Cada día entran en Pontevedra desde otros concellos unos 9.000 mil vecinos, mientras que alrededor de 6.000 pontevedreses salen cada jornada a otros territorios, especialmente por trabajo y estudios, aunque también, en un porcentaje mucho menor, por turismo u otras motivaciones. Es lo que el Instituto Galego de Estatística (IGE) denomina “población flotante”. Pero mientras en urbes como A Coruña o Vigo la gran mayoría de esas “visitas” se produce por cuestiones laborales (el 70% en la ciudad herculina y el 73% en Vigo), en Pontevedra, el trabajo motiva menos de cuatro de cada diez entradas, en concreto, el 38%. Está a la cola de Galicia en este apartado, al nivel de Santiago (40%) y Ourense (35%), y muy por debajo de Ferrol y Lugo, donde más de la mitad de las llegadas son por razones laborales.
Estos fueron algunos aspectos analizados en los cuatro días de ponencias y conferencias del congreso Placemaking Week Europe, clausurado ayer con una ceremonia de despedida en la plaza del Teucro. Más de 400 expertos de 40 países se dieron cita en la ciudad, con su modelo urbano como eje de debate, pero con el futuro en el diseño de las ciudades como objeto general de debate.
Los estudios y las consultas o citas médicas significan casi la mitad de los accesos al casco urbano. En concreto, un tercio de las personas que llegan a la ciudad lo hace por motivos académicos y más del 20% esgrime consultas sanitarias, citas en el médico o visitas al hospital. A estas causas se une el turismo, que en el caso de Pontevedra es negativo (salen más personas en viajes de placer de las que llegan a conocer la ciudad) y la posesión de segundas residencias a orillas del Lérez. En esta última situación, dos de cada diez personas que acceden al municipio lo hacen para acercarse a uno de estos pisos. De este modo, Pontevedra es la cuarta ciudad de Galicia con mayor población flotante en términos globales, según el estudio del IGE, por delante de Ferrol, Lugo y Ourense.
Los estudios y las consultas o citas médicas significan casi la mitad de los accesos al casco urbano. En concreto, un tercio lo hace por motivos académicos y más del 20% esgrime consultas sanitarias, citas en el médico o visitas al hospital
Este informe analiza este fenómeno por trimestres y muestra una tendencia que se mantiene en el tiempo, aunque con variaciones en función de las vacaciones u otros factores. Así, en verano quedan muy mermada las visitas por estudios, pero crecen las turísticas, por ejemplo.
Santiago de Compostela es la urbe gallega con mayor población flotante que no reside en el municipio, según este mismo informa, que añade que la población de Santiago de más de 98.000 residentes crece en algunos trimestres hasta cerca de los 116.000 habitantes con la carga de población estacional. Esto supone que, en el periodo entre 2011 y 2020 Santiago estuvo sometido a una mayor carga de población que Ourense, a pesar de tener cerca de 5.000 habitantes menos.
En este informe llama la atención lo que ocurre en el tercer trimestre en municipios asociados al turismo veraniego como Sanxenxo, en donde casi se duplica la población, pues pasa de 17.000 residentes a 31.124 personas. Lo mismo ocurre en O Grove, que sube de 11.00 a 15.000. A lo largo del año, esta población flotante es también destacada, además de en las ciudades, en municipios como Carballeda de Valdeorras, Mondariz-Balneario, San Cibrao das Viñas, Bergondo, Pedrafita do Cebreiro, A Teixeira y Rábade.
Segundas residencias
El estudio del IGE incluye un apartado denominado “Tasa de carga poblacional”, que se define como el “porcentaje que representa la carga de población respecto a la población residente”. Si es mayor de cien, es que el municipio recibe más personas de las que salen. Solo tres municipios de la comarca presentan un balance positivo a lo largo de todo el año. Se trata de Sanxenxo, Pontevedra y A Lama, si bien hay épocas en que ese índice se supera puntualmente en muchos otros.
En el caso de A Lama, todo apunta a que es la afluencia de funcionarios a la prisión provincial la que genera este flujo, mientras que en Sanxenxo sin duda corresponde a los viajes a las segundas residencias durante los fines de semana o días libres. En los otros once territorios de la comarca se observa, en términos generales, el fenómeno contrario, con más salidas que entradas, si bien en todos los casos se observa un cierto equilibrio, ya que el porcentaje no baja del 95% en ninguno. Poio y Portas son los que ofrecen peor balance. En el primer caso, cada día salen del municipio 500 vecinos más de lo que entran para trabajar. Algo parecido ocurre en Marín.
Lores celebra “el interés que despierta la Boa Vila en el mundo” en la clausura de la Placemaking Week Europe
El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, participó ayer en la clausura de la Placemaking Week Europe, que se celebró en la ciudad desde el pasado martes. El regidor municipal destacó “el orgullo que me transmitió Pontevedra. No es algo nuevo, estoy orgulloso de Pontevedra cada día, sabéis que tengo verdadera pasión por esta ciudad, y pudimos asistir a una nueva muestra del interés que despierta la Boa Vila en el mundo, por cómo vinieron cientos de expertos y expertas hasta ella, por cómo logramos sorprender en más de una ocasión y cómo logramos hacer realidad lo que otras ciudades del mundo aspiran a idear o proyectar”.
Pero Lores recalcó que tiene “fe en que podemos mejorar, por eso también optamos a ser sede de esta Placemaking Week Europe, porque queríamos escuchar, aprender y seguir este camino acompañados”. Así, el alcalde valoró que “expertos y expertas internacionales del urbanismo caminaron por nuestras calles, compartieron con el mundo sus experiencias a través de las redes, fueron testigos in situ de lo que queremos para esta ciudad, que no es otra cosa que progreso, innovación y futuro”. Lores finalizó su intervención con un deseo: “Espero, de corazón, que las ciudades seamos ese lugar que deben ser en unos años. Sitios amables, seguros, para todos y todas, espacios donde jugar, competir, ver conciertos, actuaciones, caminar hasta la escuela, la universidad, el trabajo; estar con los nuestros, disfrutar de la vida de la manera más amplia y diversa posible; en definitiva, alcanzar el máximo bienestar posible, tener villas y ciudades que nos hagan ser mejores personas, porque eso al final es lo que buscamos todos los que estamos aquí: mejorar el mundo, que nuestros hijos y nuestras nietas tengan un planeta, un continente, una península, un país, una ciudad, un barrio, una calle mejor que la que nosotros encontramos en su día”.
