Un superviviente del accidente de Vilaboa: "A Luis y a Antonio los cogió de lleno”

Javier González.

Javier González. / Gustavo Santos

Javier González Filgueira, herido en el accidente mortal ocurrido en Vilaboa en la tarde del pasado viernes, se encuentra ya en su casa de O Muiño, muy cerca del lugar donde perdieron la vida sus compañeros de partida y amigos Antonio del Río y Luis Ríos, arrollados por un vehículo en la terraza del bar O Chancho, en Santa Cristina de Cobres.

El otro herido en este siniestro, Emilio Rodríguez, está en su casa desde pocas horas después del siniestro, ya que sufrió las heridas más leves.

Todavía conmovido por lo ocurrido, a mediodía de este sábado Javier González no podía reprimir las lágrimas al recordar a Antonio y Luis, los dos amigos con quienes compartía partida de dominó casi todos los días.

Tras disfrutar, al fin, una nueva comida con su familia, este vecino de Santa Cristina de Cobres --parroquia a la que están vinculados todos los implicados en esta tragedia--, Javier apenas podía contener las lágrimas al recordar que el accidente ocurrió de forma tan rápida como sorpresiva. Javier y Emilio (ambos heridos) se encontraban en el lado de la mesa más alejado del impacto del vehículo, mientras que los fallecidos, Antonio y Luis, se situaban más próximos al lugar del embate.

Javier quedó atrapado entre la mesa y una pared situada tras él y sufrió algunas magulladuras. “Realmente no tengo nada, me hicieron las curas un par de horas y listo”, explica. El otro compañero de partida que salió mejor parado, Emilio, salió despedido de la mesa en el momento del choque y cayó al suelo, por lo que también tenía pocos daños, añade Javier. Según explica, tras el accidente Emilio dijo a Javier que solo tenía una pequeña herida al lado de una rodilla, por el golpe con la pata de la mesa.

“Pero a Luis y a Antonio los cogió de lleno”, recuerda, antes de romper a llorar.

Javier González se emociona al recordar el siniestro.

Javier González se emociona al recordar el siniestro. / Gustavo Santos

Para Javier, lo más duro ahora es el recuerdo de sus amigos y de este viernes fatídico, del que es consciente que sufrirá más secuelas psíquicas que físicas. Explica que le será imposible olvidar la imagen de sus amigos, ahora fallecidos, cuando todavía no pensaban en este fatal desenlace. Explica que incluso Antonio llegó a hablar con él, para que le mirase sus heridas, antes de quedar inconsciente.

“En realidad no vi nada, porque todo fue muy rápido; estaba pendiente del juego y cuando me di cuenta ya teníamos el coche encima y todos estábamos tirados por el suelo”, relata Javier. “Cuando me enteré ya teníamos el coche encima, ni lo vi venir. En ese momento quedé un poco aturdido sin saber realmente lo que había pasado”.

Los cuatro amigos solían jugar al dominó casi todos los días en el mismo lugar, el bar O Chancho de Santa Cristina de Cobres. Pocas veces cambiaban a algún compañero de partida.  

El otro herido descansa ya en Salcedo

El otro herido, Emilio Rodríguez, también descansa este sábado en su vivienda de Salcedo, en Pontevedra, situada en un lugar limítrofe con Vilaboa, municipio con el que tiene muchos vínculos "de toda la vida y donde trabajó mucho", como recuerda el alcalde, César Poza.

Emilio y Luis Ríos (una de las víctimas mortales) trabajaron juntos en diferentes obras desde su juventud.

Los fallecidos

Antonio del Río, una de las víctimas mortales, era vecino del lugar de A Rúa, en Areeiros, Santa Cristina de Cobres. Con 67 años y recientemente jubilado, durante su vida profesional regentó una empresa de transportes. Tenía dos hijos, ambos de unos 40 años.

La otra víctima mortal, Luis Ríos Calvar, de 79 años de edad, trabajó durante toda su vida como albañil y eventualmente como mariscador, por temporadas. Luis “de Estrella”, como era conocido por sus vecinos, también tenía dos hijos, un varón y una mujer, que rondan los 50 años, además de varios nietos. Era vecino del lugar de O Muiño, también en Santa Cristina de Cobres.

El bar O Chancho de Santa Cristina de Cobres, en Vilaboa.

El bar O Chancho de Santa Cristina de Cobres, en Vilaboa. / Gustavo Santos

Ambos residían cerca del lugar donde perdieron la vida y a dónde solían acudir cada tarde a reunirse con sus amigos.

El bar O Chancho, en el kilómetro 0 de la N-554 de Santa Cristina de Cobres, donde se projudo el fatídico accidente, está cerrado este sábado. El accidente se produjo, según explican los testigos, cuando el coche implicadoun modelo de Mercedes C220 automático, se encontraba aparcando en el lugar, y su conductor se equivocó y en lugar de poner la marcha atrás puso la primera, por lo que el vehículo se precipitó contra la mesa ocupada por estos vecinos. El conductor dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas.