La Xunta de Galicia desactivó ayer la alerta por inundaciones que estaba en vigor para las cuencas fluviales de la costa, especialmente en algunos ríos como es el caso del Verdugo en Ponte Caldelas. Lo hizo después de un fin de semana en el que se cumplieron las predicciones (había alerta naranja por lluvias) y que dejó un reguero de inundaciones en la comarca, especialmente en la ciudad de Pontevedra, con garajes, calles y algunos bajos anegados.
Unas lluvias de récord en un año que estaba siendo especialmente seco y que han provocado que ríos como el Lérez, tras las últimas borrascas, hayan pasado de estar en riesgo serio de sequía a mostrar los niveles de agua más elevados del año en apenas dos semanas.
Así, el 15 de septiembre el río presentaba un caudal medio de 1,9 metros cúbicos por segundo, una cifra que lo situaba al límite de su caudal ecológico y dentro de los niveles que obligaban a mantener activada la alerta para el abastecimiento. La semana pasada, el estado del río ya permitió al concello anunciar el levantamiento de la alerta por abastecimiento. Sin embargo, esta rapidez con la que ha cambiado el estado del río provoca la paradoja de que sea hoy mismo, tras un fin de semana de inundaciones, cuando queden oficialmente sin efecto las restricciones por la sequía al confirmar la junta de gobierno la desactivación de la alerta. Tras las inundaciones de este fin de semana no deja de ser llamativo que hasta hoy no se pudiera, oficialmente, llenar una piscina, encender las fuentes ornamentales, regar o lavar los coches, lo que da una idea del cambio brusco en la situación.
Paradójicamente, tras un fin de semana de inundaciones, hoy quedarán oficialmente sin efecto las restricciones adoptadas por la sequía
Y es que la lluvia caída este fin de semana fue torrencial. Los 50 litros por metro cuadrado en cuestión de horas hicieron que el río Lérez bajase el pasado domingo con el mayor caudal del año, un total de 57,9 metros cúbicos por segundo. Solo en énero llegó estar un día por encima de los 50 m3/s.
Con estas lluvias, octubre ya es el mes más húmedo del año en Pontevedra, con 264 litros por metro cuadrados recogidos, una cantidad muy superior a todas las precipitaciones registradas en la ciudad desde mayo a septiembre juntas.
Ojo todavía a la sequía
Estas intensas lluvias, que además se combinaron con otras sostenidas en el último tren de borrascas, alejan por ahora el fantasma de la sequía. Pero el hecho de que el Lérez bajase el sábado con más agua que nunca en lo que va de año no es garantía de nada. Hay que recordar que se trata de un caudal circulante, no de almacenamiento, y que es además de un río con enormes fluctuaciones de su caudal que, tan rápido como recoge las precipitaciones y sube su nivel, las desagua y baja. En cualquier caso, el caudal medio en lo que va de mes tras estas lluvias ya permiten al río situarse en niveles cercanos a lo que es habitual, al menos comparado con los meses de octubre de los dos últimos años.
