Los peritos confirman que Abet mantenía sus facultades mentales cuando cometió el triple crimen

Cuarta jornada del juicio que se celebra a puerta cerrada en la Audiencia de Pontevedra por el conocido como crimen de Valga. En el banquillo se sienta José Luis Abet Lafuente, acusado del asesinato a tiros en 2019 de su exesposa, Sandra Boquete Jamardo, de su excuñada, Alba Boquete, y de María Elena Jamardo Figueroa, madre de ambas.

La de este jueves se trató de una jornada de carácter “eminentemente técnico”, como resaltó el letrado de la acusación particular, Manuel Martín, en la que prestaron declaración los peritos que participaron en la investigación del triple crimen. Desde los forenses que practicaron las autopsias, a los expertos en criminalística de la Guardia Civil, así como los de balística, que analizaron el uso del arma por parte del acusado que, según trascendió durante la instrucción, llegó a disparar 15 veces el revólver marca “Ruger” con el que se había hecho tiempo atrás, con la intención, supuestamente, de perpetrar el crimen.

El contenido de lo señalado en el plenario sigue siendo secreto, tal y como explicó el propio letrado, de ahí que no hayan trascendido datos sobre el contenido de la declaración de los expertos, más allá de los detalles que ya salieron a la luz pública durante la fase de instrucción.

Así, cabe recordar que, según el escrito de la Fiscalía, Abet acudió a la casa de su exmujer en Valga en la mañana del 16 de septiembre de 2019, colocó su vehículo delante del portal de salida de la casa de la víctima para impedir que pudiera huir con el coche y cuando ella abrió la puerta del garaje él se colocó al lado de la ventanilla del conductor y disparó tres veces a su exesposa desde muy corta distancia. Luego huyó, pero al ver que acudían a la vivienda su suegra y su cuñada dio vuelta y también les disparó causándoles la muerte. Todo ello en presencia de sus dos hijos menores.

También declararon los expertos en balística que reconstruyeron como se produjo el manejo del arma y los disparos

Todo este relato es el que tuvieron que sostener, en base al trabajo de sus investigaciones de carácter técnico, los peritos que comparecieron ante el jurado que juzga el caso.

También se produjo la declaración de los peritos psicólogos que analizaron el estado mental del acusado en el momento en el que se produjeron los hechos. Es decir, quienes realizaron el estudio de imputabilidad del mismo. Aunque no se conoció el contenido del informe, FARO sí pudo confirmar que, como ya se apuntaba durante la instrucción, los especialistas concluyen que Abet conservaba sus facultades mentales en el momento en el que se produjo el crimen.

Se trata de un informe que es clave a la hora de mantener sobre el procesado la petición de la mayor condena que prevé el Código Penal por el asesinato como es la prisión permanente revisable, entre otros delitos que se le atribuyen, como los dos de lesiones psíquicas graves a sus hijos y el de tenencia ilícita de armas.

Finalizada la práctica de la prueba, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial llega mañana viernes a la última jornada del juicio cumpliendo el calendario previsto de tal forma que se prevé que esta mañana finalice la vista oral con la exposición de las conclusiones e informes definitivos de la partes, en donde explicarán al jurado las distintas tesis que sostienen.

Al término de la sesión, llegará el momento de la deliberación por parte del jurado. Se desconoce si la Audiencia entregará a los miembros del mismo el objeto del veredicto enla jornada de mañana viernes, lo que obligaría a los once miembros del tribunal a empezar con el debate a lo largo del día y hasta que obtengan una decisión final; o sí este se aplazará al lunes para que la deliberación comience después del fin de semana.

Veredicto

Una vez que el jurado adopte una decisión, se dará lectura al veredicto, esta vez ya sí en una sesión que será pública. En ese momento se conocerá si declaran al acusado Abet Lafuente culpable de los hechos que se le imputan. Un José Luis Abet que mostró durante todo el juicio “una actitud pasiva” mientras escuchaba los distintos testimonios y pruebas que se practicaban.

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