Con motivo del día de San Miguel, patrón de los marineros, cientos de marinenses disfrutaron hoy de una nueva edición de la Danza de Espadas, que llenó las calles de la localidad para recuperar, dos años después de la pandemia, una de las tradiciones más antiguas del municipio.

Inicio de la procesión de la danza de espadas. GUSTAVO SANTOS

La jornada comenzó con el acto de entrega de distinciones y medallas por parte del Padroado de Mareantes San Miguel, que entregó las Espadas de Prata a los bailarines que alcanzan en esta edición los diez años consecutivos como participantes. Fue el caso de Carla Santiago do Rosario, Carlos Vidal Corredoira, Gaila Álvarez y Sergio Piñeiro Chazo. También fueron reconocidos como Cofrades Numerarios hasta una docena de nuevos integrantes a la fiesta.

Finalmente, el Padroado otorgó la distinción de Cofrades de Honra 2022 a Jaime Rodríguez Pazos, por su aportación y labor en la conservación y difusión de la Danza de Espadas, así como al gaiteiro internacional Carlos Núñez, por su colaboración y aportación tanto a la fiesta marinense como a la música y cultura gallegas.

En la recepción del galardón, el artista vigués destacó que Marín "tiene todos los ingredientes para que la fiesta funcione, con muchas generaciones diferentes participando" y prometió difundir el acervo cultural de la Danza de Espadas "de Japón a América".

Todos los participantes en la Danza de Espadas, acompañados por las autoridades. GUSTAVO SANTOS

A continuación, después de la misa oficiada en el Templo Nuevo, se llevó a cabo la procesión y el baile por el centro de Marín, con la Praza do Reloxo, la Alameda y la Praza de España como puntos neurálgicos de la celebración.

Como guinda a la jornada, se llevó a cabo la ofrenda floral por parte de los cofrades y danzantes, antes de poner el punto y final con la tradicional comida en la que se reúnen los grupos participantes en la Danza.