La Policía Nacional baraja varias hipótesis sobre el extraño suceso ocurrido en la mañana del jueves en Estribela, cuando un joven apareció desnudo ante los vecinos denunciando que había sido encerrado en el maletero y después se plantaba fuego al coche con él dentro. Pero la primera línea de investigación apunta a un posible ajuste de cuentas, bien por deudas, drogas o incluso por “un asunto de mujeres”, una de las versiones que la víctima expuso a los primeros vecinos que le ayudaron.

Este joven de 29 años vecino de Marín, padre de dos hijos y soldador de profesión, pudo escapar de las llamas al forzar el respaldo del asiento trasero del coche, un Dacia Sandero, pero sufrió quemaduras en un brazo y las piernas, de la que es atendido en la Unidad de Quemados del CHUAC de a Coruña.

Por esta razón, los agentes aún no habían podido interrogarlo, al menos hasta la tarde de ayer, para profundizar en la investigación, por lo que las pesquisas se centran en lo que declaró justo antes de ser trasladado al hospital. Entre otras cosas, el hombre apuntó que había pasado la noche con otras dos personas, al parecer de nacionalidad extranjera. La Policía ha podido identificar a ambos pero por el momento no hay pruebas de su implicación directa en el intento de quemar vivo al marinense, por lo que no había hasta ayer detenidos ni identificados como supuestos autores.

Una vez que dispongan de la declaración del herido, junto con los resultados del análisis del coche, la Policía podrá avanzar en la investigación. El hombre expuso a los vecinos que le ayudaron que alguien le había quitado la ropa, dado una paliza (incluso habló de una supuesta violación) y encerrado en el maletero, pero al parecer no recuerda exactamente cómo llegó allí.