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Tenía un millón de euros en casa "por invertir en criptomonedas", dice un acusado de vender cocaína

Los acusados ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

El vilagarciano F.S.G. alegó que invertía en criptomonedas con un dinero que le regaló su abuela, para justificar el millón de euros que la Policía encontró en su domicilio cuando se produjo un registro derivado de una operación contra el narcotráfico. Este primer acusado explicó que su problema con las drogas le llevaba a contar dinero de forma compulsiva y negó los hechos relacionados con el tráfico de estupefacientes. Argumentó que invertía en bolsa y en criptomonedas con un capital inicial de 150.000 euros que le dió su abuela, en efectivo, en 2016.

Uno de los acusados de transportar dos kilos de cocaína desde Vilagarcía de Arousa a Avilés en julio del pasado año, se declaró culpable de los hechos que se le imputan y asumió su intención de vender la droga, pero en su declaración exculpó a sus compañeros de banquillo. Ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra se sientan dos vecinos de Vilagarcía y a otros dos Marín, acusados de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.

Según el escrito de la Fiscalía, los cuatro fueron detenidos en el marco de un operativo de la Udyco en colaboración con otras unidades policiales, cuando transportaban dos kilos de cocaína a Asturias en julio del pasado año. J.D.S. trató de exculpar a sus compañeros de banquillo y afirmó que la Policía mintió en la investigación. Así, negó conocer a otro de los imputados, F.S.G., sobre el que dijo que lo vio por primera vez cuando ambos ingresaron en prisión. Sobre su entonces pareja y también procesada, P.M., dijo que le mentía respecto a sus actividades y que había quedado con ella en Asturias para tratar de reconducir su relación de pareja. Solo admitió que al cuarto acusado, J.V.C., sí lo involucró en su operación, pero únicamente como conductor, ya que carecía de permiso de circulación al haber perdido todos los puntos. J.D.S. sostuvo ante el tribunal que los agentes de Policía se inventaron los datos relativos al seguimiento. “Todos los hechos relatados por la Policía son falsos; cuando llegamos a Avilés no sabían ni quienes éramos; cuando me preguntaron a cuánto me vendió la droga F. me di cuenta de que no tenían ni idea de quién me la había vendido, porque yo no conocía a ese F.”, afirmó.

J.D.S. declaró que implicó a J.V.C en el viaje a Asturias –al que conocía desde hace tiempo-- porque éste le había comentado que tenía un hueco en su coche. Así, para hacer el traslado de la droga a Avilés, quedó con él para que lo llevase a cambio de 20 gramos de cocaína como pago. A su pareja, P.M., le mintió –según su declaración—para verse en casa de unos amigos. Ésta también negó que conociese con anterioridad a la detención a F.S.G. y a J.V.C. Expuso ante el tribunal que viajó a Asturias en la fecha de la detención “porque la relación (con J.D.S.) no era muy buena e íbamos a ir a casa de unos amigos”, al margen de que J.D.S. le había dicho que tenía que hacer unas reparaciones, “chapuzas”, a las que supuestamente se dedicaba para ganarse la vida. “Nunca me imaginé que J. estaba trapicheando”, aseguró. Cuando la detuvieron como implicada en estos hechos “se me derrumbó la vida en un segundo”, lamentó.

El cuarto acusado, F.S.G. guardaba 1,3 millones de euros en billetes fraccionados en su domicilio cuando la Policía lo detuvo en su vivienda de Vilagarcía Arousa. En su declaración alegó que invertía en criptomonedas con un dinero que le regaló su abuela. Este primer acusado alegó que su problema con las drogas le llevaba a contar dinero de forma compulsiva y por eso tenía muchos de estos billetes sobre la mesa cuando la Policía entró en su casa. Negó los hechos relacionados con esta operación. Aseguró que con las criptomonedas ganó más de un millón de euros, si bien no expuso ningún documento que lo acreditase, como le pidió el fiscal.

J.V.C., quien actuaría como conductor en este operativo, argumentó ante el tribunal que lo hizo porque J.D.S. “me dijo que me iba a dar 20 pollos a cambio del viaje”. Este acusado también afirmó que la Policía le ofreció “acusar a F.S.G." a cambio de un buen acuerdo con la Fiscalía. 

La Fiscalía pide la condena de uno de los vilagarcianos, con antecedentes por tráfico de drogas, a 9 años de prisión. Solicita siete años para otro de los acusados y seis y medio para le tercero. El cuarto se enfrenta a una petición de condena de seis años y tres meses. La vista continuará el próximo martes.

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