Caldo suculento

Cientos de comensales se dan cita en Mourente en la vuelta de la fiesta a su plena presencialidad, en una 31 edición en la que sumaron esfuerzos más de 40 colaboradores

Un grupo de comensales degusta el caldo y las cazuelas de carne, los platos de la fiesta.   | // RAFA VÁZQUEZ

Un grupo de comensales degusta el caldo y las cazuelas de carne, los platos de la fiesta. | // RAFA VÁZQUEZ / Susana Regueira

A las dos menos veinte de esta tarde más de 200 personas hacían cola para hacerse con los tickets de la Festa do Caldo. “Cuando se vuelve, volver a lo grande”, se felicitaba Santiago Laya, gran maestre adjunto de la Orde do Caldo, ante el éxito de esta 31 edición en la que la cita gastronómica recuperó la plena presencialidad.

También el gran formato, y este domingo contó con 35 cofradías invitadas, además de todos los peregrinos acreditados que quisieron acercarse hasta Os Areais, en Mourente, y que fueron obsequiados con una cunca de caldo. Con ellos, autoridades, encabezadas por el alcalde, Miguel Fernández Lores, y cientos de comensales que rindieron homenaje al plato emblema de nuestra cocina popular.

Más de 40 vecinos vinculados a la Asociación “O Castro” sumaron esfuerzos para el éxito de esta edición, en la que el mal tiempo dio una tregua para que la fiesta recuperase su imagen más familiar, de modo que ocuparon las carpas parejas con niños, grupos de jubilados, vecinos de la parroquia de Mourente, anfitriona de la fiesta, y también pandillas de jóvenes y adolescentes.

Una pareja recibe sus raciones.

Una pareja recibe sus raciones. / RAFA VAZQUEZ

“O que queira caldo quente... ¡que pase por Mourente!” recordaba la organización en el arranque de la intensa jornada, que en realidad dio comienzo la pasada madrugada con el encendido de los fogones para que los cientos de quilos de carne, grelos y nabizas, fabas o patatas estuviesen en su punto en el arranque de la fiesta.

En la fiesta colaboraron más de 40 voluntarios.

En la fiesta colaboraron más de 40 voluntarios. / RAFA VAZQUEZ

Ésta “es ya una tradición de hace muchos años”, recuerda Santiago Laya, “y este año es especial... Ha recuperado prácticamente la afluencia de las mejores ediciones, a pesar de que tenemos también este fin de semana otra fiesta gastronómica muy cerca de Pontevedra, pero a pesar de eso vemos que está todo lleno”.

Más de 40 vecinos vinculados a la Asociación “O Castro” sumaron esfuerzos para el éxito de esta edición, en la que el mal tiempo dio una tregua para que la fiesta recuperase su imagen más familiar, de modo que ocuparon las carpas parejas con niños, grupos de jubilados, vecinos de la parroquia de Mourente, anfitriona de la fiesta, y también pandillas de jóvenes y adolescentes

Más de 40 vecinos vinculados a la Asociación “O Castro” sumaron esfuerzos para el éxito de esta edición, en la que el mal tiempo dio una tregua para que la fiesta recuperase su imagen más familiar

Asistentes a la apertura de la fiesta.

Asistentes a la apertura de la fiesta. / RAFA VAZQUEZ

El músico Antonio Barros fue el encargado de leer el pregón en una mañana en la que también fueron homenajeados dos vecinos de la parroquia de Mourente, Florentino Santos Freijeiro y Antonio Cajiao Barroso, colaboradores de la fiesta desde sus inicios, que recibieron el Pote de Prata de esta edición.

Colas para hacerse con los tickets de las cazuelas de caldo y carne.

Colas para hacerse con los tickets de las cazuelas de caldo y carne. / RAFA VAZQUEZ

Ésta sumó cinco nuevos cofrades, que con los representantes de las otras cofradías gastronómicas lusas y gallegas fueron este fin de semana los invitados de honor de la Orde do Caldo, tras la ceremonia de recepción que se celebró el ayer y en la que recibieron sus capas y medallas.

De nuevo se estableció un circuito de entrada y salida para la retirada de los tickets y, posteriormente, para la entrega de las tazas de caldo (que una vez más también los comensales pudieron repetir a su gusto) y cazuelas con carne de ternera, de cerdo, patatas, grelos y pan.

A mayores, no pocos comensales completaron el menú en los puestos cercanos de panes, rosquillas, pulpo, patatas y empanada que también funcionaron coincidiendo con la Festa do Caldo. De postre, los dulces de las rosquilleiras de Lantaño; y tampoco podía faltar la música, en este caso con las actuaciones del grupo de Penafiel e Lagares, de Portugal, A Cabeza non Para, Foula, Os Alegres o la coral Voces Amigas, todo un día para disfrutar a lo grande de la suculenta despensa gallega.

El pregonero, el cantante Antonio Barros.

El pregonero, el cantante Antonio Barros. / RAFA VAZQUEZ

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Transmitir emoción, alegría y unión. “Es lo más importante de una fiesta gastronómica”, señala Antonio Barros, cantante y ganador del programa “Cantareiros” de TVG que fue el encargado de leer el pregón de la Festa do Caldo, una intervención en la que no faltó la música.

El artista contó curiosidades, por ejemplo “los diferentes caldos que hay en México, que yo no conocía muchos de ellos y comprobé que también tienen muchos caldos”. También cuáles son los ingredientes de la receta en Japón y sus nombres; o datos históricos, como que “los primeros caldos que hubo vinieron de Francia, son del siglo XVII”, destacó.

También hizo hincapié en que los ingredientes de la receta son antiquísimos. En este punto explicó que “en el 300 antes de Cristo ya hay alguna datificación de la berza, es el primer momento en el que se tienen registros de que ya en ese momento había cultivo de berza en Galicia. Casi nada”.

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