Más de un millar de zapatillas para “correr por Guinea”

La solidaridad pontevedresa ha vuelto a superar todas las expectativas. “Estamos absolutamente abrumados”, reconoce Álvaro Rodiño, que el 5 de enero comenzó una campaña para recoger zapatillas usadas para enviar a una escuela de una zona rural de Guinea Bissau. A lo largo de un mes ha conseguido reunir 1.051 pares de tenis. “Al principio no contaba con llegar ni a cien. Las estimaciones que teníamos eran de mandar dos o tres cajas y se ha multiplicado por diez”, comenta muy satisfecho este pontevedrés, con el que colaboraron directamente en la recepción del calzado El Dulce de Leche y la tienda Miller Running Vintage, donde se almacenaron todas las zapatillas, “casi no se podía ni entrar”, bromea.

Rodiño explica que “cuando vimos que la iniciativa se estaba moviendo bien, nuestro objetivo era llegar a 850 pares, que son los niños que hay en el colegio, para que todos tuvieran al menos unas zapatillas”. Ayer aún había personas que entregaron zapatillas, incluso en la propia plaza de la Peregrina, y para los más rezagados hoy será el último día que se recojan.

La plaza de la Peregrina fue ayer el escenario de un acto muy especial, a modo casi de cierre de la campaña solidaria, donde se reunieron algunos de los colaboradores de la iniciativa y se expusieron varias decenas de zapatillas. Después, para visibilizar la iniciativa, “y porque no deja de ser algo muy relacionado con el deporte”, salieron a correr varias personas y niños por las marismas de Alba. “Colaboramos con la empresa de transportes Tipsa, que lleva el material de forma gratuita. A la vuelta de ese pequeño rodeo, recogimos las zapatillas en bolsas y Tipsa ya se las llevó a Barcelona”, comenta Rodiño. La ONG catalana Silo Gambasse, promotora de esta campaña con la que colaboran estos pontevedreses, partirá el 11 de febrero hacia Guinea.

“Cuando vimos que la iniciativa se estaba moviendo bien, nuestro objetivo era llegar a 850 pares, que son los niños que hay en el colegio, para que todos tuvieran al menos unas zapatillas”

Álvaro Rodiño

— Promotor de la iniciativa

Todo lo recogido se va a dividir ahora en varios envíos. “En el primero irán las botas de fútbol y las de tallas pequeñas, que son las más demandadas. Esas nueve maletas que se llevará directamente la ONG se pueden facturar gracias a la colaboración de empresas y entidades educativas, entre las que están Cerámica Campo, el profesorado del colegio Calasancio, Pontevedresa Group, APE Galicia y Maquieira Agro. El resto irá en un contenedor financiado por una empresa de Barcelona”, explican.

El influjo del deporte entre los jóvenes de Guinea es muy importante. Tal y como relata Álvaro Rodiño, “alrededor de un 54 por ciento están escolarizados, el porcentaje cae por debajo del 40 por ciento en el caso de las niñas. Esta escuela de Gambasse recibió la visita de un equipo de atletismo en 2018 que les donó 3.000 euros con los que construyeron una pista. Desde entonces, los niños quieren ir a correr y lo utilizan como gancho para que también vayan a clase”.

Suscríbete para seguir leyendo