Oncología recupera la actividad prepandemia con la aplicación de 60 tratamientos diarios

Cada año se detecta más de un millar de casos nuevos de cáncer en el área sanitaria | El de pulmón es el que más mortalidad genera | “A veces tiene más peso una campaña antitabaco que un cribado”, considera el jefe del servicio en Pontevedra y O Salnés

Francisco Ramón García Arroyo posa junto a un póster motivacional en la sala de tratamiento de Oncología.

Francisco Ramón García Arroyo posa junto a un póster motivacional en la sala de tratamiento de Oncología. / RAFA VAZQUEZ

En la sala de tratamiento del hospital de día de Oncología en el Hospital Provincial de Pontevedra hay un póster que dice “No luchas sol@”, una frase motivadora al paciente que está acompañada por una foto del equipo de Enfermería.

El servicio ha recuperado las cifras prepandemia y ya está aplicando del orden de 60 tratamientos diarios, en horario de mañana y tarde. “El año 2022 ha sido el de recuperación, y en ello seguimos. La pandemia trajo retrasos en diagnósticos, intervenciones quirúrgicas… Poco a poco se va recuperando el número de tratamientos. Estamos poniéndolos también en O Salnés. Además, ampliar el horario a la tarde también se notó positivamente. Hay días complicados, pero poco a poco se va normalizando todo. Un sistema sanitario que fue muy golpeado tarda un tiempo en recuperar”, asegura Francisco Ramón García Arroyo, jefe del servicio de Oncología del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés en una entrevista con FARO con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer (4 de febrero). “El hospital está trabajando a tope, pero antes del COVID ya estaba muy saturado. Cuesta recuperar”.

De 60 años en adelante

La media de diagnósticos nuevos en el área sanitaria es de 1.100 a 1.200 cada año. Sin embargo, son muchos más los que tratan, ya que en el servicio se diferencia entre consultas nuevas y consultas sucesivas, de los que ya estaban en tratamiento o seguimiento.

García Arroyo destaca que “es una cifra alta porque la incidencia de cáncer hay que asociarla mucho a la edad media de la población”. “Hay áreas sanitarias de población más joven, como ocurre en las ciudades dormitorio de Madrid o Barcelona, y otras donde está más envejecida como aquí. Sobre todo en el rural. A mayor edad, más incidencia de tumores por el envejecimiento y las mutaciones, que aumentan con la edad, especialmente de 60 años para arriba”, resume.

En cuanto al perfil de los enfermos, es muy variado y no se puede establecer uno único.

En las mujeres los más frecuentes son el de mama y colon. El de pulmón está incrementándose como consecuencia del tiempo que la mujer lleva incorporada al hábito tabáquico. De hecho, es de los cáncer que más están creciendo en este momento. “Hubo un tiempo en el que socialmente no se reconocía el daño que hacía el tabaco, pero ahora es más triste que una persona que tiene 20 años empiece a fumar viendo las imágenes y mensajes de las cajetillas. Fuman a sabiendas de que es algo muy dañino para su salud”, se lamenta el jefe del servicio de Oncología.

"Es importante transmitir la importancia de abandonar un hábito, el tabaquismo que está causando tantos miles de muertos"

Francisco Ramón García Arroyo

— Jefe de Oncología

Asimismo, en los hombres el tipo de cáncer más frecuente es, precisamente, el de pulmón, un hábito asociado históricamente a ellos.

Hay que subrayar, además, que los tumores en estos órganos son los que más mortalidad causan con diferencia.

El cáncer que se puede prevenir hoy día es aquel que cuenta con programas de cribado: mama, colon y cérvix.

Además, el Sergas ya ha anunciado su intención de incorporar el de pulmón. En todo caso, García Arroyo insiste: “El cribado es importante, pero difícil. A veces tiene más valor una campaña antitabaco que disminuye la población fumadora. Es importante transmitir la importancia de abandonar un hábito que está causando tantos miles de muertos”. “El cribado que se va a establecer son fumadores y pacientes que tengan un riesgo de cáncer de pulmón mayor. Puede salvar a algunos, pero más peso tiene dejar el hábito y, sobre todo, conseguir que no empiecen a fumar los jóvenes”.

Atención Primaria

Respecto a la precaria situación de la Atención Primaria, el especialista se muestra preocupado y considera que es fundamental en la detección del cáncer. “Es el primer escalón al que llega el paciente, que necesita un rápido diagnóstico y que se le dirija pronto al especialista”, afirma. “La mayoría de los casos son sospechados por el médico de cabecera: pérdida de peso, sangre en heces...”

Los objetivos: un PEC TAC y el registro poblacional

Entre los grandes objetivos del servicio de Oncología de Pontevedra y O Salnés figura conseguir que se instale en el futuro Gran Montecelo un PEC TAC, una prueba diagnóstica utilizada en algunos tipos de cáncer.

“Habrá dos cosas muy importantes en el Gran Montecelo: la radioterapia y el servicio que demandamos mucho de Medicina Nuclear. Un objetivo es conseguir que se instale también un PEC-TAC, porque ahora los pacientes están yendo a Santiago”, asegura García Arroyo, que expresa el deseo conjunto de los profesionales sanitarios de que “el Gran Montecelo esté dotado pensando en el futuro, al menos para los próximos 30 años”.

Por otro lado, Galicia sigue siendo de las pocas comunidades autónomas que no tiene en marcha un registro poblacional de cáncer. “En España hay distintos registros que te dan datos estimados de aquí a 2023 en función de la evolución y el seguimiento tan bueno que se puede hacer. Es necesario en Galicia. Es el gran reto porque a mí me encantaría poder comparar las cifras de una localidad como Marín con los años. Ahora tenemos datos que no te dan esa información”, se lamenta el jefe de Oncología.

En cuanto a la plantilla. También en este servicio desearían contar con más personal y, sobre todo, con más estabilidad. “Siempre tenemos dos problemas: estamos muy justos de personal y la inestabilidad, común en todo el sistema sanitario. Mucho contrato en acúmulos y poca plaza estructural. La inestabilidad laboral no ayuda”, confiesa. Actualmente, son diez oncólogos, muchos de ellos interinos. El servicio tiene 23 camas de hospitalización, pero aspira a aumentar esa cifra con el Gran Montecelo.

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No todos los tipos de cáncer tienen la misma evolución. Por ejemplo, los linfomas, como el de Hodkign, tienen muchas probabilidades de curarse, así como los tumores germinales de testículos o el cáncer de mama, con una posibilidad del 80%. Además de la quimioterapia y la radioterapia, existen tratamientos con fármacos dirigidos, que son los que van hacia un biomarcador, hacia una diana terapéutica, y que tienen un papel muy importante en cáncer de pulmón con mutaciones.

También hay que destacar el desarrollo de la inmunoterapia, “con unos resultados espectaculares”, tal y como destaca el jefe de Oncología del CHOP, Francisco R. García Arroyo. Son, eso sí, tratamientos muy restringidos porque el paciente debe tener ese biomarcador. “Son fármacos de innovación que dependen de un pacto presupuestario y están muy regulados, tienes que tener aprobación y financiación. Tienes que tener unos esquemas muy basados en la evidencia científica”, explica el médico.

La inmunoterapia se aplica mucho en cáncer de pulmón, pero también en mama. “El cáncer de mama ahora está muy subclasificado. Los hay con mejor o peor pronóstico, y eso aparte del estadío. Cada vez es más difícil hablar solo de los cánceres por su localización, tienen muchos apellidos, que van a catalogar su pronóstico y su tratamiento específico”, informa García Arroyo.

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