El futuro del edificio sindical: el Estado apuesta por rehabilitarlo y los sindicatos, por el traslado

El Ministerio de Hacienda ha puesto en marcha un proyecto para la mejora de la eficiencia energética del inmueble de la calle Pasantería, con un presupuesto de un millón y medio de euros que los sindicatos no ven suficiente

Interior del edificio, con claras muestras de deterioro.   | // RAFA VÁZQUEZ

Interior del edificio, con claras muestras de deterioro. | // RAFA VÁZQUEZ / Cristina Prieto

La Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa), dependiente del Ministerio de Hacienda, ha puesto en marcha un proyecto para la mejora de la eficiencia energética del edificio sindical de Pontevedra, situado en la calle Pasantería. Contará con un presupuesto de alrededor de un millón y medio de euros y actuará básicamente sobre los aislamientos, la cubierta y las ventanas del inmueble, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado con fondos europeos Next Generation. El proyecto, que también incluye inmuebles de patrimonio sindical de Ourense y Ferrol, ya ha arrancado, con la redacción de los proyectos básico y de ejecución, con estudio de seguridad y salud.

Así lo confirmaron algunos de los sindicatos con oficina en el edificio, que coinciden al señalar que esta actuación es insuficiente y, concretamente en el caso de la CIG, insisten en que es imprescindible un traslado a otra ubicación dado el estado actual del edificio. “Nosotros enviamos una carta al Ministerio en la que decíamos directamente que estaba dilapidando el dinero”, señala Marcos Conde, secretario comarcal de la CIG de Pontevedra, que añade que “también denunciamos la falta de información precisa. No nos vamos a negar a que se haga esta actuación, pero no tenemos ni idea de lo que van a hacer, lo que sabemos, lo sabemos por terceras personas”.

Conde insiste en que se trata de un proyecto que “no va a resolver carencias ni deficiencias” y adelantó que “vamos a tener próximamente una reunión para ver si de forma conjunta podemos pactar qué pasos dar. Un millón y medio de euros no es cantidad suficiente para hacer algo de entidad”.

En la misma línea se expresó José Luis García Pedrosa, responsable de CCOO en la comarca, que considera que este proyecto es “algo limitado, porque se centra en la mejora de la eficiencia energética, pero no afecta al acondicionamiento interno del edificio, solo afecta a lo externo”.

En este sentido, apunta que “el edificio tiene muchas deficiencias, sobre todo en cuanto a accesibilidad para personas con movilidad reducida. Para empezar, no tiene ascensor, y después las condiciones de trabajo son más que lamentables; hace muchísimo frío y no se puede incrementar la potencia eléctrica, tampoco hay un sistema de calefacción”.

Ramón Vidal, secretario de UGT Pontevedra-Arousa, añadió a esto que “el edificio no está en un estado ruinoso, pero las instalaciones tampoco son adecuadas, necesita una inversión importante. A nivel estructural, hay muchas deficiencias, como por ejemplo la cobertura digital, que al estar en una zona histórica no nos llega determinada fibra móvil”. Así, valoraría positivamente que “se ampliaran las actuaciones al interior del edificio para adecuar las instalaciones, sobre todo en cuanto a la normativa de accesibilidad. Al final son unas instalaciones para toda la ciudadanía”.

¿Posibilidad de traslado?

La CIG es la que apuesta más decididamente por la alternativa del traslado de sede. Marcos Conde señala que se pidió al Ministerio que “nos permita buscar un edificio nuevo, no por nosotros, sino por el servicio que ofrecemos de atención a los trabajadores”.

En una línea similar se expresó José Luis García Pedrosa, que confirmó que en Comisiones Obreras “siempre nos mostramos favorables a la opción de la permuta, pero tiene que existir alguien dispuesto a construir un edificio y entregarlo a cambio del edificio sindical, algo que es muy complicado. El Ministerio nunca se opuso a esta posibilidad, en su momento incluso llegó a haber una propuesta que no se llegó a concretar”.

También abierto a esta opción, pero algo más pesimista con que se pudiera concretar se mostró Ramón Vidal, que considera que “la posibilidad de cambio no existe. No tenemos problema en estudiar la idea de irnos a otro espacio, pero es difícil”.

En este sentido, el secretario de UGT Pontevedra-Arousa indicó que “hay interés en buscar una alternativa, pero primero hay que plantearlo al Ministerio y que acepte. En Santiago, por ejemplo, sí se llegó a este acuerdo y se cambió el piso que había en el centro por uno más alas afueras. Hace años hubo una promotora interesada en nuestro edificio, pero no se concretó nada”.

Vidal apuntó que el proyecto para la mejora de la eficiencia energética “ya está en marcha. Han venido a recoger datos y han empezado con algunos análisis de la situación para empezar las obras”.

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