La Audiencia Provincial de Pontevedra espera sentar hoy al fin a José Ramón Barral Martínez, “Nené” Barral, en el banquillo de los acusados para que responda de la acusación que formula el fiscal contra él y otras once personas por contrabando de tabaco. Se le acusa de asociación ilícita, contrabando, revelación de secretos por funcionario público y cohecho.

“Nené” Barral llegaría así a juicio algo más de 21 años después de que se produjese su arresto, en mayo de 2001, por estos hechos, tras la incautación de cuatro contenedores con 432.000 cajetillas de tabaco de contrabando en el puerto de Vigo.

Según la Fiscalía, que solicita una condena de diez años y medio de prisión, Barral se situaba en la cúspide de una organización criminal dedicada a la introducción de tabaco de contrabando. En su escrito de acusación, el Ministerio Público relata al menos tres grandes operaciones de descarga de importantes cantidades de tabaco eludiendo las cargas fiscales y como la organización iba sorteando las investigaciones policiales y fiscales gracias a las filtraciones de los colaboradores que José Ramón Barral tenía entre funcionarios de Aduanas o de la Guardia Civil.

Unas operaciones que, según el escrito de la Fiscalía, Barral no tenía reparos en coordinar en ocasiones desde su propio despacho de la Alcaldía de Ribadumia.

Barral ostentó el bastón de mando de este municipio entre 1983 y 2001 por Alianza Popular y el PP, hasta que tras su detención en este operativo fue forzado a dimitir. Luego regresó a la política como independiente.

El fiscal también reclama que abone una multa de 15 millones de euros por su actividad delictiva al frente de una organización “estable y jerarquizada” en la que tenía como persona de confianza a su hermano y a personas de distintas nacionalidades.