Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

César Rincón | Torero

“Nunca olvido el cariño con el que me recibió Pontevedra”

“La tauromaquia es una forma de vida y también de entender la naturaleza”

César Rincón, en la plaza de toros de Pontevedra en 1992.

“El mundo del toro es apasionado, diferente a todo”, explica César Rincón, una de las grandes figuras del toreo que ha pasado por la feria de Pontevedra, “tiene sus cosas hermosas, desde luego, comparada con otras profesiones. Yo no fui la universidad, pero encontré en esta profesión valores éticos y morales: me enseñó el respeto, el respeto por los demás, el respeto por el toro de lidia, a amarlo, a quererlo y a comprender su naturaleza, que existe en el campo bravo, en las dehesas, y que si no existiese la tauromaquia este toro de lidia que protegemos no existiría, estaría extinguido. Es una forma de vida y también de entender la naturaleza, saber que son ciclos en los que nacemos, nos reproducimos y morimos”.

–Ha sido una figura de referencia en la plaza de Pontevedra ¿qué recuerda de la afición?

–Ante todo muchas gracias por considerarme así, y la verdad es que lo que nunca olvido el cariño con el que me recibió Pontevedra, me recibió como si yo hubiese nacido ahí y recuerdo siempre el colorido de las peñas. Desde muy pequeño, me acuerdo de que una de las primeras actuaciones que tuve en España fue precisamente de novillero en Pontevedra, en 1982, y después volví ya como torero. Cuando echo la vista atrás siempre tengo un grato recuerdo de mi paso por Pontevedra, sobre todo resaltar de nuevo el cariño con el que me recibió la gente siempre.

Me acuerdo de que una de las primeras actuaciones que tuve en España fue precisamente de novillero en Pontevedra, en 1982, y después volví ya como torero. Cuando echo la vista atrás siempre tengo un grato recuerdo de mi paso por Pontevedra

decoration

–Nació usted en Colombia ¿cómo fue su trayectoria?

–Nací en Bogotá, durante muchos años me forjé allí en mi tierra, pero todos nos ilusionamos con triunfar en esta tierra donde nace la tauromaquia y todos venimos aquí a incursionar. La ilusión de todos es venir a triunfar y afortunadamente después de muchas idas y venidas y difíciles momentos en los que me encontré, después de no perder esa ilusión, la verdad es que llegué a triunfar en 1991 y a Dios gracias me cambió la vida en Madrid y se me abrieron las puertas.

–Fue en una corrida de la Beneficencia...

–Sí, nunca había toreado en la feria de San Isidro, fue la primera vez y ese 29 de mayo salí por la puerta grande en Madrid. Y a partir de ahí digamos que se me abrió un horizonte diferente y empecé a deambular por esas tierras españolas ya de diferente forma, como figura del toreo, ya con triunfos y ganando platica, que a uno indudablemente le hace ilusión.

Echo la mirada atrás y pienso que tengo más de lo que un día soñé. Nací en una familia muy humilde, en el sur de la capital colombiana, y soy un hombre agradecido porque el toro de lidia me lo dio todo

decoration

–Consiguió usted muy joven el Mercedes, el cortijo… ¿Logró todos sus sueños?

–(risas) Yo creo que sí. Hoy día echo la mirada atrás y pienso que tengo más de lo que un día soñé. Nací en una familia muy humilde, en el sur de la capital colombiana, y soy un hombre agradecido porque el toro de lidia me lo dio todo y tuve la fortuna de poderme traer a toda mi familia para acá, para España, y eso para mi es un logro tremendamente grande. Por eso siempre invoco a la tauromaquia y le doy gracias a la vida.

Encontré en esta profesión valores éticos y morales: me enseñó el respeto, el respeto por los demás, el respeto por el toro de lidia, a amarlo, a quererlo y a comprender su naturaleza

decoration

–¿Cómo ha impactado la pandemia en la tauromaquia?

–Está siendo muy duro, aunque es verdad que afortunadamente se están dando muchos festejos, que hay empresarios con mucho pundonor y muchas ganas de seguir adelante, pero otros se quedan en el camino por las circunstancias tan difíciles que atravesamos. Mucha gente no se da cuenta de que la tauromaquia es también una forma de vida, no es solamente lo económico sino que los hemos aprendido a vivir de ella desde el principio y para los que ha sido nuestra opción de vida también dependemos de ella. Y no es solo el trabajo directo, de los profesionales, sino también indirecto, genera una gran economía en cualquier lugar donde existe.

Compartir el artículo

stats