Aumentan los intercambios y se reducen las visitas en el balance anual del punto de encuentro familiar

El centro de Política Social dio servicio el año pasado a 78 menores y 169 adultos | En todo 2022 se celebraron 1.227 citas para entregas de niños y adolescentes | Ocho de los expedientes eran casos de violencia de género

Una de las salas con juguetes para los niños usuarios del PEF de Pontevedra. // GUSTAVO SANTOS

Una de las salas con juguetes para los niños usuarios del PEF de Pontevedra. // GUSTAVO SANTOS / Ana López

Con un total de 1.227 intercambios y 875 visitas, el Punto de Encuentro Familiar de Pontevedra y su área de influencia cerró el año con un número ligeramente menor de usuarios respecto al anterior ejercicio. Muchos de los expedientes continúan abiertos, mientras que otros han sido cerrados, lo que siempre supone una buena noticia para las familias que logran dar este gran, aunque a veces complicado, paso.

Según los datos facilitados por la Dirección Xeral de Familia de la Consellería de Política social de la Xunta de Galicia, indican que en 2022 utilizaron este punto de encuentro 169 adultos y 78 menores, frente a los 184 y 91, respectivamente, del año anterior.

Hay que recordar que los PEF (puntos de encuentro familiar) de la Xunta son instalaciones que preservan la relación entre los menores y los miembros de su familia en situación de crisis. “Tienen por objeto favorecer la relación entre los menores y sus familias cuando hay una situación de separación, divorcio, nulidad, tutela o cualquier otro supuesto de interrupción de la convivencia familiar, así como cuando el ejercicio del derecho de visitas se vea interrumpido o su cumplimiento resulte difícil o conflictivo”, destacan desde Política Social.

Es por ello que son un equipamiento social “de carácter neutral y especializado para el cumplimiento del régimen de visitas establecido por la autoridad competente”.

De este modo, y en función de cada caso, se llevan a cabo entregas y recogidas de menores, visitas tuteladas y visitas supervisadas.

  • 2022
  • Menores usuarios 78
  • Adultos usuarios 169
  • Intercambios 1.227 
  • Total visitas 875 
  • Expedientes v. género 8 
  • 2021
  • Menores usuarios 91 
  • Adultos usuarios 184
  • Intercambios 1.094 
  • Total visitas 890 
  • Expedientes v. género 10

Las primeras implican la intervención de los profesionales en los momentos en los que los familiares acuden al servicio para entregar o recoger al menor en el desarrollo del régimen de visitas. El año pasado tuvieron lugar 1.227 citas de este tipo, un 12% más que en el anterior, cuando se habían efectuado 1.094. En este tipo de intercambios, el PEF actúa como intermediario y supervisor para que todo se desarrolle con normalidad.

Respecto a las visitas tuteladas, son aquellas que se desarrollan de forma controlada bajo la supervisión y presencia continuada del profesional del servicio por un tiempo máximo de dos horas. En 2022 se registraron 378, una treintena menos que en 2021 (cuando se produjeron 410).

Es el juzgado quien establece el régimen de visitas, con número al mes y duración, de un máximo de dos horas.

Lo mismo ocurre con las visitas supervisadas: aquellas que se desarrollan en el PEF, también por un tiempo máximo de dos horas, sin la presencia continuada del equipo técnico, especialmente en casos en los que la persona progenitora que tiene el derecho de visita carezca de vivienda en la localidad. Fueron 497 el año pasado, 17 más que el anterior (480).

Máximo de dos años

Además del cumplimiento del régimen de visitas establecido, en los puntos de encuentro familiar se llevan a cabo otras intervenciones, actuaciones o acciones complementarias: diseño y desarrollo de un programa psicosocioeducativo, orientación y apoyo familiar, intervención en negociación y aplicación de técnicas mediadoras, intervenciones encaminadas a reducir el impacto de la nueva situación familiar y registro y documentación.

El tiempo máximo de uso por parte de las familias es de dos años por lo general, con la excepción de los casos de violencia de género, en los que no se establece límite, obviamente. En 2022 se dieron ocho casos de este tipo.

En el punto de encuentro trabaja un equipo de psicólogas, educadoras y trabajadoras sociales y está gestionado por la Fundación Meniños de Pontevedra.

La pandemia supuso cambios importantes en el servicio, ya que, por ejemplo, se retiraron los juguetes disponibles en las salas comunes para evitar la propagación del coronavirus. Actualmente, ya vuelven a estar disponibles para los pequeños.

En cada una de las siete grandes ciudades gallegas hay un PEF. El octavo es el de Ribeira y ya se ha anunciado un noveno en la comarca de A Mariña. El número 10 será el de Deza, un anuncio realizado por la conselleira de Política Social, Fabiola García, hace dos semanas. El centro dará cobertura a toda la comarca y a concellos limítrofes como A Estrada, Forcarei o Chantada, ya en Lugo.

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La Xunta de Galicia trasladará el Punto de Encuentro Familiar de Pontevedra previsiblemente a lo largo de este año a una ubicación más accesible, amplia, luminosa y cómoda para sus usuarios. Para ello, se destinarán 300.000 euros a acondicionar el nuevo emplazamiento en la calle Cruz Vermella, en un local adscrito a la Consellería de Política Social. El traslado se efectuará tras el fin de las obras, en un plazo de no más de cuatro meses desde entonces.

Hasta el momento, el PEF estaba habilitado en la parte trasera del edificio de la Consellería de Sanidade en la Avenida de Vigo, un lugar que recibió críticas en numerosas ocasiones por parte de la oposición que dio voz a algunos de los usuarios, que tachaban el acceso de lúgubre y oscuro. Las actuales instalaciones cuentan con salas de espera, de juegos para niños y adolescentes e incluso cocina para preparar desayunos, comidas y meriendas.

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