“Este proyecto pretende el mayor daño”

Vecinos de Lourizán afectados por la nueva senda peatonal denuncian la pérdida de aparcamientos y accesos a garajes, cambios de sentido de la circulación, entradas en curva...

Algunos de los vecinos afectados en la carretera donde está prevista habilitar la senda peatonal entre Mollabao y Praceres.   | // RAFA VÁZQUEZ

Algunos de los vecinos afectados en la carretera donde está prevista habilitar la senda peatonal entre Mollabao y Praceres. | // RAFA VÁZQUEZ / Susana Regueira

“Con este proyecto la Xunta pretende hacer el mayor daño posible”, denuncian los vecinos de Lourizán a propósito del Eixo de mobilidade sostible Pontevedra-Marín na PO-546. Treito Mollabao-Praceres, un plan publicado en el DOG el pasado mes y cuyo objetivo es habilitar una conexión peatonal-ciclista que conecte Marín con la Boa Vila. Los afectados denuncian que dañará decenas de propiedades y anuncian una escalada de alegaciones al plan impulsado por la Xunta, actualmente en fase de exposición pública.

A mayores de particulares, el proyecto también cuenta con la oposición de asociaciones como A Pedra Flojám, cuyo portavoz, Augusto Fontám, es uno de los que denuncia que “preténdese facer un proxecto ao máis dano posible, e entendemos que unha administración pública debería ir ao menor dano posible aos veciños”.

Éstos critican que el proyecto supone “cortar las pocas aceras que hay (porque en el tramo de 4 kilómetros entre Mollabao y hasta O Sartal no hay) para sustituirlas por plataformas de 4 metros más dos de carril bici”.

La senda está contemplada por el margen derecho de la carretera autonómica PO-546. Se propone habilitar un itinerario de 3,5 kilómetros que comunique entre Marín y Pontevedra “numerosos puntos de interés de la ciudad a lo largo del eje oeste-este, tales como el Puerto de Marín, Ence, Xunta, centros formativos, de salud, deportivos etc”, según se recoge en la ficha descriptiva del proyecto.

Dolores Rodríguez, vecina de Liñares, teme que se perderán todos los aparcamientos en batería de su edificio.

Dolores Rodríguez, vecina de Liñares, teme que se perderán todos los aparcamientos en batería de su edificio. / RAFA VAZQUEZ

En el otro margen de la carretera se realizó una intervención previa. “Si comparamos con la parte izquierda”, trasladan a FARO los vecinos, “vemos que en ese caso sí respetaron las propiedades con aceras más estrechas, que es en última instancia lo que aceptaríamos”.

Y es que los afectados denuncian que el proyecto “supone intervenir en decenas de propiedades privadas”, a las que afecta de diversos modos: suprimiendo los escasos aparcamientos de casas que no disponen de garajes, eliminando o modificando accesos etc.

“En mi caso he tenido que contratar una abogada porque ni siquiera sé si mi casa está afectada”, lamenta Concepción Dopazo, vecina de Liñares, “según el plano de la Xunta aparece mi vivienda, pero no sale en el DOG”. Ha presentado un escrito para que la administración aclare la situación y teme que “tengo un sótano y me eliminan el acceso a él. Le pasa lo mismo a mi vecina con los aparcamientos, porque toda la calle se queda sin ellos”.

Concepción Dopazo ha tenido que contratar una abogada para aclarar la situación en la que quedará su vivienda.

Concepción Dopazo ha tenido que contratar una abogada para aclarar la situación en la que quedará su vivienda. / RAFA VAZQUEZ

El proyecto contempla la construcción de una senda de 4 metros de ancho o al menos con un ancho mínimo de 2,9, “con una amplia franja vegetal que separa la calzada”. En total, afectará a 39 parcelas, con una superficie de expropiación de 10.529,47 metros

Así, entre las alegaciones los vecinos incluirán la habilitación de espacios para el estacionamiento de los vehículos de residentes. Adán Piñeiro, de O Sartal, explica que “nos dejan sin parking y no tenemos garaje. Tenemos una niña de año y medio y necesitamos el vehículo para desplazarnos, no podemos, por ejemplo, venir con la niña y la compra desde la gasolinera”.

Los residentes también critican que la senda supone “alterar la línea central de la carretera”, de modo que algunos residentes tendrían que realizar largos desplazamientos hasta Marín para girar y dar vuelta por la autovía.

Vecinos de Lourizán en una zona de apercamientos donde estacionan y que tmeen que sean eliminados.

Vecinos de Lourizán en una zona de apercamientos donde estacionan y que tmeen que sean eliminados. / RAFA VAZQUEZ

Es el caso de Noa Fontán, que explica que “nos llevan parte de la acera y van a desplazar el acceso rodado, de modo que va a ser al borde de una curva. Nosotros actualmente podemos salir hacia Marín o hacia Pontevedra, pero tememos que ahora sólo podrá ser en dirección a Marín por la línea continua y con el peligro que supone salir en curva”.

No se trata del único problema que encara, sino que “al desplazar el acceso, tememos que habrá que hormigonar parte del jardín y los frutales para poder entrar en el garaje”. Como ingeniero agrícola y perito judicial, esta vecina lamenta que “una vez más, son proyectos hechos desde un despacho, sin atención a los usos y costumbres de los vecinos”.

“En otras propiedades entre el poblado de Celulosas y hasta la curva del cementerio de Lourizán, en Liñares, las viviendas tendrían que tener cuestas de entrada con gran pendiente, de modo que se les complicaría el acceso o, sencillamente, no podrán entrar”, explican a FARO los afectados.

Éstos cuestionan la utilidad de la senda. “Non é explicable que danen propiedades privadas por un carril-bici de nulo uso e que se pode facer pola autovía”, critica en este punto el portavoz de A Pedra Flojám, que indica que “estanse facendo alegacións, primeiro á rotonda que se pretende facer en Praceres, e á que os veciños estamos totalmente en contra, e tamén o alcalde”.

Noa Fontán critica los proyectos "hechos desde un despacho, sin atención a los usos y costumbres de los vecinos".

Noa Fontán critica los proyectos "hechos desde un despacho, sin atención a los usos y costumbres de los vecinos". / RAFA VAZQUEZ

Por su parte, en la descripción de la obra la Xunta destaca que se busca un eje de movilidad peatonal y ciclista con el objetivo de reducir “emisiones de gases de efecto invernadero a través de la modificación de la conducta y los hábitos del usuario a la hora de realizar sus desplazamientos cotidianos mediante la búsqueda de una movilidad más sostenible en detrimento del vehículo motorizado”.

Para ello contempla la construcción de una senda de 4 metros de ancho o al menos con un ancho mínimo de 2,9, “con una amplia franja vegetal que separa la calzada”, a la que señala como un elemento de seguridad viaria, dada, recuerda, “la constante circulación de camiones y autobuses por esta vía”.

En total, el proyecto afecta a 39 parcelas, con una superficie de expropiación definitiva de 10.529,47 metros, siempre según las previsiones hechas públicas por la administración autonómica.

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