El Lérez inicia la primavera con su mejor caudal de los últimos años y el Pontillón ya roza el lleno
El río presenta casi el doble de agua que hace doce meses, cuando ya estaba activada la prealerta por sequía | La ciudad registra desde enero un índice de precipitaciones un 145% más elevado que en el arranque de 2022
Hace un año, en el arranque de la primavera de 2022, el río Lérez se encontraba ya en prealerta por escasez de agua, con un caudal que apenas llegaba a quince metros cúbicos por segundo. Esta cifra que fue bajando progresivamente en los siguientes meses hasta provocar restricciones de uso durante el verano. Por el momento, el panorama que presenta el río, así como el embalse del Pontillón, en el inicio de la primavera de 2023, es muy diferente. El caudal del Lérez es casi el doble que hace un año, con 27 metros cúbicos por segundo, mientras que el embalse de Verducido roza el lleno, cuando hace doce meses apenas llegaba al 83% de ocupación.
La principal razón por la que los actuales recursos hídricos presentan un aspecto mucho más positivo que doce meses atrás está en el régimen de lluvias. Apenas se han puesto en marcha, desde la Xunta o los concellos, iniciativas técnicas para reducir los consumos generales de agua más allá de lanzar recomendaciones al respecto. En numerosas ocasiones, Augas de Galicia alertó del exceso de fugas en las redes municipales de abastecimiento, pero las cifras del pasado año, en el arranque de la sequía, se mantienen en la actualidad.
Según el Concello de Pontevedra, estas pérdidas de agua del sistema de abastecimiento son de un 8,9%, una cifra que se considera muy baja si se tiene en cuenta que la media estatal está en un 20% o que en Galicia es habitual encontrarse con redes municipales que tienen hasta un 40% de pérdidas. Augas de Galicia indicaba entonces que hay municipios con niveles de hasta el 80% de desaprovechamiento de los recursos hídricos.
En el caso de Sanxenxo, el pasado año se rondaba un 30% de pérdidas, pero el Concello acaba de adjudicar un nuevo contrato de gestión del servicio entre cuyas medidas figura la reducción drásticas de ese porcentaje. No hay datos oficiales sobre Marín, pero tampoco deben ser bajos, toda vez que su gobierno local encargó a finales de años una auditoría del abastecimiento “encaminada a la elaboración de un plan de minimización de las pérdidas de agua en el municipio”. De entrada se trabajaba en los trámites para obtener una subvención con la que elaborar estos trabajos.
A falta de que estas fugas sean subsanadas en las redes municipales, el abastecimiento depende del régimen de precipitaciones. Y 2023 se comporta, hasta el momento, con buenos resultados. Así, en los tres primeros meses transcurridos del año, la estación de Meteogalicia de Campolongo acumula 673 litros de lluvia por metro cuadrado, un 145% más que en el mismo periodo de 2022, cuando se recogieron apenas 275 litros. El pasado mes de enero fue especialmente lluvioso, con 301 litros y aunque febrero fue muy seco (solo nueve litros), marzo ya suma 118 litros más. Si a estas cifras se añaden las precipitaciones de noviembre y diciembre, se superan con creces los mil litros.
De este modo, el caudal del Lérez se situaba ayer en los 27 metros cúbicos por segundo, el doble que hace doce meses y por encima de la media de estas fechas en los últimos cinco años. En 2021 eran catorce, casi igual que en 2020, y aún más bajo (nueve metros cúbicos) se contabilizaban a finales de marzo de 2019. Solo 2018 presenta mejores datos que el ejercicio actual.
Embalses
Por su parte, el embalse del Pontillón roza a día de hoy el lleno, con un 99% de ocupación, muy por encima del 83% de marzo de 2021. En los ejercicios anteriores, la presa de Verducido superó casi siempre el 90% de ocupación, llegando al lleno en bastantes ocasiones, salvo en 2019. Esta mejoría en el Lérez y su cuenca tiene su reflejo en el conjunto de los embalses de Galicia-Costa, ya que su ocupación actual ronda el 85%, cuando doce meses atrás apenas superaba el 68%.
El embalse del Pontillón roza el lleno, con un 99% de ocupación, muy por encima del 83% de marzo de 2021. En los ejercicios anteriores, la presa de Verducido superó casi siempre el 90% de ocupación, llegando al lleno en bastantes ocasiones, salvo en 2019.
En todo caso, la situación tanto de los ríos como de los embalses afrontan a partir de ahora la etapa del año de mayor demanda de agua y, con ello, de mayor consumo, por lo que se insiste en un uso responsable de este bien escaso, a la espera de la evolución de las precipitaciones en los próximos meses, cuando se acerca la época de menos lluvias.
Entra en vigor el plan municipal contra los incendios forestales
Uno de las lacras que suelen estar asociadas a la sequía es la de los incendios forestales, con casos especialmente dramáticos el pasado año en toda la provincia. En este sentido, el Concello de Pontevedra ya tiene en vigor su plan de emergencia contra estos fuegos en el monte, cinco meses después de exponerse al público. Este documento identifica un total de 32 “elementos vulnerables” habitados o con actividad empresarial, al margen de diversos centros escolares o lugares que albergan en determinadas épocas del año (sobre todo en verano) fiestas populares. Son los lugares de especial vigilancia por los posibles daños personales y de propiedades públicas y privadas si se produce un incendio forestal. Hace especial hincapié en el peligro que supone el trazado ferroviario por la ciudad “sin respetar las franjas de seguridad y con peligro de que si se produce un fuego en el entorno de la ciudad pueda penetrar en el casco urbano hasta las proximidades de la estación”.
También señala que el municipio “se caracteriza por poseer una enorme masa forestal donde el rural y el urbano aparecen completamente imbricados, conviviendo edificaciones cercanas a masas forestales sin discontinuidad” y hace especial referencia, en esta apartado a las parroquias más próximas al casco urbano, además de Ponte Sampaio. Además de establecer los protocolos de actuación, los medios disponibles y las personas que habría que avisar y movilizar, este plan de emergencia detalla que “las comunidades de montes son propietarias de un 33 % del suelo del municipio.
Aproximadamente la superficie que gestiona cada comunidad es la siguiente: Ponte Sampaio es la que más gestiona (505 hectáreas), seguida de San Andrés de Xeve (497), Verducido (485), Campañó (450), A Canicouva (400), Marcón (330), Santa María de Xeve (326), Cerponzóns (223), Salcedo (220), Lérez (86), Tomeza (73), Alba (65), Mourente (44), Lourizán (40), Castro Lampán (18) y Bora (4)”. En total, cerca de 3.800 hectáreas. El plan también incluye un listado con los “lugares de posible evacuación” de la población en casos de incendios forestales que obliguen a desalojos de núcleos habitados. Son 33 establecimientos, desde hoteles y pabellones hasta campos de fútbol y otras dependencias, como el recinto ferial o el antiguo conservatorio. Figuran doce hoteles, pensiones o albergues, incluido el de peregrinos, seis campos de fútbol (Campañó, Ponte Sampaio, A Xunqueira, Monte Porreiro, Xeve y Cerponzóns) y doce pabellones o pistas deportivas de colegios: Municipal, Cabanas, Multiusos, CEIP Lérez, CEIP Xeve, CEIP Xunqueira 1 y 2, Monte Porreiro, Marcón, CEIP Parada, CEIP San Martiño y CEIP A Carballeira.
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