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El casco histórico recupera la cifra de vecinos de hace una década y supera los 2.100 “entremuros”

Tras tres años consecutivos en los que mantuvo su población, suma otros tres de incremento. La franja de edad mayoritaria es la de personas de 40 a 49 años. Solo uno de cada diez son extranjeros, la mayoría de Latinoamérica

Ambiente en la zona monumental, junto a la Plaza de Abastos, ayer sábado por la mañana. // GUSTAVO SANTOS

La zona monumental, germen del nacimiento de la ciudad de Pontevedra, pasa por una interesante etapa de repunte en sus cifras de habitantes. Según los datos más recientes de población, cuenta con 2.101. De este modo, y por tercer año consecutivo, incrementa su número de vecinos, que inició antes de la pandemia, con 2.051, 2.100 y los 2.101 con los que comenzó el año actual.

Han sido años de esfuerzo en los que han colaborado tanto los negocios del casco histórico, a quienes más beneficia que la población aumente, como el Concello de Pontevedra, dotando de todos los servicios a esta área emblemática de la Boa Vila y la más visitada por el turismo. De hecho, ya desde hace seis años se puede celebrar que las cifras no han empeorado, sino que se logró fijar población en lugar de perderla, como sucedió a principios de la última década. Ahora la buena noticia es que, además, los números van en ascenso. Hay que recordar que en el año 2.000 había más de 2.500 habitantes “entremuros”, como así se denomina a la zona monumental.

Teniendo en cuenta que la población total de municipio de Pontevedra es de 84.082 personas, la correspondiente a la zona vieja supone tan solo un 2,5%. Eso sí, si bien el conjunto del concello perdió alrededor de 800 vecinos en el último año, no ha ocurrido así con sus calles y plazas más longevas.

Las diferentes voces en este ámbito desean que se avance en la rehabilitación de inmuebles para que no quede ninguna calle vacía, como sí ocurre con algunas especialmente céntricas como Tetuán o Isabel II, que llaman la atención negativamente por el pésimo estado de algunas construcciones.

585 de más de 60 años

La franja de edad mayoritaria de vecinos del casco histórico, tomando grupos de décadas redondas, es la de 40 a 49 años, con 389, seguida de los que tienen entre 50 y 50 años, con 319. El tercer lugar es para las personas de entre 30 y 39 años, que suman 277.

En cuanto a las personas de más de 60, 70 y 80 años, suman entre todas 585, destacando los de más de 85, con 108, la mayoría vecinos de toda la vida que nunca abandonaron la zona.

Hace una década la radiografía cambiaba ligeramente. Entonces el grupo mayoritario era el de vecinos de 30 a 39 años, con 397, seguido del de 40 a 49, con 340. Las personas mayores de 60 años eran 567.

Respecto a la población infantil, de 0 a 14 años, actualmente es de 222, frente a las 265 que había hace diez años.

207 de otros países

El 90% de los vecinos de la zona monumental pontevedresa son de nacionalidad española, con un total de 1.894 de los 2.101 totales. El 10% restantes son extranjeros: 207.

Entre las personas procedentes de otros países de Latinoamércia que viven en el casco histórico, destacan los de Venezuela, con 33, seguidos de los de Brasil, con 23.

También hay un número importante de vecinos asiáticos, 28, muchos de los cuales tienen negocios de hostelería.

En cuanto a los vecinos procedentes de otros países de la Unión Europa, 56 en total, encabezan el listado los de Reino Unido, que aporta 14 habitantes, seguidos de los de Francia, con 10. Con siete cada uno figuran Portugal y Rumanía.

La población extranjera en esta área de la Boa Vila se ha incrementado ligeramente (casi un 7%) respecto a hace una década, cuando había 194.

Camilo Agís ante la Sastrería Las Tres Rías. GUSTAVO SANTOS

Camilo Agís. Sastrería Las Tres Rías

“La zona monumental necesita un cambio en general”

Este año cumple medio siglo la sastrería “Las Tres Rías”, en pleno corazón del casco histórico. Camilo Agís, su propietario, asegura que por este negocio han pasado varias generaciones de clientes y que “hubo décadas muy buenas”. En su opinión, la zona monumental precisa un empujón en cuanto a la rehabilitación de inmuebles. “La zona necesita un cambio en general”, afirma.

Diego Lores ante el ultramarinos que lleva su nombre. GUSTAVO SANTOS

Diego Lores. Ultramarinos Diego Lores

“Si no es por la hostelería y la noche, estaríamos muertos”

Diego Lores representa a la cuarta generación en el ultramarinos de la Calle Real que lleva su nombre. Se crió en esta tienda de barrio, fundada en los años 30 por su bisabuelo. Reconoce que su tipo de clientela ha cambiado. “Ahora si no es por la hostelería y la noche, el ocio nocturno, estaríamos muertos. Es un sector que salva a Pontevedra en general. Para nosotros es imposible competir con grandes superficies.”, dice.

Juan Castiñeira, vecino del casco histórico y hostelero. GUSTAVO SANTOS

Juan Castiñeira. Vecino del casco histórico

“No puede ser que rehabilitar sea más caro que construir”

Juan Castiñeira se mudó hace una década a la zona monumental “por motivos laborales”, ya que abrió un negocio a pocos metros de su residencia. “El casco histórico pasó de ser una zona marginal a ser lo que es ahora, un lugar seguro, a raíz de la mejora en los servicios”, opina. En este sentido, apuesta por facilitar las rehabilitaciones: “No puede ser que rehabilitar sea más caro, y lento, que construir”. 

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