Se suaviza el impacto de la toxina en la ría, que se reabre en parte al marisqueo

El Intecmar permite trabajar en tres de las cinco áreas, entre ellas, la más próxima a A Barca | Las bateas continúan clausuradas

Marisqueo en la ría.

Marisqueo en la ría. / Rafa Vázquez

N. D.

Poio

Durante buena parte del presente mes de julio, el marisqueo en la práctica totalidad de la ría ha permanecido cerrado por la presencia de la toxina. Sin embargo, el Instituto Tecnolóxico ara o Control do Medio Mariño (Intecmar) parece detectar una suavización de este impacto en la ría y buena parte de los bancos ya están operativos, al menos de momento. De este modo, ese organismo ha decretado la reapertura de las áreas III y V, esta última la más próxima a A Barca, así como la I, en Ons. A ellas se une la II, en Aldán, que permanece abierta desde hace casi dos años. El único polígono de marisqueo que continua clausurado para la almeja y otros moluscos infaunales es la II, alrededor de la Illa de Tambo, si bien en esta lugar sí se permite la extracción de la navaja y el longueirón.

De este modo, y de persistir la situación actual de remisión de la toxina, el sector del marisqueo de Poio y Pontevedra podrá trabajar, los días que les corresponda, para la campaña de verano. A día de hoy solo quedan cerradas en la provincia otras dos áreas de marisqueo en la ría de Vigo.

En cambio, los polígonos de bateas todavía cuentan con el cierre cautelar por la presencia de toxinas lipofílicas. La clausura se extiende en este caso a toda la ría de Pontevedra y la práctica totalidad de la de Vigo.

Así, ninguno de los tres polígonos de bateas situados frente a Poio han podido trabajar en todo el mes de julio, más algunos días del final de junio.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents