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“Son O Demo... Pero no un malo maléfico”

Tracas, bengalas, humo, buena música y muchas risas acompañan al Lucifer pontevedrés en su recorrido por las calles y plazas

Todos los niños tienen un objetivo: hacerse con el rabo de O Demo. GUSTAVO SANTOS

“Son O Demo”, reconoce Renato Domínguez Presa, que desde hace 3 años da vida al simpático Lucifer que recorre la ciudad en la víspera del día de San Bartolomé para asustar, jugar y provocar a los más pequeños de la casa. “No soy un malo maléfico”, aclara para justificar que cada año se escape de la antigua iglesia de los jesuitas y salga a la calle acompañado de su comitiva humeante y ruidosa.

Los correpilla por las calles y plazas son una constante de la fiesta. | // GUSTAVO SANTOS

Su objetivo, sorprender a los niños, “desde 3 años a mayores, de unos 10 o 12 años, que son los que acuden a esta fiesta”, explica su protagonista, “tenemos un juego, a ellos les gusta provocar a la comitiva” y, muy especialmente, tirarle del rabo a O Demo. Es un correpilla (le quitan la cola, el Lucifer doméstico los persigue, se la vuelven a quitar…) que volvió a repetirse ayer en distintos puntos de la ciudad por los que desfiló.

Salió a mediodía y por la tarde acompañado de los cuatro cómplices de su séquito y de una banda tradicional, que al maligno no le gusta “la música enlatada”… Y con alguna que otra traca y bengalas, en un espectáculo que de nuevo buscó ser explosivo

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Salió a mediodía y por la tarde acompañado de los cuatro cómplices de su séquito y de una banda tradicional, con su tambor, su violín y su gaita, que al maligno no le gusta “la música enlatada” sino los buenos temas… Y con alguna que otra traca y bengalas, en un espectáculo que de nuevo buscó ser explosivo.

No faltó la música en directo. | // GUSTAVO SANTOS

“En realidad son bombitas”, explica este peculiar malvado, que ha vivido algún año difícil, como aquel en el que la cola no se desprendía del traje y sufrió decenas de tirones “que cada vez eran más fuertes, llega un momento que no puedes con tanto niño”, reconoce entre risas.

Éstas fueron la banda sonora más repetida de la Festa do Demo. “Es una trastada muy sana”, destaca su protagonista, “porque son niños pequeños que acuden con sus padres, les gusta jugar y también es divertido dar algo de miedo”.

Tres niños aúnan fuerzas para enfrentarse y burlar a O Demo. GUSTAVO SANTOS

Pero lo cierto es que solo consigue asustar a los bebes. “Solo a los más pequeños que no conocen la fiesta, porque en Pontevedra los niños más mayores ya conocen perfectamente la celebración y saben en qué consiste. A veces también se asustan turistas que nunca habían visto a O Demo, algún bebé llora al vernos tan ruidosos o se despierta y se asusta”, señala. Por lo demás, lejos de imponer lo único que provoca en los pequeños de la casa es las ganas de tirarle de la cola.

La mayoría entra voluntariamente en los juegos “y otros los animan los padres”, explica, pero en este correpilla “al final todos quieren tener el rabo en la mano”. O Demo recuerda que incluso hubo ediciones en las que se llegó a “untarlo con grasa para que resbalase”.

O Demo tiene muchos rivales, pero también seguidores que no dudan en disfrazarse de diablillos. GUSTAVO SANTOS

Siendo tan divertido, es lógico que O Demo tenga, además de rivales, muchos seguidores, que no dudaron en asemejarse a él, convirtiéndose en diablillos con cuernos y tridente.

Solo consigue asustar a los bebes. “A los más pequeños que no conocen la fiesta, porque en Pontevedra los niños más mayores ya saben perfectamente de la celebración y en qué consiste. A veces algún bebé llora al vernos tan ruidosos o se despierta asustado"

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Troula Animación fue la encargada de ambientar la fiesta, una cita de carácter familiar que este año llegó a su 21 edición. Fue recuperada en 2001 inspirada en el Demo que a mediados del pasado siglo recorría la ciudad cada 23 de agosto. Su protagonista era entonces Dominguiños, un pontevedrés antiguo aprendiz de electricista y posteriormente vendedor de lotería recordado por dar vida a Lucifer. Aunque asustase a los niños, “la fiesta en ese momento era de adultos”, señala su sucesor, “y nosotros la infantilizamos, él en realidad iba vestido de demonio de taberna en taberna por el casco viejo, y ahora se centra en los niños”.

Los desfiles llenaron de juegos y bromas las calles. GUSTAVO SANTOS

Por su parte, el Concello señala que “en su día, la recuperación de esta cita fue una labor de investigación de enorme interés a la par que compleja, ante la dificultad de encontrar información sobre la celebración en sí”. El rastreo principal, añade, se realizó a través de la obra “Pontevedra, boa vila”, con un texto de Vicente Risco y un par de ilustraciones de Agustín Portela en los que aparece el personaje.

La fiesta continuó de noche en la plaza de José Martí con el concierto de San Bartolomé a cargo de la Banda de Música de Salcedo, mientras que en la de Curros Enríquez se celebró la Foliada do Demo, a cargo de Os Chichisos

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Asimismo, también contribuyeron los vecinos como fuentes orales, contando quién era Dominguiños y su papel, que ahora emula desde otra óptica el Demo contemporáneo.

O Demo está inspirado en Dominguiños, que a mediados del pasado siglo daba vida a Lucifer en la víspera del día de San Bartolomé. GUSTAVO SANTOS

Tras su segundo desfile la fiesta continuó en la plaza de José Martí con el concierto de San Bartolomé a cargo de la Banda de Música de Salcedo, mientras que en la de Curros Enríquez se celebró la Foliada do Demo, a cargo de Os Chichisos. Éstos invitaron a todos los asistentes a disfrutar de una verbena como las de mediados del XX, bailar agarrados y celebrar nuestras tradiciones.

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