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Bará sostiene que la sequía justifica "aún más" el traslado de Ence

El diputado nacionalista señaló un “conflicto de intereses entre el abastecimiento para el consumo humano con el industrial”

Luís Bará. FdV

Con el estreno del curso político, el diputado del BNG Luís Bará compareció en Pontevedra para informar de las grandes líneas de trabajo que la formación nacionalista va a impulsar en los próximos meses. También aprovechó la ocasión para hacer una valoración de la situación actual de la fábrica de Ence en Lourizán, parada desde hace dos meses a causa de la situación de prealerta por sequía en el área.

Según Bará, el bajo caudal del Lérez justifica “aún mucho más” el traslado de la fábrica de Ence de su ubicación actual en Lourizán.

“Esta situación pone en evidencia el conflicto de intereses entre el abastecimiento de agua para consumo humano con el consumo para actividades industriales”, señaló el diputado nacionalista.

Para Bará, la sequía actual demuestra que es necesario que las administraciones trabajen para darle una nueva ubicación al complejo industrial de Lourizán.

El diputado ha añadido que el cambio climático es una realidad que ya impacta en la sequía o los incendios de este verano y considera que “estos meses tuvimos una advertencia” de algo que va a ser una situación “permanente y duradera” porque el agua “es un bien escaso”.

Pacto por el agua

Entre las medidas más destacadas, Bará hizo hincapié en la proposición de un “pacto galego por el agua” , teniendo en cuenta “la crisis medioambiental derivada del cambio climático”, con las sequías y los incendios de este verano como ejemplo.

“Estos meses tuvimos una advertencia de lo que va a ser una situación permanente y duradera, porque el agua es un bien escaso. Por eso hablamos de adoptar medidas de inmediato, pero también con perspectiva de futuro”, indicó Bará.

En este sentido, el BNG propone abrir un proceso de participación pública, institucional y social, con el objetivo de que en el año 2023 se pueda aprobar este pacto, que esté basado en la denominada “nueva cultura del agua”.

La esencia del acuerdo, señalan los nacionalistas, consiste en que el pacto proteja y preserve los recursos, tenga una gestión eficiente y apueste por el ahorro, la reducción del consumo y la reutilización de las aguas depuradas.

Desde el BNG, afirman que en este ámbito es preciso también acometer –en colaboración con los concellos, consorcios y mancomunidades– mejoras en las infraestructuras hidráulicas, para hacerlas más eficientes, así como un nuevo modelo de gobernanza sobre el agua en el que participen todos los niveles de la administración y en el que se creen consejos gallegos y territoriales para su uso sostenible.

Bará demandó también que Galicia cuente con todas las competencias en las cuencas hidrográficas, ya que “en la actualidad nuestro país solo gestiona Galicia-Costa, lo que crea múltiples disfunciones a la hora de tener una política integral en materia de agua”, afirmó.

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