seguramente el sábado nos lo pasaremos haciendo cestas para las peticiones de ese día, y vendrá gente a las 7 de la tarde y la querrá para ese mismo día”, reconoce entre risas el profesional de Juncal Alimentación. Los chocolates son una de las estrellas de la semana en esta tienda delicatessen de la calle peregrina. “No somos pastelería, así que trabajamos poco bombón, tenemos algo pero sobre todo para el Día de la Madre hacemos cestitas con chocolates y también con Moscovitas, unas galletas de chocolate, es un producto que se pide bastante en esta época”.

“El Día de la Madre no es como el de los Enamorados, en donde todo son rosas rojas”, explican desde Floristería Bambú, “ahora nos piden plantas, flores, inclusos arreglos en seco, las peticiones son muy variadas"

Así, los trabajadores de Juncal preparan estos días las cestas para “la gente pueda venir y llevársela directamente”, y otras que se encargan con anticipación y suelen ser más personalizadas. “Jueves, viernes y sábado será cuando haya más peticiones, cuando nos piden más encargos, y otros llegarán a última hora”.

También en la joyería Joyamar se espera que la demanda se multiplique a medida que se acerque el fin de semana. “Por ahora está bastante parado”, explica Javier desde este establecimiento ubicado en Benito Corbal, “normalmente se mueve más en los últimos días”.

Lo que más le piden: “colgantes, sortijas y pulseras pero sobre todo colgantes”, muchos de ellos con inscripciones de fechas especiales, iniciales o el nombre de la madre. También en este caso la clientela es muy diversa, “desde jovencitos que aún no trabajan” y que ahorran para un detalle en esta fecha señalada en rojo en el calendario, como “clientes de mediana edad, pasados los 40 y 50” que pueden optar a un tipo de joya más representativa.

En la joyería Joyamar lo que más piden son “colgantes, sortijas y pulseras pero sobre todo colgantes”, muchos de ellos con inscripciones de fechas especiales, iniciales o el nombre de la madre

En el caso de Aromara el perfil mayoritario en esta semana son mujeres de entre 30 y 60 años que buscan cosmética y velas naturales. “Vendemos además otros muchos productos como ambientadores para el hogar, pero la cosmética y las velas son nuestro fuerte”. Sus productos son, explica Nanda Castro, “eco, naturales y sostenibles, 100% naturales, es decir sin ningún tipo de productos sintéticos”.

Con las cremas y jabones también triunfan “velas muy especiales cuya mecha está hecha de madera y la hace crepitar” a semejanza de una chimenea, candelas “elaboradas con cera de soja y esencias naturales” que son las preferidas de las que buscan aromatizaciones sin químicos.

Y es que “nuestras clientas se preocupan de que lo que compran no contenga ingredientes que puedan ser perjudiciales, de modo que solo quieren productos naturales”. Cada vez más, constata la profesional de esta tienda ubicada en la calle Marquesa, le piden productos para personas alérgicas e intolerantes. “Por ejemplo hay personas con asma que no pueden usar determinadas velas con químicos: y en general se interesan mucho porque el tipo de producto que emplean en su piel y también por la repercusión que tiene en el medio ambiente”.

"Nuestras clientas se preocupan de que lo que compran no contenga ingredientes que puedan ser perjudiciales, de modo que solo quieren productos naturales”, indica Nanda Castro, de Aromara

Así, además de los ingredientes, para obsequiar a las madres se busca también “que los productos tengan una estética actual y bonita y que su venta también repercuta socialmente. Las clientas son conscientes de que consumir un producto local supone hacer frente al reto que suponen las grandes superficies y las plataformas por internet y contribuir a la economía local”.

Y para las más tecnológicas, los hijos adolescentes enumeraban ayer de corrido varios regalos que tienen en mente: un libro electrónico, una pulsera inteligente o un secador de pelo con iones que tampoco necesita. Ahí está la realidad que no permite mentir: no hay ser más hermoso que nuestra madre, como para precisar otro peinado.

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