Sanxenxo reforzará sus medidas para reducir el consumo de agua de la red municipal con el cierre de la piscina municipal y con la supresión de riegos en los campos de fútbol con las que se prevé un ahorro medio diario de 23.000 litros. El gobierno lamenta los inconvenientes que pueda provocar la decisión entre los usuarios de las instalaciones municipales, pero considera que son necesarias para seguir garantizando el abastecimiento en las próximas semanas y evitar restricciones de suministro a viviendas y negocios.

Sanxenxo llega a multiplicar por seis su población durante los meses de julio y agosto por lo que es preciso, ahora más que nunca, promover medidas de ahorro en el consumo de agua tanto en el ámbito público como privado.

Se trata de medidas temporales por la situación de prealerta por sequía que se levantarán en cuanto mejore la situación del caudal del Lérez. La piscina municipal tiene un consumo medio diario de 15.000 litros, entre las duchas, los baldeos de limpieza y la renovación de los dos vasos de piscina y los dos hidromasajes.

El gimnasio se mantiene abierto, pero sin poder utilizarse las duchas.

En el caso de los riegos de los campos de fútbol, tanto el de San Pedro de Vilalonga como el de Portonovo cuentan con servicios particulares de suministro para el riego de césped natural. En el resto de los cuatro campos municipales de césped artificial, los riegos se suspenderán durante el periodo que dure la restricción, salvo situaciones excepcionales.

En estos momentos, tan solo un equipo de fútbol está entrenando en el campo de A Lanzada y ya no se está empleando el riego. El consumo de agua en cada riego de un campo de fútbol es de aproximadamente 2.000 litros.

Estas medidas que entrarán en vigor a partir de este miércoles se suman a las ya publicadas en el bando municipal hace dos semanas, que sigue en vigor, en las que se solicitaba a la población un uso responsable del agua de la traída municipal, se anunciaba el corte de agua en lavapiés de playas, se limitaban los baldeos de las calles y el riego de zonas verdes al agua recogida en el aljibe de Fontoira y se restringían los rellenos de piscinas, así como lavados de coches.