Sembrar ahora para ahorrar después
A pesar de que lejos quedan ya los niveles de venta de la pandemia, la compra de cultivos para autoconsumo supone todavía una alternativa viable contra la inflación
Un cliente observa varias tomateras y pimientos en el establecimiento Comercial A Granxa 1982. / GUSTAVO SANTOS
Antonio Santos
Es época de plantar y los viveros y comercios agrícolas no tienen ni un respiro. Ampliando horarios para poder atender a toda la clientela, el autoconsumo de vegetales, ya sea a través de semillas o de pequeñas plantas para cultivar en sus huertas privadas, sigue siendo para los particulares una opción interesante, que ayuda en cierto modo a mitigar las subidas de precios que se pueden ver en las grandes superficies a la hora de comprar cualquier tipo de alimentos, especialmente los frescos.
De acuerdo con los últimos datos del IPC, las legumbres y hortalizas frescas o refrigeradas son unos de los alimentos que más han experimentado subidas en el último año, con un repunte interanual del 23,6%. Según el Instituto Nacional de Estadística, son los productos de alimentación que más han subido –un 11,2%– entre febrero y marzo de 2023, solo superados por los alimentos para bebés, que alcanzaron un 11,4% de subida.
Venta de lechugas en A Labranza. | // GUSTAVO SANTOS / Antonio Santos
“La sensación es que sí, que se nota un cierto repunte en el autoconsumo por la inflación. Algo tiene que ver. El tema del precio de los supermercados está por las nubes. La gente, si tiene un trozo de terreno para echar algo, lo planta”, explica Fernando Almón, responsable del establecimiento agrícola Comercial A Granxa 1983, en la calle Cobián Roffignac.
En su opinión, la llegada de la primavera es un punto de inflexión para los compradores ocasionales. “Con el buen tiempo, la verdad es que se nota buena campaña”, valora. En concreto, son los vegetales más habituales los que siguen llamando la atención de los clientes. “Ahora mismo, lechugas, cebollas, repollos. Ya empieza algo más el pimiento, tomate, calabacín” , concluye.
Lejos de la pandemia
“Empieza a notarse un repunte, pero de momento, lo que más se está vendiendo es lechuga y cebolla. Antes se vendía mucha planta de jardín, pero en ese sentido muy poquita cosa”, explica Loli, responsable del comercio de flores y agricultura A Labranza, situado en la calle Joaquín Costa.
En su caso particular, lamenta que las ventas no lleguen a los niveles vistos durante la pandemia, donde mucha gente se animó a probar suerte con sus huertas privadas durante el confinamiento. Por ello, se aferra ahora al inicio de la primavera para hacer una buena temporada de ventas. “A ver si ahora, con la campaña de huerta, remontamos un poco”, valora.
Galicia, a la cabeza del autoconsumo
Según la última edición de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos de España, elaborada por el Ministerio de Agricultura, Galicia sigue siendo, de largo, la comunidad autónoma que más hectáreas de suelo (22.442) destina a los huertos familiares, muy por delante de otras como Cataluña (12.062), Andalucía (11.781) o Castilla y León (11.669). A este liderato autonómico se le añade que, en el conjunto de todo el país, Galicia cuenta con el 20,5% de todos los huertos familiares del país.
Un éxito de la “huerta de casa” que reconocen los expertos en venta de productos y cultivos agrícolas de la ciudad, los cuales animan al público a sumarse a esta tendencia si tienen un terreno en el que plantar, ya que el rédito puede llegar a ser notable en el cómputo general de la cesta de la compra.
De nuevo, hacen referencia al contexto del estado de alarma y el confinamiento por el coronavirus como uno de los más propicios de los últimos años en cuanto a ventas. “Se notó muchísimo en las ventas cuando fue de la pandemia. Mucha gente compraba para plantar y producir ellos, incluso en los balcones. Ahora, no se nota tanto, pero está comenzando a crecer. A ver si mejora el tiempo y arranca bien la temporada”, destacan desde la gerencia del comercio A Labranza, en Pontevedra. En esa línea, indican que los cultivos más solicitados suelen ser, en el caso de Galicia y Pontevedra, las lechugas, los tomates y las cebollas, seguidos por otros vegetales típicos como los pimientos, los calabacines o los repollos.
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