Así se organiza una boda (perfecta)

Varias empresarias pontevedresas ponen en marcha el servicio gratuito @asesoriadebodaspontevedra

Pontevedra

La temporada de bodas está en “temporada alta”. Sin embargo, solo los que han pasado por la organización de este evento, uno de los más importantes de la vida de las personas, conocen el estrés que supone y las mil y una cosas que hay que tener en cuenta y que, como es lógico, los primerizos no conocen. Conocedoras de ello, un grupo de empresarias pontevedresas ha puesto en marcha un servicio gratuito “on line” de asesoramiento para parejas para que su boda sea lo más perfecta posible. Desde ayer martes, 14 de julio, se las puede encontrar a través de Instagram en @asesoriadebodaspontevedra.

La iniciativa partió de la incansable capacidad de innovar de la fotógrafa Silvia de Acevedo, de QSM Photo, empresa de la que es socia con su pareja, Fernando Barreiro. “Llevaba mucho tiempo rondando esta idea porque me daba cuenta de que cada vez que tienes un cliente, o no cliente, al final terminas asesorándole en muchos campos, porque siempre tienen mucho desconocimiento de todo. Lo pensé mucho y me di cuenta de que si esto me pasa a mí, le tiene que pasar al resto de proveedores. Como nosotras de vez en cuando nos juntábamos, lo planteé y todas dijeron que les ocurría lo mismo”, resume.

"Cada vez que tienes un cliente, o no cliente, al final terminas asesorándole en muchos campos, porque siempre tienen mucho desconocimiento de todo"

Con ese “nosotras” se refiere a sus compañeras en la iniciativa: María Meirás (Mery Puch Tocados y María Meirás maestra de ceremonias), Andrea García (Andrea Piano), María Iglesias y Candy Villaverde (Madynovias), Cristina Fernández (Cristina Atelier) y Chus Doval (Peluquería Chus Doval).

Con sus consejos a través de la Asesoría de Bodas Pontevedra no quieren condicionar la contratación de sus servicios sino, simplemente, orientar a los potenciales clientes, que tienen total libertad para elegir a sus empresas o no.

Son muchísimos los errores, e incluso manías, que tanto las novias como los novios manifiestan durante el largo proceso de planificación de una boda, que, tal y como indican estas expertas, no debe iniciarse con menos de un año y medio de antelación. Alrededor de la fecha elegida, que siempre dependerá del lugar de celebración del banquete (el primer proveedor que se contrata), girarán el resto de decisiones: el horario de la boda, el tipo de vestido de la novia, el tocado, el maquillaje, la fotografía...

“Nos sentamos y dijimos: vamos a hacer esto conjuntamente, ya que lo hemos hecho hasta ahora de manera gratuita, seguiremos haciéndolo pero mejor aún”, anuncian este grupo de pontevedresas.

“Los novios siempre piensan que les sobra tiempo para preparar la boda y solo se dan cuenta cuando están en ello de que es necesario cada día”

Entras las cuestiones mejorables por las parejas está tener en cuenta alguna alternativa por si lo planeado no sale como se espera. “Siempre se piensa en un plan B por si llueve, ¿pero qué ocurre si hace un solazo como estos días? Este fin de semana a casi 40 grados al sol puede ser insufrible...”, recalcan. La luz es difícil para la fotografía, el maquillaje se mantiene menos tiempo, se necesitan pamelas, carpas...

Otro error muy común es que “los novios siempre piensan que les sobra tiempo para preparar la boda y solo se dan cuenta cuando están en ello de que es necesario cada día”.

En este sentido, el regreso a la normalidad tras la pandemia del COVID permite que se manejen períodos largos de organización como antes de 2020, es decir, “de un año y medio para ser previsores y que no te pille el toro”, indican las empresarias. De hecho, reconocen que esos dos años fueron “muy complicados” en el sector. “Durante el confinamiento fue lo peor, porque no sabíamos si iba a haber bodas ese año o no y si los invitados podrían acudir; fue durísimo para las familias y para nosotros”, confiesan.

"Es su boda y deben hacer lo que ellos quieran, que se sientan identificados con todo lo que elijan"

Por otro lado, está la cuestión de los invitados, puesto que aunque la pareja se deje guiar por sus asesores, son decenas de personas a mayores a las que hay que “ordenar” durante la ceremonia y otros momentos importantes del evento para que no reine la confusión.

“La clave no está en obligar a los novios a hacer cosas de las que no están convencidos, sino en asesorarles sobre lo que nosotras, como profesionales, consideramos que va a ser mejor para que todo les salga bien. Es su boda y deben hacer lo que ellos quieran, que se sientan identificados con todo lo que elijan, desde el vestido al tipo de ceremonia, la música...”, resumen la idea de iniciativa.

Por el momento funcionan a través de Instagram, en donde pueden encontrarlas las parejas. Convocarán citas “on line” en directo y entre sus proyectos está invitar a otros profesionales del sector para que participen y celebrar coloquios para la puesta en común de ideas. Todas las novedades las irán publicando en esta red social. También habrá eventos físicos.

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