Toque pechado para celebrar 34 años de amores

Marmurios de Leucoína sorprende en su boda a la hija de los novios para los que actuó en su enlace en los años 80

Las dos parejas de novios, con los integrantes de Marmurios de Leucoíña.   | // FDV

Las dos parejas de novios, con los integrantes de Marmurios de Leucoíña. | // FDV / Susana Regueira

Pontevedra

En el mes de enero de 1988 el histórico grupo Marmurios de Leucoíña, una referencia en el toque pechado de las Rías Baixas, no podía faltar en la boda de su tamborilero, José Luis Argibay García, que contraía matrimonio con Rosa María Pérez Abilleira.

Fue una bonito enlace de invierno en el que los entonces jovencísimos músicos obsequiaron a los novios con un repertorio del maestro Ricardo Portela, no en vano esta formación fue la iniciadora del redescubriminto del arte y la técnica del toque pechado.

La boda tuvo lugar en la iglesia de San Salvador de Lérez y los participantes recuerdan la banda sonora de lujo con la que los novios despidieron en esa jornada su soltería e iniciaron su vida de casados, en la que continuaría constantemente presente la música.

De hecho, José Luis Argibay sigue formando parte de Marmurios de Leucoíña, por el que han pasado en estos años muchos y reconocidos instrumentistas.

Fue una sorpresa total tanto para los novios como para sus familias e invitados. Intepretaron dos piezas, una de las cuales ya formó parte del repertorio de la primera boda, “Aires de Pontevedra”, del maestro gaiteiro de Viascón Ricardo Portela

Treinta y cuatro años después de aquel primer enlace, la hija del matrimonio, Jessica Argibay Pérez, optó por el verano para celebrar su boda con Nicolás Cividanes Oñederra, en este caso en el Casal de Ferreirós, en Poio, hasta donde acudieron los músicos del grupo para de nuevo agasajar a los novios de la familia.

Fue una sorpresa total tanto para los novios como para sus familias e invitados. Intepretaron dos piezas, una de las cuales ya formó parte del repertorio de la primera boda, una de las preferidas de José Luis Argibay y en la que el tambor está muy presente, “Aires de Pontevedra”.

La otra pieza que sonó para celebrar la boda de Jessica y Nicolás es la marcha real “La Alfonsina”.

Ambas forman parte del repertorio del maestro Ricardo Portela, como no podía ser de otro modo ya que los integrantes de Marmuios de Leucoiña fueron los fundadores de la primera escuela de Pontevedra creada para divulgar la forma de tocar y el repertorio del inmortal gaiteiro.

El recuerdo del maestro también estará muy presente en el enlace el próximo 1 de octubre de una joven pontevedresa que se casará en Sevilla, hasta donde tiene previsto desplazarse el grupo paraambientar la boda con la mejor música gallega.

Los integrantes de Marmuios de Leucoiña fueron los fundadores de la primera escuela de Pontevedra creada para divulgar la forma de tocar y el repertorio del inmortal gaiteiro pontevedrés

Y es que Ricardo Portela, nacido en Viascón en 1920 y fallecido en 1992 (está enterrado en el cementerio pontevedrés de San Amaro), es uno de los más importantes gaiteiros tradicionales de Galicia y, a mayores de ello, un gran defensor de la dignidad del instrumento. Marmuios de Leucoíña apunta a que interpretar su música en dos bodas en diferentes siglos prueba que su legado sigue vivo y, quién sabe, tal vez vuelva a sonar el imortal toque pechado en la boda de la futura geración Cividanes Argibay.

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