La mayoría absoluta de la que goza el PP ha permitido al equipo de gobierno de María Ramallo aprobar el presupuesto municipal de Marín de este año, cumplidos ya más de siete meses del ejercicio. Es un documento de casi 15 millones de euros, un 9% más elevado que el anterior, pero que carece de capítulo de inversiones. El 96% de todo el documento se destina a Personal y Gastos Corrientes, lo que no deja margen para otros destinos. La propia alcaldesa explicó en su intervención ante el pleno que “con los recursos de los que disponemos, si queremos dar cobertura a los servicios básicos municipales, no es posible destinar ninguna partida a las inversiones”. Así, confía ese apartado a la colaboración de otras administraciones: “Continuaremos en la senda de la ejecución de los proyectos financiados en su totalidad o cofinanciados por otras entidades como la Xunta, la Diputación y los fondos europeos, haciendo de Marín una ciudad sostenible, creando espacios públicos de calidad. La conclusión de las obras de la avenida de Ourense y la reforma del paseo Alcalde Blanco, así como el inicio de las obras del auditorio o la remodelación de la plaza del Mercado en Seixo son claros ejemplos de ello”.

También subraya que desde hace once años no hay una subida fiscal. “Tenemos muy claro que muchas de las tasas municipales son deficitarias, como pueden ser el abastecimiento de agua, el alcantarillado o la recogida de basuras, y sería importante hacer una actualización. Los mismo ocurre con los impuestos, como el IBI, que tiene unos valores catastrales que no se revisan desde hace más de 36 años, por lo que están en la mitad de lo que supondría su actualización. Estamos con una presión fiscal muy por debajo de la gran mayoría de los concellos de nuestra categoría”, añade Ramallo, pero aclara que “apostamos por mantener los impuestos y las tasas que tenemos desde hace más de once años porque no es el momento de incrementarlos”.

Tanto el PSOE como el BNG votaron en contra del documento. Según Manuel Pazos, portavoz socialista, “en los dos últimos años los ahorros municipales han pasado de cuatro millones de euros a solo uno, y la deuda del concello, de cero euros a 4,6 millones. La supuesta buena gestión económica de la que presumía María Ramallo durante años, se esfumó en cuanto se flexibilizaron las normas contables de los ayuntamientos. Ahora gastamos lo que no tenemos”.

“Añade que “el nivel del gasto para acometer obras de todo tipo antes de elecciones son muy superiores a los ingresos, y esto hace que nos hayamos endeudado en más de 4,6 millones de euros en solo dos años, casi el doble de la deuda que había en 2011 cuando María Ramallo accedió a la Alcaldía”.

Por su parte, Lucía Santos, portavoz del BNG, señala que “la filosofía subyacente denota una falta de gestión y un continuismo que sigue la inercia de años anteriores, con un presupuesto negativo para Marín”.