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Los clanes de O Vao viven sus horas más bajas por la presión policial y judicial

La Audiencia dio ayer carpetazo a una de las últimas redadas con siete personas condenadas y cien mil euros en efectivo decomisados

Redada en O Vao cuyo juicio llegó ayer a la Audiencia de Pontevedra GUSTAVO SANTOS

Conocido como uno de los grandes “supermercados de la droga en Galicia”, el poblado de O Vao ha sufrido en los últimos años continuas redadas que han llevado a las familias y clanes dedicadas a la venta de droga en el asentamiento chabolista a vivir uno de los momentos de menor actividad, bien sea por las condenas que ya arrastran o por la presencia en prisión de algunos de los cabecillas. Así lo explicaba ayer el fiscal antidroga de Pontevedra, Pablo Varela, tras la condena a siete personas que formaban parte de un grupo que introducía y vendía droga en el poblado en 2019. “No se puede afirmar que no se venda droga en O Vao ahora”, indica, pero sí señala que es cierto que el volumen de actividad se ha "reducido notablemente" gracias a la constante presión policial y judicial.

Esta operación es un ejemplo de ello, destacando la Fiscalía el trabajo de vigilancia operativa realizado conjuntamente además por la Guardia Civil y la Udyco de la Policía Nacional durante meses, con decenas de dispositivos para constatar las múltiples y reiteradas operaciones de venta en el poblado. La condena de los siete procesados y la incautación de una gran cantidad de dinero es, parala Fiscalía, un éxito; mientras que están en trámite y pendientes de juicio algunas de las últimas grandes operaciones por tráfico de drogas en O Vao como la que desmanteló el conocido como clan del “Sevilla” o la que descabezó a las familias que operaban con cierta impunidad en O Vao de Abaixo provocando una auténtica “riada” de toxicómanos hacia el asentamiento, unas imágenes que no se detectan ahora con la intensidad de hace apenas unos años, gracias a estos golpes policiales.

Este último acuerdo de conformidad permitió ayer dar carpetazo a una de esas últimas macrorredadas contra los clanes de venta de droga que actúan en el poblado de O Vao. Los siete acusados que se iba a sentar en el banquillo (inicialmente eran ocho los procesados pero uno de ellos ha fallecido) aceptaron las penas que propuso la Fiscalía y que incluían una sustancial rebaja de las condenas de prisión solicitadas inicialmente a cambio del reconocimiento de los hechos.

Uno de los acusados en el juicio de ayer contra un grupo que operaba en O Vao sale de la Audiencia con su abogado defensor. GUSTAVO SANTOS

En este caso, además, el acuerdo permite lograr una sentencia firme que pondrá a disposición del Plan Nacional contra las Drogas de más de cien mil euros de dinero en efectivo incautados en la operación, principalmente a los cabecillas. Además de vehículos y otros bienes decomisados. Este era uno de los principales objetivos del Ministerio Público, junto a la condena de todos los implicados en la trama.

Las condenas que serán impuestas se podrían resumir básicamente en dos grupos. Dos penas de dos años para cada una y otra de un año y medio para dos mujeres y un hombre que pasan a jugar el papel de cómplices del grupo organizado, jugando distintos papeles como de recepción a los clientes que llegaban a O Vao de Arriba o de tapadera para los viajes que hacía un taxista al poblado con el objetivo de introducir la droga en O Vao.

Grupo criminal

Los otros cuatro acusados serían los autores materiales de los hechos. Aceptaron una condena de tres años y medio por integración en grupo criminal y tráfico de drogas. Entre ellos estaría el vendedor de la sustancia a los consumidores finales en el poblado. Un residente en O Vao de Arriba que además contaba con un galpón en el que sus clientes podrían consumir el estupefaciente si así lo deseaban, evitando ser interceptados por los agentes a su salida del asentamiento chabolista. El segundo es un taxista que jugaba un papel clave en todo el entramado: Según la Fiscalía, era él quien contactaba con los proveedores de la sustancia y la trasladaba a O Vao, en donde entregaba la droga al propietario de la citada chabola para su venta.

Entre los condenados hay un taxista que utilizaba su vehículo de "tapadera" para llevar la droga a su contacto en el poblado

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Es aquí en donde también entraban en juego algunas de las tres personas que fueron condenadas como cómplices. Vecinos del poblado de O Vao, simulaban ser clientes del citado taxista para que este pudiera hacer llegar la droga a su contacto en el poblado tratando de justificar así sus idas y venidas al asentamiento. No obstante, la investigación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional logró constatar los contactos de este taxista con sus dos proveedores de la sustancia estupefaciente en distintos puntos de la comarca de Pontevedra y O Salnés Serían el tercer y cuarto condenados a tres años y seis meses de cárcel. El primero, quien hacía esta labor de suministro al taxista de forma habitual y el segundo, que tomó su lugar una vez que el primero fue detenido.

Los tres condenados como cómplices podrán eludir la entrada en prisión por suspensión de la pena, mientras que para los otros cuatro esta suspensión queda supeditada a que completen un tratamiento de deshabituación al que están siendo sometidos. A todos ellos se les aplicó el atenuante de confesión, según explicó uno de los abogados de la defensa, Luis Salgado Carvajal.

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